Para seguir comiendo

Para seguir comiendo

Se despierta, hay que comer, y no se puede,  

no se quiere levantar, se quedaría, 

quedaría horizontal hasta que el hambre,  

se levante de la cama por sí sola,  

pero el cuerpo la doblega, se destapa, 

destapado, semi frío y con desnudo, 

sufre un rato y no le gusta para nada.  

 

La acompaña hasta la silla hecha de ropa, 

A través del frío, el piso helado bajo el aire, 

Y asalta el espaldar para abrigarse.  

Por último los pies, derecho al baño.  

 

Acaban el ritual, para que el hambre, 

del baño llegue al fin hasta la mesa.  

La mesa lo alimenta de placer.  

Se llena, lo autoriza a retirarse.  

El hambre le decide el devenir,  

lo sigue alimentando de otras cosas.  

Lo lleva, lo alimenta con imágenes,  

lo pasa por sonidos y lo trae.  

Un hambre que no ingiere su comida.  

La cata, la degusta, nada más.  

La toma, la somete a experimentos.  

Hace mezclas, recetas, soluciones 

inestables, alimentos extranjeros, 

se siente menos ella, pero bien,  

el cuerpo lo festeja, ceba mates.  

 

Festejan y le pide que la siga. 

 

Afuera, pican algo en el camino.  

 

Lugar, seguir comiendo con la gente.  

Mejor si todos comen de la misma,  

(mejor, aunque no coman de lo mismo), 

el hambre se incomoda si el entorno,  

no sigue su manera de comer, 

le surge inanición, pero más hambre,  

son ganas de salir, comer afuera,  

afuera del afuera del entorno,  

y tiene que elegir entre irse sola,  

irse sola con su cuerpo o irse sola,  

y prefiere retirarse con el cuerpo. 

 

En idas y venidas pasa el tiempo, 

(cuando el tiempo no los pasa) hasta la noche, 

donde siguen paseando un rato más,  

se quedan, dormidos, se despiertan,  

se levantan a seguir, seguir comiendo. 


Este poema explora la relación íntima y cíclica entre el hambre y la rutina diaria de una persona. El hambre es presentado no solo como una necesidad fisiológica, sino también como una fuerza motriz que guía y moldea la vida del individuo.

Análisis Temático

1. Rutina y Necesidad: El poema empieza describiendo la lucha matutina entre el deseo de seguir en la cama y la necesidad de levantarse para comer. La batalla entre el deseo de permanecer en reposo y la demanda biológica del hambre refleja la dualidad entre el confort y la necesidad.

2. Proceso de Alimentación: Hay un énfasis en el ritual de comer, que va más allá de la simple acción de ingerir alimentos. El proceso se detalla desde el levantarse, pasando por la preparación, hasta el acto de comer. Este ritual tiene un componente casi ceremonial que va más allá de satisfacer el hambre física, sugiriendo que comer es también un acto de placer y satisfacción emocional.

3. El Hambre como Metáfora: El hambre se personifica y se convierte en una guía, dirigiendo al individuo no solo a comer, sino también a experimentar la vida a través de diferentes estímulos (imágenes, sonidos, sabores). Esto sugiere que el hambre puede ser vista como una metáfora de la búsqueda de experiencias y conocimiento.

4. Conexión Social: La idea de comer con otros resalta la dimensión social de la alimentación. El hambre no solo busca la satisfacción individual sino también la conexión y la comunión con otros, lo que resalta la importancia de la compañía y la interacción social en el acto de comer.

5. Ciclo y Continuidad: La estructura cíclica del poema, que termina como comienza, con el acto de despertar y comer, enfatiza la naturaleza repetitiva y constante de las necesidades humanas. Este ciclo también puede ser interpretado como una representación de la rutina diaria y la perpetuidad de las necesidades básicas.


Análisis Estructural y Estilístico

1. Versos Libres y Ritmo: El poema está compuesto en versos libres, lo que permite una fluidez natural y refleja el flujo continuo del pensamiento del hablante. La falta de una estructura métrica estricta puede simbolizar la naturaleza incontrolable e inevitable del hambre.

2. Imágenes Sensoriales: El poema está cargado de imágenes sensoriales (el frío del piso, la desnudez, el placer de la comida, los sonidos, las imágenes). Estas imágenes crean una experiencia vívida y tangible para el lector, sumergiéndolo en la cotidianidad del hablante.

3. Personificación del Hambre: La personificación del hambre como una entidad que decide y guía la vida del individuo añade una dimensión poética al concepto, elevándolo de una simple necesidad física a un motor existencial.

4. Repetición y Ciclo: La repetición de ciertos temas y acciones refuerza la idea del ciclo constante de hambre y satisfacción, creando una sensación de inevitabilidad y continuidad.

Conclusión

"Para seguir comiendo" es un poema que explora de manera profunda y poética la relación entre el hambre y la vida diaria. A través de imágenes vívidas y una estructura cíclica, el poema no solo habla de la necesidad física de comer, sino también de la búsqueda constante de satisfacción, experiencias y conexión. La personificación del hambre y la descripción detallada de los rituales diarios convierten este poema en una meditación sobre la naturaleza humana y sus impulsos más básicos.

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