Teletrabajo: ¿Estrategia de gestión de personas o solución temporal?

Como consecuencia de la pandemia de COVID que comenzó en 2020, muchas empresas vivieron lo que podríamos denominar el “boom del teletrabajo”. La mayoría de ellas, por no decir el 100% de las que lo experimentaron por primera vez, adoptaron esta forma de organización del trabajo más por necesidad forzada que por convencimiento. Con grandes esfuerzos por parte de los equipos de soporte IT, los managers y, por supuesto, el global de las plantillas, se consiguió adaptar los procesos de trabajo tal y como el contexto exigía, para no perder el ritmo de la productividad durante aquellos fatídicos meses. 

De todas aquellas compañías que experimentaron dicho boom, ¿cuántas continúan hoy aplicando teletrabajo? Me atrevería a decir que gran parte de ellas, superada la crisis, regresaron a los modelos tradicionales de presencialidad total. El experimento no salió del todo bien. 

Y, ¿por qué? Sencillamente porque no contemplaron el teletrabajo como una estrategia clave en la gestión de personas, sino como un parche temporal ante las circunstancias del momento. 

La puesta en marcha de un modelo de teletrabajo requiere articular un engranaje complejo con la coordinación de los diferentes departamentos implicados, entendiéndolo como un proyecto transversal a la organización. Un proyecto que necesariamente exige definir unos objetivos alineados con los generales de la compañía, unos procesos y fases de implantación, herramientas y competencias digitales. En este punto, además, tendremos que decidir si apostamos por un modelo full remote, híbrido flexible o híbrido pautado.  

Infraestructura IT 

Implementar una infraestructura cloud que facilite el acceso a la información y herramientas de la compañía desde cualquier lugar y cualquier dispositivo. Los softwares más utilizados como las suites ofimáticas conllevan muy poca fricción a la hora de pasarse al cloud, con MS Office 365 o Google Workspace entre las más utilizadas. Las aplicaciones propias de las compañías o aquellas más específicas como sistemas de ERP y CRM, contabilidad, etc., son muy fáciles de subir a la nube mediante soluciones flexibles y adaptables a las necesidades de las empresas. 

Definición de procedimientos 

Detallar y documentar los procesos de trabajo de toda la organización para que los equipos tengan claro qué esperar de cada departamento, cómo solicitar la colaboración del resto, dónde guardar la información y por qué hacer las cosas de una determinada manera y no de otra. 

Comunicación 

Síncrona y asíncrona. Adoptar las herramientas más adecuadas que nos aseguren el contacto constante entre los equipos, el flujo de los datos y la coordinación. En este aspecto, además, cobra especial importancia el cuidado de las personas que se encuentran teletrabajando el 100% del tiempo. 

Hábitos y buenas prácticas 

No todo es tecnología. Formar y “educar” a las personas es, quizá, una de las tareas más complejas dentro del proceso de implementación del teletrabajo. Salir de nuestra zona de confort, desaprender los procedimientos que ya teníamos interiorizados para incorporar nuevas prácticas es, sin duda, una labor complicada. 

Liderazgo  

Por último, es fundamental tener en cuenta que para lograr el éxito del proyecto es imprescindible contar con la implicación de la dirección de la empresa, a cuya cabeza el CEO será la primera figura que “evangelice”. Y, cómo no, contar con el liderazgo implicado (ownership) que acompañe de inicio a fin de los departamentos de people.