Ayer y hoy, en Elche, que está en fiestas, para escuchar el Pregón popular de Rosana Perán Bazán, VP de Pikolinos y Presidenta de la Confederación Europea del Calzado. Es una excelente noticia que en un país como el nuestro, en el que los directivos y empresarios son tan poco reconocidos, en la séptima ciudad industrial una líder empresarial nacida en la villa de las palmeras sea querida y admirada. Mañana te lo cuento.
Acudo a la web de Psychology Today para interesarme en tres artículos de esta misma semana:
- Tu Paz es tu Poder, de la psicoterapeuta Denise Fournier. Recordemos que las interacciones interpersonales, cuando son difíciles, activan el cerebro visceral (lucha-bloqueo-huida). Para tomar mejores decisiones, hemos de mantenernos en calma. Aviso a l@s coaches: enseñemos a nuestr@s pupil@s a respirar profundamente, a mover la energía a través del cuerpo (por ejemplo, bailando), a salir de la oficina y estar en contacto con la naturaleza (particularmente, me encantan las sesiones peripatéticas, en el exterior) y a cambiar la temperatura (desde unos cubos de hielo entre manos a una ducha fría). La Paz no es un lujo, un privilegio, sino una fuente de Poder. Ni euforia ni disforia.
- Cómo romper la pauta del complaciente, por la Dra. Ilene Strauss Cohen, profesora de la Barry University. Las personas complacientes ("people-pleasers", en inglés) prefieren agradar a los demás que tratarse con respeto y cariño a sí mismas. Una falta de equilibrio en el otro extremo del egoísmo (me gusta recordar que la generosidad está en el justo; la prodigalidad, exceso de generosidad, es un vicio tan tóxico como la avaricia). De nuevo, quienes acompañamos a l@s directiv@s hemos de promover el auto-respeto (trátate bien, con cariño), poner límites, la honestidad dentro de la asertividad y la propiedad emocional (eres dueñ@ de tus emociones y tus actos; celebra la libertad). No se trata de decirle, sino de hacerlo.
- La ansiedad la carga la auto-importancia, por Leon Garber, consejero de salud mental de Brooklyn. Cita a T. S. Elliot: "La mitad del daño que se hace en el mundo se debe a las personas que quieren sentirse importantes. No quieren hacer daño, pero el daño no les interesa".
Cuidado con el perfeccionismo, que desde el psicoanálisis está ligado al masoquismo, que no es querer hacernos daño, sino secreción de dopamina (expectativa de placer) por un trabajo bien hecho. La ansiedad para los perfeccionistas es una compulsión que puede dar lugar, de una forma no deseada, a la depresión. La grandeza no es buena ni mala; es la expectativa lo que puede complicar las cosas.
Paz, Asertividad, Humildad. No son conceptos teóricos; hemos de convertirlos en hábitos cotidianos.