¿Y si mi cambio es a menos, me querrás también?

¿Y si tu transformación personal o la de alguien de tu equipo fuera hacia tener menos protagonismo?

¿Y si lo que quieres es permanecer en segundo plano, la paz y tranquilidad de una vida sin responsabilidades?

¿Porqué cada vez que te hablan de superación personal te viene ese cliché a la cabeza que podría resumir la frase "citius, altius, fortius"?

¿Cuántas veces has escuchado speakers o has visto videos que te animan a seguir, a intentarlo de nuevo, a no desfallecer, a intentar llegar a ese nivel de desarrollo en donde vas a sobresalir?

Si alguna de las preguntas anteriores te ha hecho cambiar el gesto, o te ha hecho reflexionar, o te ha resonado como se dice ahora, te recomiendo que veas la película "Espejo, espejo" Una película mala a mi parecer, pero de la que se puede reflexionar mucho.

Verás en la película a personajes que luchan contra sus voces interiores representadas por su imagen ante el espejo. Verás a personas que quieren dejar salir su verdadero yo, ese que no está coartado por la sociedad, por los clichés, por las risas y las burlas de los demás.

Pero si te fijas, verás también qué ocurre en una empresa cuando conceptos fundamentales para el Bienestar Organizacional como la Diversidad, Igualdad e Integración se afrontan desde posturas recelosas e incluso cobardes. Cuando realmente lo que se está haciendo es subirse a la moda para no quedarse atrás, pero no se rompen esquemas, moldes y estereotipos implantados en la cultura de la empresa. Implantados en nuestra cultura.

Si te animas a ver la película, te invito a que te fijes particularmente en dos perfiles que aparecen en las empresas a las que les está costando aceptar o subirse a la realidad del Bienestar Organizacional: el jefe transaccional, centrado en sí mismo, en la empresa, en el progreso de la misma y en su beneficio, reflejado en los papeles de Susana (María Adánez) y Ernesto (Carlos Bardem).

Verás una aproximación falsa al cambio, una aproximación que no está basada en la realidad sino en seguir la corriente de lo que está pasando alrededor del mundo. Personajes, líderes, que cuando la Diversidad se les va a de las manos quieren dar marcha atrás, permanecen fieles a sus principios y exigen a los demás que permanezcan fieles al pasado maquillado.

En este nivel de desarrollo empresarial es imposible trabajar un buen sentido de Bienestar Organizacional. No está preparada la cúpula empresarial para aceptar y desarrollar los riesgos, sí riesgos, los cambios, las novedades y en definitiva, una nueva forma de sentir, pensar y actuar (en este orden precisamente)

Y por otro lado, el papel (uno de los mejor desarrollados para mi entender de aficionado) de Cristina (Malena Alterio, que de casta le viene al galgo) que lucha contra sí misma y contra todo lo que se le pone por delante por llegar a ser quien siente ser.

Es ese perfil de persona que cuando aparece en la organización puede resultar molesta, porque siempre tiene en la cabeza hacia dónde quiere ir, lo que quiere hacer y pelea por ello. Lo cual no quiere decir que le sea fácil, ni que no le desgaste, ni que siempre tenga resultados positivos y felices.

Memento mori, recuerda que vas a morir

Pero es el perfil que se convierte en motor en tu organización cuando realmente quieres hacer un cambio en profundidad. Son esos perfiles en los que puedes confiar para que te sigan diciendo por dónde vas y hacia dónde vas cuando las cosas se ponen feas.

César, como los generales romanos, al desfilar tenía un siervo que caminaba junto a su caballo repitiéndole la frase "memento mori"

Pues bien, cuando trabajes en Bienestar Organzacional, o más bien cuando estés empezando a trabajar en ello, intenta identificar estos dos personajes. Analiza bien y prepara tu estrategia, porque si bien uno tiene poder y desarrollará falsa armonía, el otro tiene fuerza y te dará visión y energía.