Regresar a la rutina después de unas vacaciones puede ser un desafío, pero también es una gran oportunidad
El tiempo que pasamos “desconectados” nos brinda una perspectiva renovada y una energía que debemos llevar con nosotros al retomar rutina diaria
Es importante que, en este regreso, traigamos con nosotros:
Es esencial preparar el regreso con anticipación y ver las vacaciones no como una pausa en nuestra vida, sino como una inversión en nuestro bienestar. Este tiempo nos permite reconectar con nuestra sensibilidad, emociones, creatividad e intuición, energías femeninas y herramientas esenciales para volver renovados y con nuevos propósitos. Al integrarlas en nuestro día a día, podemos impulsar esa evolución positiva que todos anhelamos.
Aunque tan solo nos quedemos con una practica que no teníamos antes de nuestras vacaciones, ello ya es un éxito rotundo.
Un ejemplo de ello sería:
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· Incorpora actividades al aire libre y ejercicio: Si durante las vacaciones disfrutaste de la naturaleza o de actividades al aire libre y ejercicio, intenta incluir estas prácticas en tu rutina diaria. Un paseo al aire libre durante el almuerzo o el fin de semana puede ayudarte a reducir el estrés y mantenerte activo.
· Prioriza el tiempo de calidad con tus seres queridos: Las vacaciones suelen recordarnos la importancia de pasar tiempo con nuestros seres queridos. Asegúrate de seguir cultivando estas relaciones planificando encuentros regulares, como cenas familiares o salidas con amigos, para no dejar de fortalecer esos lazos.
· Adopta una rutina de desconexión digital: Aprovecha la oportunidad de haber desconectado de la tecnología durante las vacaciones para establecer límites saludables en el uso de dispositivos. Por ejemplo, puedes implementar “horas sin pantalla” antes de dormir o durante las comidas para reducir la sobrecarga digital y mejorar tu bienestar.
· Practica la gratitud diaria: Durante las vacaciones, solemos sentirnos agradecidos por el descanso y las experiencias vividas. Lleva esa gratitud a tu día a día escribiendo cada mañana o noche tres cosas por las que te sientas agradecido. Esta práctica simple puede tener un impacto positivo en tu perspectiva y actitud y con ella alimentas tu intuición y creatividad.
Preparémonos no solo para volver, sino para aplicar todo lo aprendido y vivido durante este tiempo de desconexión. Así, el regreso no será algo negativo y el fin de las vacaciones, sino el comienzo de una nueva etapa, con más fuerza y claridad.