Los informes comerciales y la gestión del riesgo del cliente

Los informes comerciales y la gestión del riesgo del cliente

La información es poder. No hacen falta muchos datos, simplemente son necesarios los que nos hablen de la situación real de un potencial cliente. Todos deben constar en los informes comerciales, que sirven para gestionar el riesgo del cliente. El problema, a veces, es encontrarlos y fiarse de la fuente.

En España no hay cultura de la transparencia. Es una cuestión patente en muchos ámbitos. Pero el que nos interesa es el empresarial y cómo esto puede afectar a nuestro negocio.

No hacen falta muchos datos, simplemente son necesarios los que nos hablen de la situación real de un potencial cliente

La falta de transparencia es común y eso encarece los procesos. De existir, nos haría ver con claridad que quien no la practica es realmente porque quiere esconder algo. Todo sería mucho más fácil a la hora de valorar los riesgos de cara al crédito y la cartera de clientes.

Falta información económica relevante en muchos informes, también de grandes empresas. Incluso documentos incluidos dentro de la categoría de responsabilidad social corporativa, dejan mucho que desear.

Las empresas cotizadas están obligadas a dar cuenta de sus estados financieros. Cuando pensamos en esas compañías presentes en bolsa, nos vienen a la mente las grandes. Pero también hay pequeñas y medianas que han dado el paso. En todo caso, la eficiencia de los supervisores ha quedado ensombrecida por casos de compañías pequeñas cuyos estados financieros estaban falseados.

El Registro Mercantil es otra fuente de información que nos muestra una fotografía de los estados financieros de nuestros potenciales clientes. Conviene consultarlo si estamos midiendo el riesgo de una operación de crédito.

Es así. Somos muy de aportar información cuando no hay más remedio. Las entidades financieras piden datos de solvencia a la hora de otorgar crédito. Si queremos financiación, no se puede escapar.

Pero no hay que verlo en esos términos. La transparencia es beneficiosa para todos. De vivir en un país más proclive a ella, evitaríamos disgustos.

Mientras la legislación avanza y las mentalidades cambian, es bueno armarse para combatir esta lacra. Desde una empresa podemos hacerlo con seguros de crédito, un instrumento tan útil que no se queda en protegernos ante eventualidades, sino que nos ayuda a que estas no lleguen. ¿Cómo? Con información.

Un seguro de crédito nos ayuda a recabar datos de solvencia del cliente, cuestión crucial a la hora de construir una cartera saneada.

Del riesgo que tomamos a la hora de otorgar crédito depende la solvencia y, en última instancia, la supervivencia de nuestra compañía.

Al mal tiempo buena cara. Falta mucho camino que recorrer en esto de la transparencia. Pero algunos instrumentos y fuentes de datos sí tenemos. Usémoslos para protegernos en la medida de lo posible.

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