Tensiones entre artificio y sentimiento

Tensiones entre artificio y sentimiento

La protección emocional y la búsqueda estética

La literatura, tanto de ficción como de no ficción, presenta una constante tensión entre el artificio (la construcción de una narrativa estilísticamente elaborada) y el sentimiento (la expresión de lo emocional y lo personal). Esta tensión se da en una gama de obras que, si bien pueden parecer similares en sus formas, divergen profundamente en sus intenciones y la relación que mantienen con el autor y el lector.

Las obras artificiosas: Evitar lo autobiográfico como una protección emocional o una búsqueda estética

Las obras artificiosas son aquellas que se centran en la construcción deliberada de una estructura narrativa, donde el estilo, la forma y el artificio priman sobre la espontaneidad emocional. En este tipo de relatos, lo autobiográfico se evita o se oculta de manera intencionada, a menudo como una forma de distanciar al autor de su propia vulnerabilidad emocional.

  • Protección emocional: Para muchos escritores, especialmente aquellos que prefieren mantener su privacidad o su integridad emocional, evitar lo autobiográfico es una forma de protegerse. La literatura puede ser una herramienta para expresar ideas universales, reflexiones filosóficas o exploraciones creativas sin exponerse directamente a la mirada del público. En este sentido, la estructura y el artificio funcionan como una barrera que previene que el lector acceda a lo más profundo y personal del autor.
  • Búsqueda estética: El artificio también puede ser una búsqueda estética en sí misma. El autor no busca expresar una vivencia personal directa, sino experimentar con las formas, las estructuras narrativas o los géneros literarios. La trama puede ser inventada y sus emociones, más que autobiográficas, pueden ser filtradas a través de un lente estilístico que permite una conexión más abstracta con el lector. Aquí, el propósito es lograr una conexión intelectual o estética, donde el juego con la forma es tan importante como el contenido.

Las obras artificiosas pueden incluir estructuras complejas, como tramas no lineales, metáforas elaboradas o construcciones literarias de gran complejidad. A menudo, los personajes y las situaciones son simbolismos de ideas mayores, y no meras representaciones de la experiencia personal del escritor.

Ejemplos de obras artificiosas:

  • "Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez, donde los elementos de la historia, aunque profundamente humanos, son elevados a un plano casi mítico a través del realismo mágico. Aunque sus personajes pueden estar inspirados en situaciones reales, la obra transciende lo autobiográfico para convertirse en un relato universal.
  • "El túnel" de Ernesto Sabato, en la que el autor utiliza una estructura cerrada y obsesiva para explorar las emociones humanas, pero sin un relato directamente autobiográfico.

¿Cómo percibe el lector este distanciamiento? El lector puede percibir este distanciamiento de varias maneras:

  • Intriga: El juego con el artificio puede atraer a lectores que buscan una experiencia literaria más intelectual o estética, estimulando su imaginación y ofreciendo una interpretación más amplia de la trama. El autor se presenta como un creador consciente de su arte y se espera que el lector también sea capaz de desentrañar las capas ocultas del texto.
  • Frialdad o deshumanización: Para otros, el artificio puede generar una sensación de distancia emocional. El lector puede sentir que el autor no se está exponiendo de manera genuina, lo que podría generar una desconexión. Este enfoque puede hacer que el texto se perciba como demasiado racional, lo que impide que se establezca una conexión profunda entre el lector y los personajes o situaciones que se presentan.


Las obras sensibles: Establecer una conexión emocional directa

Por otro lado, las obras sensibles buscan, desde su misma estructura, una conexión emocional directa entre el autor y el lector. Aquí, lo autobiográfico no se evita, sino que se abraza como una forma de autenticidad. El autor se permite entrar en su propio mundo emocional, y a menudo lo comparte sin adornos ni artificios. Esta clase de literatura es íntima, vulnerable y, en muchos casos, profundamente empática.

  • Intención emocional directa: Las obras sensibles tienden a expresarse a través de la autobiografía o de experiencias cercanas al autor. El autor busca transmitir no solo hechos, sino emociones genuinas, utilizando una escritura más directa, sencilla y menos decorada. La idea es que el lector se conecte emocionalmente con el relato, se vea reflejado en las vivencias del autor o, al menos, experimente las emociones descritas de forma tan intensa que se convierta en parte de su propia historia emocional.
  • El acto de vulnerabilidad: En este tipo de obras, el autor se muestra vulnerable, y esa vulnerabilidad se convierte en la puerta de acceso al corazón del lector. El escritor, al no temer al despojarse de artificios, crea un espacio donde la empatía y la identificación son fundamentales. La escritura se convierte en una forma de sanación o catarsis tanto para el autor como para el lector.

Ejemplos de obras sensibles:

  • "Las uvas de la ira" de John Steinbeck, donde la historia de la familia Joad no solo refleja la lucha de los personajes, sino que expresa las emociones crudas de pobreza, sufrimiento y esperanza en el contexto de la Gran Depresión.
  • "La tregua" de Mario Benedetti, en la que el protagonista se enfrenta a su rutina diaria, llena de emociones contenidas, pero con una apertura al sentimiento humano más profundo.

¿Cómo percibe el lector esta cercanía emocional? El lector experimenta una conexión emocional profunda, porque los sentimientos del autor no están ocultos detrás de un artificio, sino que se presentan con total honestidad. Esta exposición emocional puede ser muy cautivadora, porque permite al lector entrar en un espacio personal y experimentar las emociones del autor como propias. Sin embargo, en algunos casos, este enfoque puede hacer que el lector se sienta demasiado involucrado, perdiendo la distancia emocional que algunas personas prefieren al leer. La vulnerabilidad del autor puede generar compasión o incluso incomodidad si las emociones desbordadas resultan demasiado intensas.


Conclusión: La intersección entre artificio y sentimiento

Las tensiones entre artificio y sentimiento reflejan dos polos en el campo literario que, aunque aparentemente opuestos, a menudo se complementan. Las obras artificiosas se enfocan en la estructura y el control de la narrativa, creando una obra literaria que apela más a la mente que al corazón. Son obras que buscan una belleza intelectual, y el distanciamiento de lo autobiográfico puede ser una forma de protección emocional o una búsqueda estética.

Por otro lado, las obras sensibles no temen al desgarramiento emocional. Buscan una conexión más inmediata con el lector, a través de la exposición de la experiencia personal, abrazando lo autobiográfico como un acto de vulnerabilidad y sinceridad.

Ambas formas de escribir son válidas y tienen un impacto profundo en sus lectores. Cada una representa una forma diferente de expresar la humanidad: a través del control o la liberación de las emociones, del artificio o de la sinceridad.

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