Saber bailar con chaqué.
En la memoria de todos aún residen los crudos titulares con los que la prensa -con razones más que fundamentadas- señalaba a Pedri como uno de los jugadores ‘fuera de forma’ la temporada pasada en el FC Barcelona de Xavi. Y es que entre estar fuera de forma y dar exhibiciones descomunales como la que ha dado hoy, hay varios tonos de grises que el canario ha decidido saltarse por completo.
En la noche en la que celebraba su vigésimo segundo cumpleaños, Pedri ha decidido hilar fino en un escenario inmejorable. Hoy el Brest, el equipo revelación de la presente edición de la Champions League con 10/15 puntos, ha sido un auténtico juguete con el que él se ha divertido como ha querido. Todo el juego del Barcelona, y por consiguiente del equipo francés, ha gravitado hoy en torno a él.
Anclado en la base de la jugada y lejos de ser el mediapunta que se presume, el tinerfeño ha participado más que nunca en la creación. La ha movido desde donde ha querido hasta donde ha querido en todo momento. Incluso le ha sobrado tiempo para destapar el bote de los trucos y encandilar a Montjuic con más de un regate hipnótico. Los primeros setenta, con Casadó. Los próximos quince, más adelantado con Gavi de sujeción. Y todo con un sentido y un colmillo atroces. La armonía era tal que no ha sido necesario sumar goles ni asistencias para llevarse una de las ovaciones de la temporada en el 87’.
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Pedri, quien siempre ha sido tildado de no saber brillar en noches importantes, hoy ha decidido convertir el momento coyuntural que vivía el club -dos partidos sin sensaciones ni resultados- en un pequeño badén muy asequible para este todoterreno que ha orquestado Hans-Dieter Flick.
El niño es mayor, y se está graduando partido a partido. Ya viste de chaqué en las bodas. Y la Champions League no es una boda cualquiera: hoy 50.000 han sido los testigos que le han visto lucirlo. Y lucirlo elegante, con soltura. Porque no hay mayor prueba de clase que ver quién se quita la chaqueta y quién no, y nadie mejor que Pedri sabe bailar con chaqué.