No Tenemos Opción: Tenemos que ser Optimistas
Durante algunos años me resistí a la motivación basada en el optimismo, porque me parecía estar cimentada “en un mundo color de rosa”.
Desde la universidad me fui formando como un profesional enfocado al control de procesos, cree mi estructura mental / laboral / personal en función a la medición y mejoramiento de la productividad.
No está mal cuando te has desenvuelto en ambientes industriales y sobre todo cuando te encuentras en la parte productiva, donde tienes que entregar, sí o sí, resultados cada día, cada semana, cada mes, cada trimestre, cada semestre, y por supuesto: con cierres anuales espectaculares.
En aquel entonces, recuerdo perfectamente a uno de los íconos en desarrollo personal en habla hispana, Miguel Ángel Cornejo, con su concepto de “Ser Excelente”.
Cornejo se convirtió en una figura influyente en el mundo de la autoayuda y el crecimiento personal en América Latina.
Sus conferencias y seminarios se centraban en temas relacionados con el éxito, la productividad, el liderazgo y la motivación, y llegaron a miles de personas en todo el continente americano.
Sus enseñanzas se basaban en la idea de que el potencial humano es ilimitado y que las personas pueden alcanzar sus metas y sueños si desarrollan una mentalidad positiva y toman acción.
Te soy sincero, yo literalmente le daba la vuelta a sus contenidos y conferencias, con la idea errónea de que la motivación “no tenía el peso relativo” requerido para mejorar el resultado de un negocio.
En los primeros años de mi experiencia profesional, mi visión era que “un discurso bonito” no podría influir realmente en la médula del colaborador a tal grado que lo incentivara a tener un mejor desempeño. Y hoy sigo en la misma postura, sin embargo cuando las palabras se complementan con acciones y sistemas de gestión, todo cambia.
Estoy hablando de los primeros dos años después después de haber terminado mi carrera profesional, evitaba a toda costa textos motivacionales y conferencias a las que yo denominaba “de rollo”.
Y claro, yo me estaba especializando en management, en donde todo tiene una causalidad y un efecto, todo tiene un método de control, una mejora, etc.
Me enfoqué en el aspecto “duro” de la gestión empresarial: los procesos, los controles, la disciplina que daban como resultante una supuesta productividad de las personas.
Era una ecuación que siempre consideré como elemental y básica:
Resultado= Procesos + Disciplina + Presión + Controles.
Me había quedado corto, estaba observando el todo desde una sola perspectiva. En fin, estaba actuando exactamente igual que muchos profesionales que observaban la realidad sólo desde el lado motivacional, que sobra decirlo tampoco es suficiente.
"Un jefe que sólo ve lo negativo se la pasará preocupado por controlar todo y no perder el “poder” que cree tener. El líder con una actitud optimista se sentirá libre porque sabe bien a dónde va y eso es inspiración pura para su equipo".
Autoliderazgo, el primer paso
A dónde voy con todo esto, ya lo he explicado en otras entregas: El liderazgo primero y antes que nada es balance, es un arte, no un proceso lineal que se aprende a través de un método escrito.
Este balance, comienza desde el autoliderazgo; todo mundo puede ser buen líder cuando “todo está bien”, sin embargo, los verdaderos desafíos para las personas que lideran equipos, comienzan cuando se presentan los problemas o desviaciones en el trabajo y en la vida personal.
Es justo ahí donde sale a la luz el verdadero talante del líder. Cuando afrontamos situaciones complejas es donde, quienes tienen un verdadero enfoque se mantienen en la línea del desarrollo y el resultado.
El autoliderazgo implica la toma de decisiones conscientes y el establecimiento de metas claras, desde una perspectiva interna.
Esto requiere autocontrol, para evitar:
El autocontrol es esencial para mantener la disciplina y seguir adelante incluso cuando enfrentas desafíos.
Es muy probable que hoy te encuentres en una situación desafiante, tal vez perdiste el empleo o estás a punto de, o es posible que tu empresa no camina por donde quisieras, incluso tal vez tu entorno familiar está seriamente perturbado.
Para ti, que te encuentras dentro de lo que parece ser un caos, te lo digo: La opción, y no hay otra, es ser optimista.
Y lo sé, una charla motivadora te podría servir de poco en esta circunstancia, sin embargo, te pido algo, termina esta lectura y verás que operará un cambio en ti…
"Ser optimista no significa resignarse y aceptar todo lo negativo que te está pasando. Significa ser consciente de quién eres y de tu capacidad de seguir adelante a pesar de los tropiezos".
Una historia
Era el 30 de septiembre de 1940, y las calles de Londres resonaban con el aullido de las sirenas antiaéreas y el aterrador estruendo de las bombas alemanas que caían del cielo.
El Reino Unido se encontraba en el epicentro de la Segunda Guerra Mundial, enfrentando una amenaza grave por parte de la Alemania nazi.
Winston Churchill, el carismático líder británico, se dirigía a la Casa del Parlamento en medio de la furia de la Batalla de Inglaterra.
Con una calma y determinación que caracterizaron su mandato, Churchill tomó la palabra en un discurso que pasaría a la historia como un ejemplo de liderazgo en tiempos de adversidad.
“No tenemos otra opción”, proclamó Churchill, mientras el estruendo de las explosiones resonaba en el aire. “Tenemos que ser optimistas. Debemos mantenernos firmes en la creencia de que prevaleceremos, que la luz de la libertad nunca se extinguirá”.
En ese momento crítico, Churchill no sólo estaba inspirando a su nación a resistir con valentía, sino que también estaba articulando una verdad profunda: en medio de la oscuridad, el optimismo puede ser una poderosa fuente de fortaleza.
Su liderazgo infundió esperanza en el corazón del pueblo británico, inspirándolos a enfrentar los desafíos con una determinación inquebrantable.
Churchill había entendido la importancia del optimismo como una fuerza impulsora que puede llevarnos adelante, incluso en los momentos más oscuros.
Ahora, exploremos la base científica detrás del optimismo y cómo esta cualidad propia del ser humano puede ser un faro de esperanza para aquellos que han perdido trabajo, negocio, familia o salud.
Este es un llamado y reconocimiento al esfuerzo y aguante, pero sobre todo, a la capacidad de levantarse de la silla una vez más y ponerse en movimiento a pesar de las adversidades.
Adelante, descubramos juntos el poder del optimismo.
Los Fundamentos del Optimismo
El optimismo no es simplemente mirar el lado brillante de la vida. Es una actitud mental que implica la creencia en un resultado favorable y la esperanza de que las cosas mejorarán, incluso cuando las circunstancias actuales son muy complicadas. No es ignorar la realidad, sino enfrentarla con la confianza de que podemos superarla.
No hay que confundirse, no se trata de vender, ni de venderse “humo” a uno mismo, ni mucho menos quedarse sentado a que las cosas sucedan “porque creemos en que van a salir bien”.
Después de lo que te he compartido hasta este punto, es claro que el optimismo, antes que nada es conciencia de:
Recuerda que no se trata de “ver todo bonito” y con eso van a llegar los resultados, porque la actitud es también acción y no es permanecer en ese lado brillante que comentaba párrafos atrás, y mientras tanto dejar que el mundo arda.
Como todo en la vida, hay que encontrar el equilibrio, de lo contrario, esto también te impedirá avanzar. Ya lo decía Octavio Paz, premio Nobel de literatura: La mucha luz es como la mucha sombra: no deja ver la mirada interior.
Evolución del Optimismo
A lo largo de la historia, el optimismo ha evolucionado de una mera disposición personal a una cualidad respaldada por investigaciones científicas.
En tiempos antiguos, los filósofos como Séneca y los estoicos ya reconocían el valor de mantener una mentalidad positiva. Sin embargo, en la era moderna, la psicología y la neurociencia han arrojado luz sobre cómo y por qué somos optimistas.
Desde hace varias décadas son numerosos los estudios que han abordado el tema del optimismo, entre ellos, el realizado por la Universidad de Stanford, que inició en los años 90, cuando se le realizó un cuestionario a 160 mil mujeres en Estados Unidos, para conocer su nivel de optimismo.
Se les dio seguimiento durante 26 años y en el 2019 los resultados arrojaron que quienes habían obtenido un mayor nivel de optimismo en el cuestionario, habían vivido más tiempo, (algunas participantes ya habían muerto en el transcurso de 26 años) y tenían más posibilidades de llegar en buenas condiciones a los 90 años de vida.
Este estudio tomó en cuenta, obviamente la longevidad, el nivel de estudios, el estatus económico, el nivel de salud integral y en todos ellos, independientemente del nivel en el que se encuentren, se ve impactado de forma positiva al mantener una actitud optimista.
Otros estudios, también realizados con hombres, destacan que los optimistas tienen entre un 11 y un 15% de mayor esperanza de vida que quienes no mantienen esta actitud.
El Optimismo mejora tu Salud Mental
a he venido hablando de la importancia de la salud mental, y el mantener una actitud optimista ante la vida, es una vía para el control de nuestras emociones, y como lo he dicho también, esto no significa reprimirlas o tratar de anularlas, sino la consciencia de ellas para sacarles el mayor provecho.
Revisa los siguientes elementos donde incide el optimismo en la salud mental:
A. Resiliencia Psicológica
El optimismo fortalece la resiliencia psicológica, es decir, la capacidad de afrontar el estrés y superar adversidades. Las personas optimistas tienden a ver los desafíos como oportunidades para crecer en lugar de obstáculos insuperables.
Esta mentalidad les permite mantenerse enfocadas en soluciones y mantener la esperanza, incluso en situaciones difíciles.
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Esto lo tengo bien claro, hay un diferencial bien definido entre las personas que ven la vida en función a problemas y las otras que lo ven con respecto a oportunidades, la resiliencia psicológica alta hace que “pensemos en frio” como decimos en OneSOUL, es decir, con base en la realidad objetiva, con hechos y datos.
¡Cuidado!, la resiliencia psicológica alta no significa cegarse a la realidad y mentalizarse en que todo va a estar bien. Es tomar la realidad con objetividad, coraje y valentía, con la visión de que las cosas van a mejorar siempre y cuando hagamos las acciones necesarias, punto. Y esto, te lo digo claramente, te costará tiempo, sudor y lágrimas.
B. Bienestar Emocional
Como ya vimos, numerosos estudios han demostrado que las personas optimistas experimentan niveles más altos de felicidad y satisfacción en la vida. Al adoptar una perspectiva positiva, se vuelven más capaces de disfrutar de las pequeñas cosas y encontrar alegría en momentos cotidianos.
C. Reducción del riesgo de Trastornos Mentales
El optimismo se asocia con una reducción en el riesgo de desarrollar trastornos mentales, como la depresión y la ansiedad. Las personas optimistas tienden a utilizar estrategias de afrontamiento más efectivas, como el apoyo social y la búsqueda de ayuda profesional cuando es necesario.
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El optimismo mejora tu salud física
Al tener un buen autocontrol mental y emocional, esto te llevará a mantener una buena salud física, al entender que para mantenerte en marcha hacia aquello que sabes que vas a lograr, debes estar al cien por ciento en todas las áreas.
Revisa los siguientes elementos donde incide el optimismo en la salud física.
A. Sistema Inmunológico
La relación entre el optimismo y el sistema inmunológico es fascinante. Estudios han demostrado que las personas optimistas tienen un sistema inmunológico más fuerte, lo que les ayuda a combatir enfermedades y recuperarse más rápidamente cuando se enferman.
B. Longevidad
El optimismo también se ha relacionado con una vida más larga y saludable. Aquellos que mantienen una actitud positiva tienden a cuidar mejor de sí mismos, llevar un estilo de vida más saludable y tomar decisiones más inteligentes en términos de salud.
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La Neurociencia del Optimismo
La neurociencia ha arrojado luz sobre cómo funciona el optimismo en el cerebro. Estudios, utilizando Resonancia Magnética Funcional (fMRI), han revelado que las áreas cerebrales asociadas con la toma de decisiones y la recompensa, como el núcleo accumbens, son más activas en individuos optimistas. Esto sugiere que el optimismo está arraigado en la biología humana y no es simplemente una construcción psicológica.
Esto nos demuestra a su vez, que el hablar de optimismo no es un “cuento color de rosa”, o el estar vendiendo humo, como también hay que decirlo, muchos se han aprovechado y tratan de convencerte de que basta con “pensar positivo” para que todo suceda.
Lo repito, además de pensar en positivo, también hay que actuar en positivo para que los resultados se alcancen.
El mantener una actitud positiva reduce los niveles de cortisol en el cerebro, también conocida como la Hormona del Estrés, que al irse incrementando, con el paso del tiempo afecta la salud mental y de forma importante al sistema inmunológico, además de estar asociada con problemas cardiovasculares graves.
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Un Líder fomenta el Optimismo
Aunque hay elementos biológicos en nuestra especie, el optimismo no es innato. Se debe cultivar y fortalecer con práctica y enfoque.
Para lograrlo, te comparto un método sencillo que te ayudará a ir paso a paso hacia una actitud optimista ante la vida, y tú mismo irás viendo los resultados. Lo he denominado el Método G R A C I A S, porque el optimismo es ante todo un agradecimiento a la vida:
-Gratitud: Reflexiona sobre todo aquello que has alcanzado, tu familia, tus amigos, tu trabajo y agradece. Esto cambiará tu perspectiva hacia lo positivo.
-Red de apoyo: Comparte pensamientos y sentimientos con amigos y familiares, con los miembros de tu equipo y verás que cuando vengan tiempos difíciles, estarán a tu lado para darte fuerza y seguridad.
-Actitud positiva: Ya lo dije, no es esperar que todo suceda por arte de magia, es esforzarte al máximo para que tu liderazgo sea esa magia activa que estás buscando.
-Consistencia: El esfuerzo es diario, claro que habrá algunos “bajones” en tu ánimo, por diversas circunstancias, sin embargo, esto no debe detener tu pasión por hacer las cosas cada día.
-Inteligencia Emocional: Manejar las emociones de forma adecuada significa el que te conduzcan por caminos positivos, donde tengas todo tu sistema nervioso y su infinita capacidad a tu favor.
-Aspiraciones realistas: Tener metas alcanzables y trabajar gradualmente hacia ellas fortalece la creencia en un futuro mejor. Lo repito, optimismo es consciencia, así que empieza con calma y poco a poco ve elevando los objetivos que quieres alcanzar.
-Soluciones integrales: En lugar de centrarte en los problemas, es más útil encontrar soluciones y tomar decisiones de forma integral, es decir, conscientes y sostenibles. Te aseguro que te toma el mismo tiempo clavarte en el problema que en enfocarte en la solución, con resultados totalmente opuestos.
Práctica este método día a día y te aseguro que notarás cambios graduales en tu actitud y en la forma en la que estás dirigiendo, no sólo a tu equipo, sino tu vida.
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Concluyamos
En medio de la incertidumbre y las dificultades, el optimismo se convierte en una herramienta invaluable. Es una actitud que no solo ilumina nuestro camino, sino que también tiene una base científica sólida respaldada por investigaciones en psicología y neurociencia.
Hoy, reconozco y acompaño a aquellos que han perdido trabajo, negocio, familia o salud, admiro su esfuerzo y aguante, sobre todo, celebro su capacidad de levantarse de la silla una vez más y ponerse en movimiento a pesar de las adversidades.
Como dijo Winston Churchill, “No tenemos otra opción, tenemos que ser optimistas”.
Este mensaje trasciende el tiempo y sigue siendo relevante en nuestra búsqueda de una vida más saludable y satisfactoria.
El optimismo no sólo nos ayuda a sobrevivir, sino a prosperar de una manera consciente y con gratitud hacia todo lo que nos rodea.
Enfócate en el modelo G R A C I A S y verás cómo al cambiar tu actitud, agradeciendo lo que ya está y dejando de preocuparte por lo que ni siquiera tienes o por los problemas que no han llegado, vas a sentir más cálido el abrazo de tus hijos, más apasionado el beso de tu pareja, más comprometido a tu equipo, más feliz el ambiente en tu empresa, en fin, más bella la vida, y no es magia, ¡es tu esfuerzo el que opera esta transformación!
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Hoy valoro a y estudio a todos los grandes representantes del optimismo, los contenidos de Cornejo se han convertido en una inspiración.
Ahora, con los años que han pasado, recuerdo de nuevo a Miguel Ángel Cornejo que decía: ¡Únete a los optimistas! Yo ya me uní y voy siempre dispuesto a dar un paso más, con alegría, esperanza y mucha valentía.
Respeto mucho el trabajo que haces, el esfuerzo que le pones a la vida, por eso te invito a trabajar, esto no debe quedar en palabras sino en acciones.
Yo te apoyo
Si tu te encuentras en un bache o en una situación crítica, contáctame, trabajaré con TRES PERSONAS que realmente estén dispuestas a operar un cambio en su mentalidad y ayudarlas a lograr lo que no han podido por si mismos, y claro esto no se cobra, es una aportación de mi parte para desplegar a la realidad todos estos conceptos en personas que realmente quieren operar cambios en su vida y que su situación actual por cualquiera que fuere la razón no se los permite por falta de recurso económico.
Así que si estás en esta situación crítica pero además estás dispuesto a EJECUTAR VERDADEROS CAMBIOS EN TU VIDA, escríbeme un correo:
email: myescas@onesoul.com.mx
Asunto: Mentoría
Cuerpo del correo: Define tu situación actual, aspiraciones y compromisos a los que estás dispuesto.
En un proceso de selección te haré saber si fuiste seleccionado por el mismo medio.
Agradecido por tu compañía en esta lectura…
¿Qué dices, te unes también a ser parte de estos Optimistas?
Leo con atención tus opiniones y te respondo en los comentarios.
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1 añoManuel Yescas Estoy de acuerdo, y agregaría que ser "positivo" no es lo mismo que ser "positivista". El primero busca y crea una solución basada en su esfuerzo y conocimiento de causa, aplicado a cada paso que avanza. El segundo espera que aparezca una solución sin esfuerzo ni conocimiento de causa, aplicado a nada. En resumen, creo que el optimismo debería ser siempre una ACTITUD POSITIVA. 🙏😊
-- asturiana y activista
1 añoHola Manuel acabo de ver su mensaje de hace tiempo. Sufro constantemente saboteos informaticos. Soy muy optimista resiliente empatica.... Quizas demasiaso. Puede ser???
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1 año@wbbwbwhiqjqbwvwqbvwscwvsvwbsbqbwqîvsvwvqvqvqy2h2hhwhwhqhwhwjqhqhqhqhqhqvwvwvwvqvqvqqvqv
Desarrollo de Liderazgo y Formación Directiva - CEO UchiSuárezCoach-Perú🎯 / Líder de RRHH Soy apasionada y creyente que todo ser humano puede transformarse profundamente. El liderazgo comienza primero, por uno mismo.
1 añoMuy buen artículo querido Manuel Yescas 👏👏👏👏! Un abrazo inmenso ✨!
Coach | Excelencia y Servicio | RRHH | Liderazgo#Cultura Organizacional
1 añoMe encantaron especialmente las frases que escribiste en negrita, la del Jefe negativo y la de Ser optimista no significa resignarse. Me encantaría tomarlas para incluirlas en mi libro, me lo permites, se te menciono? Siendo optimista, saldrá en unos meses. Abrazo y gracias por todas las publicaciones fantásticas que nos brindas!