¿Qué es el trastorno específico del lenguaje?

Dra. Mayluc Martínez*

A qué nos referimos cuando hablamos de lenguaje

Si bien pueden usarse de manera indistinta en la vida cotidiana, los términos lenguaje, lengua, comunicación y habla no son ni significan lo mismo; veamos:

• El lenguaje se refiere a la capacidad o facultad que tenemos los seres humanos para comunicarnos de manera efectiva con nuestros semejantes; comúnmente lo hacemos con palabras (lenguaje verbal), pero no excluye el uso de otros signos.
• La lengua constituye el sistema formal o convencional que empleamos para tales fines; incluye la forma como debe usarse este sistema, es decir, sus normas o reglas de funcionamiento. Puede considerarse como un sinónimo de idioma; aunque no en todos los casos, ya que la lengua de signos no es propiamente un idioma.
• Por su parte, el habla es la producción expresiva, el uso particular de la lengua por parte de un individuo.
• Por último, la comunicación es el acto o proceso durante el cual una o varias personas hacen uso del lenguaje con arreglo a determinados fines.

Los trastornos de la comunicación

En el DSM 5-TR se habla de trastornos de la comunicación para referirse a posibles deficiencias en el lenguaje, el habla y la comunicación en general. Entre estos se incluyen los siguientes:

• trastorno (específico) del lenguaje,
• trastorno de los sonidos del habla,
• trastorno de la fluidez de inicio en la infancia (tartamudeo),
• trastorno de la comunicación social (pragmática),
• trastornos de la comunicación no especificados.

Trastorno específico del lenguaje

De acuerdo con el NIDCD (siglas en inglés del Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación, de los Estados Unidos), el trastorno específico del lenguaje es una “alteración de la comunicación que interfiere en el desarrollo de las habilidades del lenguaje en los niños”, aunque suele prolongarse en la etapa adulta.

También se le denomina trastorno del desarrollo del lenguaje o retraso del lenguaje. Además del habla, es decir, la expresividad, puede incidir en la capacidad para escuchar, incluso en los procesos de lectura y escritura.

Se estima que afecta a un 8 % de los niños en edad preescolar. Se desconocen sus causas, ya que puede estar presente en personas que no tienen pérdida de audición o algún trastorno neurológico subyacente.

Sin embargo, se piensa que hay un vínculo genético, ya que es más frecuente en niños con familiares (padres o hermanos) que presentan trastorno específico del lenguaje o alguna dificultad o retraso en el habla.

Características diagnósticas

Según el DSM 5-TR, las características esenciales del trastorno del lenguaje tienen que ver tanto con las dificultades en la adquisición como dificultades en el uso del lenguaje, manifestándose en deficiencias para la comprensión o producción del discurso, en aspectos específicos (vocabulario, gramática, orden en las oraciones), afectando la comunicación hablada y escrita.

En general, en las personas con trastorno específico del lenguaje, pueden presentarse varios de los siguientes problemas:

• es probable que haya un retraso en la aparición de las primeras palabras;
• tarda más en aparecer la agrupación de palabras en oraciones;
• volumen o variedad de vocabulario más limitada de lo esperado de acuerdo con la edad;
• dificultad para encontrar palabras adecuadas al contexto oracional o situacional;
• uso de oraciones más cortas y menos complejas;
• frecuentes errores gramaticales (por ejemplo, confusiones en los tiempos verbales, sobre todo pretéritos);
• dificultad para producir secuencias de sonidos complejos (sílabas trabadas);
• dificultad para seguir instrucciones largas o complejas;
• poca comprensión de sentidos figurados (juegos de palabras);
• capacidad reducida para brindar información sobre eventos;
• capacidad reducida para narrar una historia con coherencia;
• dificultades en la lectura y escritura.

Comorbilidad y factores asociados

También señala el DSM 5-TR que hay altas tasas de comorbilidad de los trastornos de la comunicación con otros trastornos del neurodesarrollo, como por ejemplo: trastorno del espectro autista, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), trastorno específico del aprendizaje.

Asimismo, el trastorno del lenguaje puede adquirirse o desarrollarse en asociación con algunas afecciones neurológicas (como epilepsia, afasia adquirida o síndrome de Landau-Kleffner). También se asocia con trastorno de la comunicación social (pragmática) y trastorno de los sonidos del habla.

Aun cuando los niños bilingües o multilingües pueden demostrar retrasos o dificultades en la adquisición de destrezas específicas en alguno de los idiomas que maneja, no se considera que esta sea una causa.

Posibles consecuencias y complicaciones

Las personas con trastorno específico del lenguaje pueden adaptarse a su entorno familiar, prefiriendo en ocasiones comunicarse solo con los miembros de la familia u otras personas cercanas; lo que repercute en su socialización, mostrando tendencia al aislamiento.

De igual modo, se puede ver afectado su desempeño académico, en lo que respecta a las habilidades de lectura y escritura y todas aquellas actividades escolares que involucran expresión oral (por ejemplo, disertaciones) o comunicación grupal (trabajos en equipo).

Diagnóstico y abordaje

Si bien el desarrollo de la capacidad de comunicación verbal varía según el grupo familiar, cultural o lingüístico, se debe estar atentos a las señales que indiquen un posible retraso en el lenguaje.

Si se sospecha de trastorno específico del lenguaje, un profesional capacitado para diagnosticar y tratar problemas de habla o de lenguaje (fonoaudiólogo o terapista del lenguaje) puede evaluar las habilidades lingüísticas presentes en el niño. Dicha evaluación incluye:

• observación del evaluado
• entrevistas con padres, cuidadores y/o educadores
• pruebas estandarizadas sobre desempeño (oral y escrito)

El abordaje se debe realizar de manera conjunta, interviniendo tanto en el contexto de la terapia como en el hogar y la escuela. Lo ideal es comenzar cuanto antes.

Las habilidades por consolidar dependerán de los resultados de la evaluación. Entre otros aspectos, se incluyen: elementos de gramática, comprensión y desarrollo de vocabulario, y comprensión de textos.

Comunicación e inclusión

La comunicación es uno de los aspectos claves de la inclusión, toda vez que una persona que presenta dificultad para expresarse, ya sea usando el lenguaje verbal u otros sistemas, llega a experimentar una sensación de aislamiento con respecto al entorno, por lo cual puede pasar a formar parte de esa población vulnerable, en riesgo de ser excluida.

En tal sentido, desde el hogar, la escuela y la comunidad, debemos trabajar en pro de brindar alternativas para que el niño, joven o adulto con trastorno específico del lenguaje pueda interactuar de manera efectiva con sus semejantes, pues todos tenemos algo valioso que comunicar al mundo.

*CEO de la Organización Psicoeducativa TAEO