La Epidemia de la Dispersión: Miles Afectados por la Procrastinación (Parte 1)"
Son las 11 de la noche del domingo, después de dos meses ha llegado la fecha compromiso.
A la mañana siguiente, Juan tendría que presentar el resultado de su análisis de la situación actual del nivel de venta de su área comercial así como la propuesta que puede revertir los resultados negativos de los últimos meses.
Así es, después de dos meses completos, se ha llegado el momento y Juan no tiene completo el análisis y mucho menos la propuesta en firme.
Justo en ese momento vienen a su mente sentimientos de frustración y arrepentimiento, Juan se siente muy decepcionado de si mismo, no comprende que ha sucedido.
Lo que está claro es que la enorme emoción y motivación desaparecieron silenciosamente al momento de pasar a la acción.
La historia
En el día uno (al inicio de la fecha compromiso), el Presidente de la compañía le encargó esta labor para que comandara un equipo especial enfocado a analizar la problemática de la venta, las causas raíz de los resultados y por supuesto las contramedidas para mejorar.
Esta era una oportunidad única para Juan, era el momento que que siempre había buscado.
En toda su historia laboral, Juan ha sido una muestra y ejemplo de esfuerzo, de trabajo duro y de constante crecimiento personal.
Está estudiando un MBA, perfeccionando su inglés, y trata de atender lo más posible a su familia.
Juan es el prototipo de un hombre altamente ocupado, siempre va corriendo, trae una cosa sobre la otra, pero se siente con la capacidad de poder con todo.
Tiene 7 meses como Gerente de ventas de su compañía a la cuál ha servido por más de 10 años, "desde abajo", iniciando como vendedor de piso, hasta llegar al nivel más alto en su área.
Cuando el presidente le encomendó esta tarea, la cual obviamente le correspondía de manera natural por su posición, los sentimientos de emoción lo acompañaron, sintió que sin duda era una oportunidad para mostrar sus capacidades y su necesidad de que se observara su nivel de desempeño y de conducción de equipos.
De inmediato empezó a dibujar la estrategia en su mente , pensó: "esto está claro, solo hay que llevarlo al papel.
Se sentía preparado, enfocado, de acuerdo a la fecha compromiso, dos meses le parecían demasiado tiempo, se comprometió con él mismo, se puso la meta de que el siguiente fin de semana iba a tener todo armado para tener completo su informe y la propuesta.
La triste realidad
Por alguna u otra razón Juan fue postergando, hizo lo que tenía que hacer son su equipo, reunió la información, pero cada día que transcurría, "algo pasaba" que no le permitía continuar con el avance programado.
Los primeros días sus actividades habituales lo hacían moverse de su estado de enfoque a tareas sin importancia, pero que sin embargo, de alguna manera justificaban el retraso.
Llegaron las notificaciones, correos, actividades pendientes, y claro la necesaria visita a las redes sociales, para "dispersar la mente" y con todo ello la justificación perfecta de Juan: "estos días si que se juntó todo".
Aquél primer fin de semana, en el que Juan se había propuesto cerrar el tema del informe, "le salió la oportunidad" de hacer un viaje corto a ver la nueva tienda de la competencia a unas tres horas de su localidad.
Ya en el lugar se dijo: "aprovecharé para conocer un poco por esta parte, como iba a desperdiciar esa oportunidad.
Los días siguieron pasando, para el día 7 la emoción por el análisis fue cambiando. Se empezaron a presentar unas breves señales de estrés, "¿que pasa si no termino?, ¿Porqué no he empezado?, "Ya necesito concentrarme".
A su vez, estos pensamientos iniciales de preocupación se acallaban nuevamente con un mar de justificaciones: "al final me quedan tres semanas. Es mejor no correr y analizarlo con calma. SI lo hago apresurado, no saldrá igual. Este tiempo ha sido valioso, he generado nuevas ideas, ahora si, solo hay que ponerlo en el papel".
Juan había caído como en muchas ocasiones sin darse cuenta en un problema de "postergación crónica", en donde no existe aparentemente una razón de vital importancia para dejar de hacer "lo que se tiene que hacer", sin embargo dejaba de hacer las cosas importantes.
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Por desgracia, este enemigo aparentemente oculto está generando frustración y una perdida de productividad individual en las personas en el modo laboral y personal.
Por otro lado, Juan se había hecho el propósito de levantarse todas las mañanas a correr al menos 3 kilómetros sin poder lograrlo, por la misma razón: "No tengo tiempo".
La postergación crónica había afectado muchas áreas de su vida sin darse cuenta, se había centrado en "sacar el día día", pero dejando de lado el porqué y para qué de las cosas.
La decisión de cambiar sin poder hacerlo
El día 8 Juan dijo, "¡basta!, es momento de empezar, encendió su lap top, abrió el procesador de texto y puso el título, se quedó en blanco, pensó: ¿Haré todo el temario, o inicio con la introducción?
Un mensaje entrante, desenfoque, revisión del correo electrónico, "bueno, veamos algo de tik tok"... Dispersión total.
Después de unos minutos, decidió recomenzar, manos a la obra, cómo empezar... ¡momento!, es tiempo de un café, "tal vez la cafeína me enfoque un poco más", pensó.
Cuando da el primer sorbo de café, Juan voltea a ver su reloj, desde el momento en el que había gritado en su mente ¡basta!, habían pasado tres horas, si tres horas, y solamente había escrito el título.
Sintió como su temperatura corporal se incrementaba, estaba ahora irritado, estaba convencido que por alguna razón algo iba mal , los sentimientos de culpa empezaron a agolparse sobre el, sin embargo, se propuso a enmendarlo.
"¡Vamos!, gritó en la mente nuevamente, y con decisión se puso de vuelta en su teclado, decidido a terminar.
Tres minutos después, recuerda que tiene que recoger su traje de la tintorería, dentro de poco tiempo va a cerrar, le quedan unos minutos, se levanta inmediato, va por el, no importa que no lo vaya a utilizar, "lo tengo que recoger".
Convencido que tenía nuevamente una justificación satisfactoria, ya con el traje reluciente y perfectamente colgado en el closet, Juan se decide a continuar con el primer párrafo,
Unos minutos después, una llamada, si, el mismísimo Emiliano, este amigo entrañable que le informaba que estaba llegando a la ciudad el siguiente fin de semana y quería verlo.
Que emocionante expresó Juan, juntarnos después de tantos años. Ni hablar, el reporte iba a tener que esperar, la vuelta del buen Emiliano, no se da todos los meses, ¿o si?, claro que no, se respondió.
La historia continúa hasta llegar al día 59 donde inicio este relato, esta es una historia verídica que se reproduce con distintas circunstancias pero sobre el mismo escenario: la dispersión de la mente y la procrastinación.
Este es hoy en día ya un padecimiento de cientos de miles de profesionales en el mundo laboral, es ya una especie de epidemia que está carcomiendo la productividad individual.
En la actualidad, la dispersión y la procrastinación han alcanzado proporciones alarmantes en el mundo laboral.
La historia de Juan, un gerente de ventas con una carrera exitosa, refleja la lucha muchos profesionales enfrentan diariamente.
La realidad es que Juan no está solo en este dilema. Miles de trabajadores se encuentran atrapados en un círculo vicioso de procrastinación, afectando no solo sus resultados laborales, sino también su bienestar emocional y su equilibrio entre la vida personal y profesional.
A medida que la tecnología avanza, las distracciones se multiplican, y la capacidad de mantener el enfoque se ve amenazada. Este fenómeno no solo está afectando la productividad individual, sino que está dando forma a una verdadera epidemia en la actividad general.
Esta es solo la primera parte de nuestra serie, donde analizaremos en profundidad este problema creciente. En las próximas entregas, nos sumergiremos en estrategias efectivas para combatir la y la dispersión procrastinación y recuperar el control de la productividad en un mundo laboral cada vez más demandante.
Sígueme y sugiere aportaciones, siempre suma valor leerte.
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OPERADOR INMOBILIARIO DE EMPRESAS.
10 mesesLa dispersion es un sintoma de la falta de capacidad adquirida o natural para hacer foco. Sin foco, no hay plan, ni metodo, y mucho menos accion productiva.
MBA | Cadena de suministro |S&OP| S&OE | Transporte | Almacenamiento | Producción | Proyectos | Logistica Inversa | Lean Six Sigma | SAP | Oracle| WMS | TMS | Agile| SCRUM | BASC | Transformación Digital SC
10 mesesManuel Yescas Son duda debo confesarlo me he sentido identificado con el caso que compartes!! Mi dispersión en algunos momentos, falta de foco me jugaron malas pasadas!
CEO I CONSTRUCCIÓN FERIAL Y EVENTOS I OCTOPUS
10 mesesEs un tema muy interesante Manuel Yescas, Realmente es una extrapolación al mundo laboral de la falta de enfoque y dispersión generalizada de nuestra sociedad actual. Su origen me temo que tiene que ver con unos cuantos años, en el primer mundo y con excepciones, sin grandes e importantes conflictos existenciales... Un mucho de vivir cómodamente y con necesidades de segundo orden más que cubiertas... Gracias por ofrecer temas candentes para reflexionar juntos. Lindo sábado
formacion sobre asesoria de empresa
10 mesesBuena reflexión para estudiar en las empresas y universidades donde faltan soluciones en profundidad. Es mi punto de vista de mi experiencia.
--Buscar primero entender antes de ser entendido Sthevey covey 🇩🇴✍🏽⏱️☕🧿
10 mesesGracias Por compartir este artículo lo que hoy en día estamos viviendo con la tecnología es crónica una muerte anunciada. Es grande el desafío en el ámbito laboral como familiar y en toda la esfera de la sociedad es lograr mantener un equilibrio en el buen uso a tecnología y mantenerse enfocado.