Seis ciclos en primera línea - ¡wow!

El metaverso es el sexto ciclo tecnológico que puedo vivir desde el principio y en primera línea: ¡qué afortunado me siento! Creo que este destino recurrente explica en gran parte la atracción que siento por la “next big thing”...

Todavía siento la emoción de jugar Pong en mi televisor en blanco y negro. Agradezco a mi tío por regalarme el legendario Atari y permitirme así vivir el primer paso de los videojuegos (hoy gaming :-). He seguido con los coin op, la PC, las consolas portátiles, el Play Station y finalmente el móvil, viendo cómo se transformaban en una gran industria.

Fueron mis padres quienes nos dieron acceso a la segunda revolución cuando dedicaron la más pequeña habitación de la casa (¡la mía!) al recién llegado Olivetti M24, una PC de escritorio con disco duro de 20 megas y monitor monocromático - suficiente para entrar a la computación personal de la mano de Lotus y una impresora de 9 agujas. Unos 10 años más tarde tendría a mi cargo 12 desarrolladores C++, habiendo completamente “normalizado” esas máquinas tan poderosas: lo que era un prodigio se había transformado en una simple herramienta de trabajo, a servicio de un prodigio aún mayor.

Soy consciente del privilegio y la suerte de haber accedido tan pronto a tecnologías tan avanzadas. También agradezco haber vivido desde siempre la sensación de estar “a la vanguardia” - y quizás sea por esto que me siento bien cuando veo a mi hija de 7 años jugando Roblox… pero me adelanto.

El primer modem me abrió las puertas al tercer ciclo, internet, antes del World Wide Web. Se me hace difícil recordar como era navegar sin browser, pero recuerdo las noches en vela bajando bases de datos o chateando con desconocidos en algún BBS. En esos mismos años 90 terminaría en la junta directiva de una empresa dedicada a la medición de audiencias de internet, saltando rápidamente del disfrute como usuario al involucramiento profesional.

Para el nacimiento de la telefonía móvil ya tenía acceso VIP: en octubre del 2000 estaba en Nokia, a cargo de encontrar contenidos y aplicaciones para los “revolucionarios” teléfonos 2G, y después de vender una solución de acceso móvil al correo electrónico para empresas. Vi como Blackberry nos superaba y salí antes del iPhone - pero no sin haber vivido en primera persona la burbuja de las “punto.com”. Fue clave tener la experiencia directa de la Curva de Gartner: cuando la burbuja estalla, le permite a los futuros ganadores de la categoría trabajar con más calma y menos presión. En esa época, perdí el tren: pensé que iba a ser solo una librería online y vendí mis acciones de Amazon…

El boom de MySpace, precursor de la web 2.0, me encuentra de nuevo en primera línea: estoy en Londres, cómo director de analítica en una multinacional de investigación de medios (tuve que luchar para que la palabra “analytics” figurara en mi cargo - en la época no se hablaba mucho del tema :-). Esa nueva ola me fascinó tanto que unos años más tarde, ya en América Latina, estaría fundando mi propia agencia digital - una larga e intensa especialización en los formatos y estrategias de los nuevos medios. 

Ahora, casi diez años después, el metaverso es la sexta vez que siento esa misma excitación de la nueva frontera. Otra oportunidad para combinar nuevos y viejos conocimientos en una receta experimental - hasta dar con el valor real que la impulse a la adopción masiva. Esta vez, tengo claro que un ecosistema digital se hace entre miles de protagonistas; no nace solo, y tampoco lo pueden hacer unas pocas grandes empresas. Y estoy listo con mi granito de arena: @almetaverso, mi newsletter semanal que puedes recibir suscribiéndote acá.