Necesitamos hablar del regreso

Con el avance de la vacunación, las empresas comienzan a perfilar un regreso a las oficinas. Es hora de revisar los modelos y encontrar una nueva forma de trabajar

 ¿Cómo será de ahora en adelante?

Esta pregunta resume el contenido de la mayoría de las conversaciones, formales e informales, que he tenido en las últimas semanas. Pensando en un período pospandemia, ¿qué pasará con los entornos laborales? ¿Se convertirá realmente el home office en una rutina, como apuestan algunas empresas? ¿Las personas tendrán más autonomía para decidir si ir o no a la oficina y cuándo? ¿O en poco tiempo volveremos al escenario que teníamos antes? En medio de tantas dudas, pruebas y experimentos, estoy convencido de que el modelo híbrido cobrará fuerza.

Si al inicio de la pandemia la pregunta era “si” íbamos a adoptar el modelo híbrido, hoy veo que la pregunta ha cambiado. Es: “¿cómo será” en la práctica este nuevo formato?

No tengo la respuesta definitiva, pero estoy seguro de que, durante mucho tiempo, el trabajo mezclará interacciones presenciales y remotas para quienes realizan funciones que no requieren presencia física en la empresa. Después de todo lo vivido y de lo que, con esfuerzo, aprendimos hasta ahora, no creo que haya más espacio para el modelo 100% presencial (a menos que la actividad lo exija). Pero tampoco soy del grupo que defiende el extremo opuesto, que renuncia al medio físico. Para algunos proyectos creativos en equipo, por ejemplo, lo presencial, el cara a cara, puede marcar la diferencia.

Nos llevará un tiempo comprender cómo este nuevo modelo afectará nuestras relaciones. ¿Cuál será la diferencia en la interacción entre los que están dentro y fuera de la oficina? Por mi experiencia antes de la pandemia, creo que quien esté fuera de la oficina terminará teniendo menos chances de hablar, de expresarse.  Al menos esto es lo que sucedía cuando participaba en videoconferencias con mis compañeros de otros países. Los que están fuera a menudo no participan en las discusiones que tienen lugar después de la reunión, mientras comparten un café o en los pasillos. Pero quizás este sea un problema temporal...quizás la tecnología pronto nos sorprenda con herramientas que ni siquiera imaginamos.

La oficina no dejará de ser importante, pero el papel de este espacio cambiará. Será un lugar para fomentar la cultura empresarial. En persona, aprendemos “por ósmosis”. Vemos qué dicen cómo hablan los colegas más antiguos, seguimos la dinámica de trabajo de los demás y podemos capturar el modus operandi de la empresa a través de ejemplos.

Por otro lado, estar en casa también tiene sus beneficios. Durante una pausa para almorzar en familia, recargamos nuestras energías y podemos mejorar nuestra calidad de vida.

Dentro o fuera de la oficina, para que el modelo de trabajo funcione, las reglas deben ser claras. Habrá que establecer qué comportamientos se esperan de los empleados, desde el tiempo para responder un mensaje hasta los días o reuniones a los que deben asistir. También será necesario fomentar la confianza para que las relaciones se desarrollen de manera saludable. Y, por supuesto, será muy importante analizar los feedbacks, aprender de los errores y hacer adaptaciones según las necesidades de cada equipo.

En este contexto, las encuestas climáticas cobrarán aún más importancia. Será cada vez más relevante analizar la información y las métricas de satisfacción del equipo, además de observar comportamientos efectivos, como el número de personas en las salas de reuniones y la circulación en los espacios comunes.

En todo el mundo, en lugares donde se empieza a controlar la pandemia, esta realidad ya está más cerca. En LinkedIn, todavía no tenemos todas las pautas establecidas. Por ahora, tanto en nuestras oficinas de Brasil como en las de México, todavía estamos todos en home office, el 100% del tiempo.

Lo más importante en este momento, en mi opinión, es entender que todo tendrá que repensarse y que solo dentro de un tiempo, sabremos si cualquier decisión que se tome ahora fue (la más) acertada o no, válida solo en el contexto actual o como regla para el futuro. Es hora de experimentar, hacer un balance, digerir toda la transformación que hemos estado enfrentando y construir lo nuevo.