¿Qué son las funciones ejecutivas y cuál es importancia en la educación escolar?

¿Qué son las funciones ejecutivas y cuál es importancia en la educación escolar?

Todos los que trabajamos en educación, alguna vez nos hemos preguntado por qué algunos de nuestros alumnos tienen problemas para idear un plan, mientras otros no son capaces de ejecutarlo y algunos no logran terminar a tiempo las tareas indicadas en ese mismo plan. Idear un plan, organizarlo y ejecutarlo, y después concretarlo en el tiempo indicado son funciones ejecutivas.

Las funciones ejecutivas son procesos cognitivos de alto nivel que nos permiten asociar ideas, movimientos y acciones simples para llevar a cabo tareas más complejas (Shallice, 1988). Descritas inicialmente por la neuropsicóloga Muriel Lezak en 1983, en el 2008 Bauermeister las describió como las actividades mentales complejas necesarias para adaptarse eficazmente al entorno y para alcanzar metas. Es decir, las funciones ejecutivas son las encargadas de dirigir y planear nuestra conducta. 

Las funciones ejecutivas no son innatas al 100%, sino que se van adquiriendo y moldeando a lo largo de la vida y dependen de la madurez de los niños y adolescentes. De hecho, algunas no se terminan de instaurar hasta los 25 años debido a la inmadurez neuronal. 

En la infancia algunos niños pueden "quedarse algo atrás" temporalmente en comparación con sus compañeros. Sin embargo, a medida que crecen tienen menos complicaciones, por lo que hay que resaltar que los problemas con las habilidades ejecutivas no son un diagnóstico ni una discapacidad y que hay estrategias y apoyos que pueden ayudar durante la etapa escolar.

Las tres áreas principales de la función ejecutiva son la memoria funcional, la flexibilidad cognitiva (también llamada pensamiento flexible) y la inhibición de impulsos.

La interacción de estas tres áreas es responsable de una serie de capacidades que incluyen:

  1. Planificación: Es la capacidad que nos permite identificar y organizar las acciones necesarias para alcanzar una meta concreta. Es, por tanto, la hoja de ruta para alcanzar un objetivo, completar una tarea o satisfacer tus deseos. También implica la toma de decisiones acerca de lo que es urgente y lo que es importante y sirve para no perder el tiempo y dirigirse al logro de los objetivos con eficacia.
  2. Organización: Es una de las funciones ejecutivas que nos permite tener la capacidad para poner los medios adecuados y coordinar a las personas y las tareas necesarias para lograr tus objetivos. A diferencia la planificación que es una “hoja de ruta”, la organización incluye el usar medios y relacionarte con personas para llevar a cabo lo que esta en la “hoja ruta”.
  3. Iniciación: Es la capacidad de comenzar una tarea en el momento adecuado. Es diferente a la planificación. No es lo mismo tener un plan, que tener un plan, pero iniciarlo a la hora adecuada o en el momento adecuado para que lo pueda llevar a cabo. 
  4. Manejo del tiempo: Es la capacidad de estimar cuánto tiempo se tiene para realizar una tarea. Implica la distribución adecuada del tiempo disponible para cada tarea, y cómo mantener esa tarea dentro de los plazos establecidos, llevando un control del tiempo consumido y el que queda. Tener internalizado el sentido del tiempo es importante para que las tareas no se queden a medias o se realicen tan rápido que salgan mal.
  5. Persistencia dirigida a la meta: Es una de las funciones ejecutivas que nos permite tener la capacidad de mantenerte firme en la consecución de una meta. Esto implica perseverar a pesar de las dificultades, y que no desanimarse si aparece algún problema o la tarea es parece demasiado pesada, aburrida o complicada.
  6. Memoria de Trabajo: Esta función ejecutiva permite tener la capacidad de mantener la información en la cabeza, de forma transitoria, durante la realización de tareas complejas. Es una función ejecutiva muy importante ya que permite almacenar información y trabajar con ella en base a nuestros objetivos. Además, esta capacidad te sirve para aprovechar las experiencias de aprendizaje previas y aplicarlas a la situación actual y a los problemas que aparecerán en tus proyectos futuros.
  7. Flexibilidad Cognitiva: Esta capacidad nos permite cambiar nuestra atención ante diferentes estímulos. La flexibilidad cognitiva nos permite cambiar nuestra forma de pensar y actuar según las demandas del entorno.
  8. Autoregulación: Es la capacidad de pensar antes de actuar. Es la función ejecutiva que nos permite tener la habilidad de gestionar las emociones, el estado de ánimo y la motivación con el fin de lograr los objetivos, completar las tareas, mantener el control y dirigir el comportamiento hacia la meta propuesta.
  9. Inhibición: Gracias a la inhibición, podemos evitar prestar atención a estímulos irrelevantes y centrarnos en nuestro objetivo. Además, entrenar la inhibición de la respuesta ante una tarea o una situación social sirve para resistir la tentación de decir o hacer algo de lo que después uno se puede arrepentir.
  10. Metacognición: Es la capacidad de razonar y es única y exclusiva de los seres humanos, es el proceso cognitivo superior por excelencia. La metacognición es la capacidad de observar y pensar sobre cómo funcionan habilidades cognitivas propias, y la capacidad de analizar el modo en que piensas para resolver los retos de tu vida cotidiana. Esto implica el automonitoreo y la autoevaluación de tus competencias.

Enseñar y trabajar las funciones ejecutivas es muy importante para que nuestros alumnos se conviertan en adultos con competencias y no adultos con conocimientos. ¡Adultos que puedan adaptarse al permanente cambio del mundo laboral actual!

Para saber como trabajar las funciones ejecutivas en niños y adolescentes te invito a leer mi siguiente post

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