Por qué algunos empleados odian la Navidad de empresa.

Por qué algunos empleados odian la Navidad de empresa.

El año pasado escribía sobre los motivos por los que algunos Directores de Recursos Humanos odian la Navidad. Ahora toca estudiar los motivos de algunos empleados. Como el de hace un año va mas enfocado a haceros reír que a enseñaros algo. Tal vez consiga las dos cosas.

Vaya por delante la causa principal. Los empleados, en general, odiamos los momentos en los que las empresas que nunca lo hacen, tratan de parecer excesivamente humanas y se preocupan demasiado por nosotros como personas. Ya he escrito varias veces que las empresas no existen, no tienen personalidad sino que su "alma" la demuestran cada uno de los empleados y mas especialmente los directores. Por eso es tan antinatural que se pretenda demostrar una humanidad o una sensibilidad corporativa si ésta no es coherente con la que se vive cada día.

Dicho esto enumero solo algunas razones por las que no debe extrañarnos que algunos empleados eviten estas fechas en las que la empresa deja de ser el gran hermano o el gran padre para convertirse en el gran cuñado.

1. Los despidos. Si, los despidos. Las empresas que creen que los viernes son el mejor día para despedir porque el fin de semana lo cura todo dan la misma función curativa a las Navidades. Además coincide con el fin de año y los ajustes. Estas fechas previas se convierten entonces en un gran viernes. No pasa nada, en dos semanas hacemos una fiesta de empleados y volvemos a decir lo de que son lo mas importante.

2. Los besos y abrazos reiterados. En el plazo de 10 días celebramos Navidad, Año Nuevo y Reyes. En el plazo de solo 10 días nos besamos y abrazamos efusivamente en la oficina con personas a los que nunca besamos ni abrazamos antes. Los hay muy efusivos que además lo refuerzan con un mail con copia a todos los empleados de buena voluntad de la tierra y de las estaciones espaciales. No soy rarito ni me molesta el cariño, al contrario, "yo amo todo el año, no solo esas fechas" (Angel dixit). Espero que me entendáis cuando la misma compañera o compañero  os haga por tercera vez los mismos comentarios sobre el turrón que te empacha, las uvas que se atragantan o el carbón que reciben los malos.

3. El evento largo de Navidad. Ya no se puede decir la cena de Navidad porque casi no se hace. Sea el evento que sea tiene su parte buena, claro que si, pero también su momento parada de los monstruos cuando acabamos sentados en el grupo que no queríamos o el jefe entra en bucle a nuestro lado sobre lo bueno que es en verdad y lo malo que le obliga a ser el puesto. Mejor un brindis rápido o algo así. Si me quiero divertir quedo directamente con mis amigos o compañeros.

4. Los crismas de pésimo gusto en papel o digitales. Antes, cuando se mandaban crismas en papel y sobre grande, la gente se solía picar para ver quién recibía mas y por tanto tenía mas amigos o pelotas (no las de abajo). Da igual el tamaño, motivo o frase moñas, todos deben ser expuestos. A los de papel se han unido ahora los que se reciben por el móvil o por correo con una música horrible y muñecos que se mueven y a veces tienen la cara del empleado en cuestión. También hay que compartirlos. Ves al receptor paseando ese día por la oficina enseñando el móvil a todos para que lo vean y cada vez parece ser la primera vez que lo ve. Invita a pensar que tal vez cada cosa que haga siempre le parezca la primera por un problema de retentiva.

5. Las excusas  detalladas para salir antes. En Navidad todos tenemos cosas familiares que hacer o viajes que emprender. Y todos suelen comenzar antes de la hora de salida. Es normal. Es Navidad. Todos lo sabemos y por tanto no veo necesario dar tantas explicaciones para marcharse un poco antes. Como parte de la familia de RRHH creo que no hay que darlas en esos días. Sin embargo algunos, que no las dan para escaquearse el resto del año, las dan en esas fechas. "Vamos al circo con los "peques" y al día siguiente te cuentan la función para demostrar que era verdad. "Tengo que hacer unas compras de última hora". "Salimos de viaje y ya sabes como se pone la carretera a Zamora" Yo lo se porque soy de allí pero tal vez los demás no tengan el mismo origen afortunado.

6. La resaca. Y las cosas que solo pasan cuando estamos así. Hay una extraña y maldita ley que hace que cuando salimos de marcha una noche hasta tarde al día siguiente nos pases cosas en la empresa. Tratamos de pasar el día con dignidad en nuestro puesto de trabajo concentrados en una tarea que no incluya interacción. Da igual, nos convocan a una reunión en la que presentamos nosotros algo, nos llama el jefe para explicar una hoja Excel muy complicada que no para de moverse, por cierto, o tenemos que entrevistar por sorpresa a 4 candidatos. La resaca es un estado mas frecuente en Navidad.

No sigo porque voy a terminar en la cornisa de un edificio como James Stewart en Qué bello es vivir. Os dejo a vosotros añadir otros motivos.

Solo me queda desearos, de todo corazón, Feliz Navidad¡

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