Trabajo a distancia: los nómadas digitales (parte II)
Sara Picazo / Periodista y Consultora de Comunicación
El sistema de trabajo de los llamados nómadas digitales (profesionales que trabajan de forma remota mientras viajan) está cada vez más expandido y se estima que en el año 2035 habrá mil millones de nómadas digitales, lo que pone de manifiesto que estamos ante un cambio de paradigma laboral. No obstante, en la práctica esta mecánica de trabajo no resulta tan idílica como en papel y se topa con varios inconvenientes, el principal: no todos los trabajos son aptos para poder desempeñarse de forma remota ni todas las personas son válidas para seguir un estilo de vida nómada. Hablando de este asunto Luís Bernabé, consultor de la empresa de training, coaching y liderazgo profesional, MRC International Training, evidenció que el trabajo a distancia requiere un nivel de responsabilidad, madurez organizativa y profesional que no todas las personas tienen. También hay que tener en cuenta que viajar cansa, y mucho (si no, ¿quién de nosotros no ha necesitado unas vacaciones tras las vacaciones?) y más si lo haces de forma reiterada. El nómada digital tiene que ser una persona resolutiva capaz de gestionar los contratiempos e imprevistos propios de los viajes. Además, se requiere un tiempo de adaptación a la nueva ciudad (nueva moneda, nuevo idioma…) conocer la dinámica del destino, ser capaz de trabajar en diferentes franjas horarias... por lo que se van sumando obstáculos.
Entre los destinos preferidos por estos turistas tecnológicos destaca el sudeste asiático por su buen clima y precios bajos (ciudades como Chai Mang son consideradas su meca). Pero para aquellos que no quieren salir de Europa aunque sí disfrutar del sol y de la playa a lo largo de todo el año con una mayor seguridad, tienen un destino mucho más cercano: Canarias.
Canarias se está convirtiendo en un lugar en alza para estos trabajadores viajeros ya que cubre sus requisitos básicos: buena conexión de red (con Internet de banda ancha hasta 300 Mb), buen clima, calidad de vida, seguridad y un coste de vida asequible. No es casualidad, por tanto, que en Las Palmas de Gran Canaria se organizase el Nomad City, el primer encuentro en España de estas características que reunió durante más de una semana a más de 150 nómadas digitales procedentes de todo el mundo y al que, por cierto, tuve ocasión de asistir. Allí pude charlar in situ con su impulsor, Nacho Rodríguez, quien destacó que el objetivo de este proyecto con vocación de continuidad, es "posicionar la isla como punto de encuentro necesario e ineludible para los nómadas digitales y fomentar el turismo tecnológico". Esta iniciativa cuenta con el respaldo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, del Patronato de Turismo y de la Sociedad de Promoción Económica del Cabildo de Gran Canaria ya que confían en su potencial e impacto positivo para reforzar la isla como destacado destino más allá del turismo tradicional. Tras concluir este evento decenas de nómadas digitales partieron desde la capital de Gran Canaria a República Dominicana para continuar sus hazañas profesionales a bordo del Nomad Cruise, un crucero organizado por Johannes Völkner, un alemán que dirige una de las mayores comunidades de nómadas digitales: WebWorkTravel. Era la segunda ocasión que este crucero destinado a transportar a profesionales nómadas partía desde Canarias y en septiembre lo hará de nuevo, en esta ocasión rumbo a Panamá (por si algún lector decide animarse). La capital de Gran Canaria se sitúa dentro del top ten del ranking mundial sobre “las mejores ciudades para los nómadasdigitales” elaborado por Nomad List (portal de referencia en este segmento).
Pero más allá de las islas, en la península también existen lugares destacados para acoger a estos trabajadores remotos. Es el caso de Sun and Co (Coliving, Coworking, Community), ubicado en el micro clima de Jávea. Tuve ocasión también de hablar con su co-fundador, Jon Hormaetxe, y me llamó poderosamente la atención su afán y entusiasmo por hacer de este espacio de trabajo un verdadero hogar donde los nómadas digitales puedan sentirse como en casa (pese a estar muy lejos de ella) compartiendo no sólo experiencias sino también ayuda mutua en sus respectivos trabajos.
Cabe reseñar también el reciente encuentro llamado “Inspiration Week”, una semana de inspiración donde clarificar ideas y potenciar la creatividad, que ha reunido a finales de abril a trabajadores digitales de todo el mundo en el entorno privilegiado del parque natural del Montseny (Cataluña). El fundador de este proyecto es Stuart Jones, un australiano cuya curiosidad por conocer los diferentes sonidos, olores y sabores alrededor del mundo le llevó a hacer de los viajes su estilo de vida. Jones me aclaró durante el evento que la idea de estos encuentros de Coworkation (palabra resultante de la fusión en inglés de “cowork” y “vacation”) es conectar tanto con uno mismo, como con otra gente afín y con la naturaleza. Está convencido de que “inspirando a la gente en los lugares propicios sólo puede tener resultados inspiradores”.
Querido lector, si has llegado hasta aquí antes de coger tus maletas e irte lejos, muy lejos, te has ganado un consejo parafraseando a Charles Chaplin: "si no quieres trabajar en tu vida, ¡enamórate de tu trabajo!”.