Stay Focused on What Really Matters

Stay Focused on What Really Matters

¿Quieres ser feliz? Enfócate en lo que realmente importa

Hace pocas semanas que Tim Cook, el CEO de Apple, ofreció el discurso de despedida a los graduados de la generación 2017 del MIT. Se trata fundamentalmente de un testimonio personal acerca de la imposibilidad de crecer como un hombre feliz persiguiendo el éxito.

¿No es un mensaje paradójico viniendo de un hombre tan exitoso como él y siendo dirigido a un grupo de jóvenes que ha sido preparado justamente para vivir exitosamente?

Si lo analizamos, podremos darnos cuenta de que este mensaje hace todo el sentido, incluso si –para hacer aún más notoria la paradoja– el deán introduce diciendo que la diversidad de los graduados se da en todos los sentidos, incluyendo a quienes “invocan al Creador y de Él reciben la fuerza” y a quienes “no tienen ninguna tradición religiosa y sin embargo se reconocen parte de la misma maravillosa familia humana”, mientras que Cook culmina su intervención hablando del papa Francisco.

Lo más interesante es quizá que este invitado de honor ofrece un camino para ser recorrido. ¿El secreto? Poner a las personas en el centro del trabajo, de la tecnología y de la carrera profesional; huir del cinismo que amenaza con atraparnos, salir de la soledad que nos devora y superar la trivialidad que nos adormece.

Se trata de "enfocarse en lo que realmente importa", sin caer en la tentación de que el trabajo y la empatía humana son dos carriles que no deben tocarse nunca.


Amamos los problemas complejos

El discurso inicia subrayando que a los seres humanos que nos hemos comprometido con nosotros mismos nos encantan los problemas complicados. Nos gustan porque "amamos buscar nuevas ideas y, sobre todo, porque amamos encontrar ideas que puedan transformar el mundo".

Y cuando pasamos hacia una nueva etapa, "nos preguntamos a dónde se ha ido todo lo que terminó, cuál es el propósito de las cosas y, sobre todo, cuál es nuestro propio propósito personal".

A cada meta que alcanzamos se despierta una interpelación: una parte de nosotros siente que ha llegado al destino, pero la otra mitad se cuestiona si eso es todo lo que hay.

Así Cook nos comparte el itinerario de un hombre en búsqueda trascendente; una búsqueda que se hizo aún más intensa en el encuentro con Steve Jobs y su provocación de tratar de servir a la humanidad “pensando diferente”: siendo "un loco, un desadaptado, un rebelde, un hacedor de problemas, una clavija redonda en un agujero cuadrado”.

“Servir a la humanidad” fue el propósito que Jobs le transmitió y que le permitió sentirse alineado con la compañía y con un líder que creía que “la tecnología que aún no existía podía reinventar el mundo del mañana”. Fue así que a Cook le transmitió “la necesidad profunda de servir a algo más grande”.

Esto no se mostraba entonces tan claramente, pero le permitía entregarse con totalidad y pasión al cumplimiento de su misión.

“¿Cómo voy yo a servir a la humanidad? Esa es la pregunta más importante que pueda uno hacerse. Si trabajas para algo más grande, encontrarás significado y propósito”.

Esto es algo fundamental, pues estamos viviendo una época en la cual los descubrimientos y aportaciones que realicemos hoy podrán cambiar la vida de millones en el mañana; resolviendo –con ayuda de la tecnología– asuntos tan variados como el cáncer, el cambio climático o la desigualdad. Pero "la tecnología no puede hacerlo sola y en ocasiones es parte del problema".



El hombre es la solución, no la tecnología

Ha sido gracias a un segundo encuentro –esta vez con el papa Francisco– que Cook ha descubierto la siguiente fase del camino.

Ha sido la sorpresa de encontrarse con un jefe de Estado que sobre todo pasa su tiempo con los más necesitados y que sin embargo puede hablar con total autoridad sobre las posibilidades, los riesgos y la moralidad de la tecnología; al punto de permitirle reflexionar sobre un problema que se discute a menudo en Apple, pero que jamás habían enfocado de la misma manera que el Papa: “Nunca antes en la historia la tecnología ha tenido tanto poder y sin embargo nada nos asegura que será utilizada con sabiduría”. Robo, inseguridad, mentira, violencia… han encontrado un vehículo eficaz en la tecnología.

“La tecnología puede hacer cosas grandiosas, pero no puede quererlas”. “Somos las personas las que queremos, las que actuamos conforme a nuestros valores, compromisos, amor a la belleza y la creencia de que nuestros destinos están todos entrelazados.”

Mi preocupación –concluye– no es que las máquinas comiencen a pensar como personas, sino “que las personas comencemos a pensar como computadoras: sin valores, sin compasión, sin preocupación por las consecuencias”, y esa es la responsabilidad de las actuales generaciones.

Nuestra tarea y oportunidad consiste en "infundir humanidad a todo lo que hacemos"; en tener el valor de hacer lo correcto aunque no siempre sepamos si eso va a brindarnos una mayor ganancia.


Fotografías: The Boston Globe; AP, ABC News.


Jose A. del Cueto

Director at Carredana de Empaques, S.A. de C.V.

7 años

Muy buena reflexión Arturo

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