Reinventarse

Alfredo Yánez

En una industria como la nuestra (vale para la suya también) una clave –si no la más importante de todas- es reinventarse constantemente. La monotonía cansa y acaba cualquier relación, y sobre todo, aquellas en las que la evolución tecnológica marca el ritmo, y las dinámicas.

Reinventarse, hasta llagar hoy a los smartphones, es lo que ha permitido a la industria de los teléfonos celulares permanecer vigente. Se les sigue llamando teléfono, aunque hoy por hoy, esa prestación sea una más entre cientos de aplicaciones disponibles en el dispositivo.

Con los contenidos audiovisuales pasa igual. Es necesario reinventarse, porque la evolución tecnológica cada día da más, ofrece más, sirve para más cosas, se hace mucho más masiva. Entonces es imposible pretender que la misma fórmula de hace algunos años vaya a funcionar de la misma manera. El negocio cambió. Quien no lo entienda, aun tendrá una pequeña porción del mercado, pero quedará limitado a ese grupete negado al cambio.

En contraparte, quienes viven el mundo hoy, saben que dentro de unas horas será distinto, y eso los obliga a plantearse un panorama amplio, versátil, con capacidad de adaptación, para que las transformaciones indetenibles sean parte de su oficio, de su propuesta, de su ADN comercial.

Las industrias, todas ellas, deben reinventarse constantemente, porque el cliente –quien quiera que este sea- también se reinventa cada día. También se redescubre, y potencia, y procura nuevas formas de entretenimiento o de supervivencia en esta dinámica de generar contenido, o consumirlo (para los efectos, da lo mismo).

Reinventarse pasa por evaluar constantemente los procesos, por incorporar novedades, por arriesgar, por apostar. Investigar, hacer consultas a agentes expertos, y también a legos, porque quizá nuestro nicho no lo sea tanto, y en el empeño de querer posicionarse en un selecto grupo, se estén perdiendo extraordinarias oportunidades.

Reinventarse, muchas veces supone pensar fuera de la caja, y otras tantas pensar dentro de ella, porque en los modelos de negocio, lo único que es incuestionable es que la registradora siempre tiene que funcionar, y eso solo pasa cuando el cliente se siente atendido y entendido, cuando las propuestas tienen sentido, se ajustan a los tiempos y cumplen con su promesa básica.

Reinventarse implica, cómo no, cambios y transformaciones puertas adentro, lo mismo que ajustes necesarios para asumir decisiones. Es parte de la estrategia que distingue entre productos de moda, y productos o servicios siempre vigentes.

@AlfredoPRODU