Más que Relaciones, Asuntos Públicos

Más que Relaciones, Asuntos Públicos

Autor: Ana Isabel González*

Me incorporé como periodista a la comunicación corporativa, justo en el momento (1989) en que las, hasta ese entonces llamadas gerencias de Relaciones Públicas en las grandes corporaciones en Venezuela, pasaron a llamarse gerencias de Asuntos Públicos. Se trataba de dejar atrás el modelo del departamento que se encargaba de organizar eventos y de mantener una relación con los colegas de los medios y representantes de instituciones de interés, que giraba mucho en torno a encuentros más bien sociales, y pasar a ser las unidades que gerenciarían de manera estratégica la comunicación y las relaciones en apoyo al negocio medular de la empresa.

En Venezuela, país petrolero por excelencia, veníamos de una tradición de gerencias de Asuntos Públicos de primer orden en el sector energético. Se habían heredado las mejores prácticas de las empresas transnacionales que operaban aquí (Creole, Shell) tropicalizándolas y dando cabida a lo mejor del talento nacional en cuanto a diseño gráfico, artes visuales, escritura y producción fotográfica, en publicaciones y productos comunicacionales ejemplares, en cuya producción participaron artistas de la talla de Carlos Cruz Diez, entre otros.

Eran las gerencias de Asuntos Públicos de las petroleras la mejor escuela de comunicación corporativa para los jóvenes periodistas, guiados de la mano de los veteranos de la industria (Raúl Antoni, Luis Moreno Gómez, Carlos Lindorf, entre otros)

Para 1990, bajo ese cambio de paradigma, las gerencias de Asuntos Públicos de la industria petrolera nacional (PDVSA, Maraven, Lagoven, Corpoven) eran unas unidades conformadas por una gerencia de Comunicaciones, una de Relaciones Institucionales, y una de Planificación, en las cuales interactuaban generalmente profesionales de la comunicación social con ingenieros, muy de la industria, que fungían muchas veces como puente con el negocio.

En Comunicaciones, estaba la tradicional unidad de prensa, encargada de las relaciones con los medios, que tenía el reto permanente de lograr que las informaciones que se produjeran fueran realmente de interés para los medios masivos y especializados, de tal manera que se les diera cabida en ellos. Esta relación fue profesionalizándose también, gracias a que en los periódicos empezaron a haber cada vez más colegas especializados en la fuente energética.

Por otro lado, también en Comunicaciones estaban las unidades de producción de impresos, de producción audiovisual y de publicidad. Era realmente un privilegio poder trabajar en ellas con todos los recursos a la disposición para producir in-house noticiarios corporativos, micros de televisión, boletines, revistas, libros, impresos varios para campañas, patrocinar espacios como Dimensión, que traía interesantísimas producciones de televisión internacional a la televisión venezolana, cuando los canales de cable apenas se iniciaban.

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Por su parte, la unidad de Relaciones Institucionales se encargaba de los eventos y obsequios corporativos y la de Planificación. Como su nombre lo indica era de donde salían las directrices de alineación con el negocio, e incluía el área que entonces se conocía como inversión social, en la cual se gestionaban importantes proyectos de infraestructura en las zonas aledañas a las zonas de la operación petrolera. Se trataba de obras viales, de construcción de hospitales u otras iniciativas, responsabilidad del Estado que recaían en la industria petrolera. Cabe destacar que estamos hablando de la industria petrolera nacional, es decir de las subsidiarias de PDVSA, empresa del Estado. En las grandes compañías de la empresa privada en Venezuela, esta área, que empezó siendo de donaciones y filantropía, se desarrolló luego bajo el concepto de responsabilidad social corporativa.

Ya para 1997 empieza el proceso de transformación de la industria petrolera, en el que desaparecen las subsidiarias Maraven, Lagoven y Corpoven y queda solo PDVSA con sus empresas para el negocio, quedando el área estratégica de Asuntos Públicos en cada una de las divisiones, Exploración y Producción, Refinación, etc. y pasando parte de la actividad de producción de medios a lo que se conoció como PDVSA Servicios.

En cuanto al destino de los periodistas corporativos que trabajábamos en la industria, ya desde 1992 se había abierto para nosotros una ventana de oportunidad con el inicio de la denominada Apertura Petrolera, proceso en el cual PDVSA empezaba a asociarse a empresas transnacionales para el desarrollo del negocio a través de figuras que se conocieron como convenios operativos, asociaciones estratégicas, y convenios de exploración a riesgo. Desde dentro nosotros empezamos a cubrir periodísticamente la apertura petrolera, en mi caso desde Maraven pude hacer seguimiento y escribir sobre el nacimiento de las dos asociaciones estratégicas pioneras en la Faja del Orinoco, Petrozuata y Sincor.

Luego estas empresas nacientes y las compañías internacionales como BP, Amoco, Total, entre otras, que se hicieron presentes en nuestro país, empezaron a requerir a los profesionales de Asuntos Públicos en sus filas, y fue para nosotros una excelente oportunidad de reproducir y adaptar las mejores prácticas del área, que se habían ejecutado por décadas en la industria nacional, para esas empresas extranjeras operando en nuestro territorio. El reto era entonces cumplir esa función estratégicamente con equipos más reducidos, trabajando con equipos multiculturales de alta gerencia en la creación de una cultura propia, atendiendo desde la identidad gráfica corporativa, los mensajes y productos comunicacionales, el manejo de los stakeholders de los proyectos y operaciones, hasta los proyectos de responsabilidad social corporativa que debían desarrollar esas nuevas organizaciones.

En mi caso particular estuve en Maraven hasta 1997 y en 1999 me incorporé a la gerencia de Asuntos Públicos de Sincor, habiendo pasado antes por Amoco Venezuela. Fue una época enriquecedora en la cual realmente agregábamos valor como profesionales de la comunicación a la organización para la cual trabajábamos.

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En 2007 cuando el gobierno de Chávez pone fin a la apertura petrolera y nacionaliza las asociaciones estratégicas de la Faja del Orinoco y los convenios operativos, desde adentro de las empresas en las gerencias de Asuntos Públicos vivimos el proceso de desmontaje de la cultura y branding de las empresas y su sustitución por el de una nueva empresa cuya marca estaba cargada en un cien por ciento de contenido “político”.

Fue una interesante experiencia ver cómo la construcción de símbolos y mensajes se adelantaba incluso al cambio real del nacimiento de la nueva empresa, a su constitución y consolidación. Me tocó asistir al desmontaje de todo lo que habíamos creado en cuanto a marca y cultura para Sincor, y poco a poco la función de las gerencias de Asuntos Públicos derivaba en una unidad de apoyo a la realización de eventos de corte partidista.

Poco después me retiré, pero como este país no puede vivir sin sus recursos energéticos, tuve luego, a partir de 2010 la oportunidad de crear, como personal de Repsol, la gerencia de Comunicaciones y Relaciones Externas para el proyecto pionero de gas costa afuera en Venezuela, Cardón IV, operado conjuntamente por Repsol y Eni en el golfo de Venezuela. Aquí de nuevo la actividad de comunicación corporativa fue de importancia sobre todo a lo interno, creando cultura en una joven empresa multicultural, y el mandato y reto era ahora el manejo de los stakeholders del proyecto y la ejecución de proyectos de inversión social, que por ser una licencia de gas, nos eran asignados por PDVSA. Toda una interesante historia que les relataremos más adelante, ya que se sale de la etapa 1990-2010 en la que estamos trabajando ahora. Gracias por leer mis apuntes.

Ana Isabel (al centro) recibiendo un reconocimiento en nombre de "La Hojita" de manos de Edmundo Aular, presidente de la Asoc de Trabajadores de Maraven por la atención de los temas de los trabajadores en el medio corporativo

En la foto: Ana Isabel (al centro) recibiendo un reconocimiento en nombre de "La Hojita" de manos de Edmundo Aular, presidente de la Asoc de Trabajadores de Maraven por la atención de los temas de los trabajadores en el medio corporativo

*Consultora en el área de comunicaciones como freelancer, aportando valor en diseño de estrategias de comunicación y relacionamiento, y en generación de contenido para diversos clientes en países tales como España, México y Argentina, entre otros. Vivo entre Caracas y Buenos Aires.


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