POLÍTICAMENTE INCORRECTOS ¡¡¡¡SI!!!!
POLÍTICAMENTE INCORRECTOS ¡¡¡¡SI!!!!
Hace unos meses -muy a mi pesar un poco tarde- me convertí en una especie de ¨groupie¨ del que hasta hace pocos días se desempeñó como embajador de Alemania en Colombia, Peter Ptassek. Además de su compromiso con su labor en los contenidos de sus redes sociales, entrevistas y comentarios trascendió de manera estupenda las funciones de su nivel y analizó con profundidad planteamientos acerca de nuestro país con una sabiduría, entereza y honestidad que en muchas ocasiones pareciera habernos conocido mejor que nosotros mismos. En sus últimos comentarios en “twitter” en territorio colombiano decía: ¨A veces pienso que en algunos tuits tan solo he dicho lo que muchos ya pensaban, pero que no se atrevieron a decirlo. Si se atreven a decir lo que piensan, quizá los demás también lo hagan. ¡ Qué Colombia tendrían! ¡Atrévanse!
Mas allá de la coyuntura del gobierno saliente y entrante hemos tenido suficiente en cuenta que somos una república institucional y que no debemos dramatizar lo que esta sucediendo y sobreactuarnos frente a las conjeturas de la historia, sin desconocer que estamos en un momento diferente. Nuestra imperfecta democracia ha sido fuerte y solo el tiempo nos dirá el resultado de la acción de unos y otros. En este momento de manera arbitraria y como una especie de catarsis personal me confronté un poco frente a la autocensura y los bloqueos mentales que muchas veces hacemos en el sector privado, en las empresas y en nuestros propios entornos para no expresar nada mas allá de lo estrictamente relacionado con el quehacer laboral. Así como se han exportado los sentimientos y las sensaciones también se ha hecho con las posturas políticas y sociales. Siempre he sido activista y quienes han estado un poco mas cerca saben que me encanta la política y la filosofía que hay detrás de todo ello; sin embargo, siempre he sido muy cuidadosa en ¨proteger¨ cualquier manifestación que pueda vulnerar la percepción de mi profesionalismo, así que aquello es un hobbie de esos que atrapan el alma. Hasta ahí mis confesiones.
En ese proceso y ya proyectándolo en los ambientes de trabajo siempre hemos exigido que nadie, ni empleador, ni trabajador, contratista, proveedor manifiesten nada acerca de su sentir social y político. Sus inconformidades o anhelos. Es la prevención continua de ser censurado, excluido y mas aún juzgado en su desempeño profesional. Pese a esos temores, fundados culturalmente y ciertos, hoy en día es urgente que no seamos políticamente correctos y silenciosos. Es hora de que los entornos laborales también sean sitios seguros para pensar y expresarse al respecto e incluso se fomenten las discusiones adultas y responsables sobre nuestro contexto, que incluye el municipio, el departamento y el país en el cual vivimos. Como podemos no saber, opinar, leer o estudiar sobre cosas que pasan en el mundo como por ejemplo que el último fin de semana la OTAN hizo probablemente su manifestación mas contundente y casi beligerante de los últimos cincuenta años por lo menos y que eso que de ladito vemos como una “guerra ajena” nos esta ya afectando mas de lo que queremos e impactará nuestro tejido político, económico y por ende el laboral, fuertemente.
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Ese ánimo de flexibilidad lastimosamente ha contrastado con el pésimo espectáculo de algunos empleadores que decidieron castigar a sus trabajadores por sus preferencias políticas, pues además de la línea penal que cruzaron con sus conductas mostraron su ignorancia como empresarios, su falta de pensamiento estratégico demostrando el desconocimiento del sistema que nos protege a todos y que es la mejor prenda de garantía para que nuestras convicciones, “las de todos”, sean protegidas. Hoy no podemos seguir cometiendo los errores de las generaciones del pasado de seguir dejando ciertas conversaciones inconclusas y guardadas en nuestro un baúl. De eso y aquello no se habla. ¿Cómo conocer la gente? ¿ Cómo conocer sus necesidades? ¿Cómo dar respuesta a sus expectativas? y sobre todo ¿ Cómo tomar decisiones justas y apropiadas para la misma empresa? No se trata de activismo rebelde sin causa. Es un llamado a que hablemos de todo, con argumentos, con respeto, sin comentarios ligeros, buscando fuentes y que estemos preparados a que todas las respuestas no nos gusten. Que no nos subestimemos y tampoco lo hagamos con los demás.
Un líder empresarial o que gestione talento no puede ser un líder abstraído del país, de la sociedad y sin posturas claras de su entorno. Deber ser responsable tanto de sus actos, conocedor de la ley, cumplir con ella y respetar las convicciones de los demás. Hay que apelar a otras formas de relacionarnos como seres humanos y como ciudadanos globales y cívicos que también trabajan y no lo contrario como simples gestores de productividad políticamente correctos e indiferentes socialmente.
Estoy convencida que ese ser de posturas políticas y sociales debe ser compartido, expresado, profundamente respetado y así reivindicando; el libre albedrio es que encontraremos lo verdaderamente correcto y por supuesto como dice mi estimado exembajador Ptassek ¨Atrévanse¨ …Atrevámonos seguro otros lo hacen. Ganamos todos.
Que buen artículo de reflexión, tanto para los empresarios como para cualquier ciudadano!