Qué me enseñó la carpintería que pude aplicar en mi vida?
Me gusta encontrar paralelismos o analogías entre las experiencias que tengo en el día a día con cuestiones emocionales más complejas que a veces cuestan entender.
Estos últimos años estuve trabajando mucho en la carpintería y siento que aprendí mucho más que trabajar con madera. Al ser un oficio, muchos procesos implican arrancar de 0 y terminar con un producto hecho con tus propias manos. Y esa es una de las principales razones por las que disfruto este tipo de trabajo.
A continuación, describo ciertas analogías que fui encontrando y probablemente les sirvan a otros comparando con sus respectivas realidades.
“El mejor martillo no te va convertir en el mejor carpintero, pero el mejor carpintero va a querer usar el mejor martillo”.
Esta frase la leí en un libro y resoné mucho (Getting Things Done, de David Allen). Solemos excusarnos con que no tenemos las herramientas suficientes para realizar un trabajo cuando en realidad siempre se puede empezar a hacer algo. En el caso de la carpintería si quiero construir un simple banco, obviamente voy a hacer un trabajo más rápido y prolijo teniendo una sierra eléctrica. Sin embargo, un serrucho también corta la madera y cuesta bastante menos dinero.
Si tenés en mente un proyecto, es importante ser consciente de que ciertas herramientas van a facilitar tu trabajo, pero muchas veces implica invertir dinero o tiempo. Si no tenés el dinero, vas a tener que invertir el tiempo, y si hay algo en esta sociedad que claramente tiene que cambiar, es nuestra relación con el tiempo. Nos falta paciencia (me incluyo).
Otra realidad es que siempre vas a poder tener una herramienta mejor. Siempre hay una mejor cámara, un mejor celular, un mejor cuchillo, una mejor computadora. Pero esto no quita que probablemente no le estés sacando el mejor provecho a lo que ya tenés. Algo que me sirvió mucho fue implementar el mantra “hacé lo mejor que puedas con lo que tengas”.
La perfección es un arma de doble filo.
En la carpintería me pasa mucho que cada vez que observo un proyecto a punto de terminar, hay algo más para lijar, algún agujero que rellenar, o algún detalle para pintar. Pero esto no determina que el producto no esté terminado.
Hay una frase muy famosa del fundador de LinkedIn que dice: si no estás avergonzado con la primer versión del producto que hiciste, lo lanzaste demasiado tarde.
Mi aprendizaje y recomendación es que nunca dejes de apuntar a hacer un mejor producto o servicio, pero hay que aprender a trazar una línea y pasar de página. Si hay que cambiar algo en el futuro, no es el fin del mundo. Y la próxima vez que lo hagas, vas a haber aprendido.
Recomendado por LinkedIn
La organización es fundamental
Esto es algo que siempre me costó pero también considero que avancé mucho en el último tiempo tanto en el aspecto laboral como personal. Un taller desordenado y sucio afecta mucho en la calidad del proyecto y también la eficiencia del trabajo. No sólo por estar trabajando en una mesada llena de cosas sino que mentalmente estar viendo todo desordenado genera no poder estar enfocado en lo que estás haciendo.
Ya sea tu oficina o lo que esté pasando por tu mente, considero un pilar clave para poder mejorar la situación en la que estés, eliminar lo que no sea necesario. Y con esto también me refiero a las emociones disonantes que no te estén beneficiando a tu salud mental.
La creatividad no trabaja de 8 a 5.
Por experiencia propia, habiendo trabajado en el taller de Rustic Soul en Nueva Zelanda, que fue una de las mejores experiencias laborales que tuve hasta hoy, aprendí que no siempre vas a ser creativo y estar motivado. Tampoco es algo que se puede forzar. Aprendí que es necesario tomar pausas, respirar y salir a la naturaleza, para encontrar el balance. Es importante no seguir presionándonos cuando realmente la cabeza nos dice que necesita parar un poco.
Aprender haciendo
Siempre me gusto aprender cosas nuevas. Soy una persona muy curiosa y cuando algo se me mete en la cabeza es muy difícil que no haga nada al respecto.
Cada persona es diferente y está claro que no todos aprendemos de la misma manera, y es esa una de las causas por las que no coincido con muchas cosas del sistema educativo actual. Es increíble que mucha gente siga pensando que la única manera de aprender algo es yendo a la universidad o aprender en un instituto. Lo que sí coincido es que estas organizaciones generan cierta estructura en tu vida en la que incorporas hábitos cuando te comprometes por lo que para muchas personas el aprendizaje se facilita mucho.
Sin embargo, existen muchas más modalidades de aprendizajes. En el libro “El Lider Resonante Crea Más” escrito entre otros por Daniel Goleman, autor de “Inteligencia Emocional” habla de las siguientes modalidades:
En la carpintería siento que de alguna u otra manera fui saltando de una modalidad a la otra y logré aprender en un año una cantidad de cosas que nunca creía posible. Siempre hay más para aprender, pero si hay algún objetivo de este artículo sería que confíes que con lo que tenés hoy, es más que suficiente para poder empezar.
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