TALENTO: UN CONCEPTO ABSTRACTO

En Taller de Empresas nos planteamos a menudo cuestiones sobre el talento, una etiqueta que llegó para quedarse: Departamento de Talento, captación de talento, retención de talento, formación de talento, etc. Nada que objetar, al contrario, el talento era la moneda del imperio romano de mayor valor. ¡21,6 Kg de plata!

Ahora bien, en el lado humano talento es un concepto abstracto. ¿De qué hablamos cuando nos referimos a él? Normalmente, definimos a personas muy preparadas, con un CV prometedor o que han llegado al nivel de acreditar una carrera brillante en alguna especialidad profesional, porque el talento per se, total, integral o general es utópico, porque lo humano es limitado. Proponemos algunos ejemplos:

• Talento creativo: personas con un alto potencial imaginativo para departamentos de I+D, Marketing, Comunicación. Sin generalizar, sus puntos débiles suelen relacionarse con el orden, la planificación y el rendimiento. En resumen, talento para crear, disfunción para producir.
• Talento resolutivo: personas aptas para afrontar retos, motivadas ante los cambios y prestas para solucionar problemas. Prefieren entornos dinámicos y pueden sentirse inquietas en situaciones rutinarias. Es importante proporcionarles desafíos estimulantes para mantener su compromiso.
• Talento colaborativo: empaquetan y unen al equipo, generan buen ambiente y proponen salidas los fines de semana. Lo suyo es el ¡todos a la una como Fuenteovejuna! Su posición idónea es la de organizar el pelotón en departamentos de administración, atención al cliente, servicio técnico, proyectos, etc. Pueden experimentar dificultades en términos de productividad.   

• Talento productivo, por cierto, poco valorado en algunas empresas en las que el alto rendimiento no se considera talento o, incluso, no está bien visto. Personas calladas, que van a lo suyo, sacan trabajo a espuertas y encima quedan mal con según que jefes porque se van a la hora y peor con los colegas perezosos porque les retratan. Su punto débil: no suelen ser muy sociables y prefieren trabajar de forma independiente.

• Talento para liderar, a veces, el más valorado. Si son personas preparadas, adelante, ya tenemos a alguien que tira del grupo y el grupo les sigue. Punto débil: si no están preparadas se convierten en un peligro. Hay que ponerles vigilancia y, sobre todo, se les debe poner en su sitio porque ¡lidera quien sabe, no quien quiere! No pongas a liderar a alguien que no entiende una cuenta de explotación, un balance o confunde el margen bruto con beneficio.

La gran habilidad en RRHH – Relaciones Humanas - a la hora promocionar o contratar a alguien está en saber qué talento se necesita para realizar una función técnica, productiva, creativa o directiva. Así como el mirlo blanco no existe, la persona perfecta tampoco. En resumen: algún talento tenemos todos, pero debilidades también. Lo bueno es saber cuáles. 

Tengo algunas dudas que me gustaría resolver: en las empresas, cuando hablamos de talento: ¿Disponemos de vectores de medición para valorarlo como se merece o es una etiqueta que se ha impuesto porque innova y queda bien? ¿Valoramos el talento en cada una de sus facetas o lo abstracto supera a lo concreto?