YO MANDO VERSUS YO TE SIRVO: 
EL VALOR DE LA HUMILDAD

YO MANDO VERSUS YO TE SIRVO: EL VALOR DE LA HUMILDAD

¿Alguna vez te has sentido ignorado, desvalorizado o sin voz en un grupo? Estas experiencias nos recuerdan la importancia de la humildad en el liderazgo. La humildad no es debilidad; es la fortaleza de reconocer que no lo sabemos todo, de valorar a los demás y de buscar su bienestar por encima del propio. Como dijo C. S. Lewis: “La humildad no es pensar menos de ti mismo; es pensar menos en ti mismo.”

 

En el ámbito laboral, la soberbia puede mostrarse cuando un líder asigna tareas sin explicar su propósito o sin incluir a su equipo en la planificación. La humildad, en cambio, se demuestra cuando un líder dice: "Tu participación es importante; ¿cómo podemos integrar tus ideas en este proyecto?" Este enfoque fomenta un ambiente de colaboración y respeto mutuo.

  

En el trabajo, también la soberbia puede aparecer cuando alguien menosprecia el esfuerzo de un compañero diciendo: "Si no lo hago yo, no quedará bien." En cambio, la humildad se refleja en un líder que dice: "Gracias por tu contribución; hace una gran diferencia."

 

En el hogar, el valor de la humildad también transforma las relaciones:

  1. Con niños pequeños (menores de 5 años): La soberbia puede manifestarse cuando un padre solo da órdenes sin enseñar. La humildad, por otro lado, guía con paciencia: "Déjame enseñarte cómo hacerlo primero, luego lo hacemos juntos, y después tú lo haces solo mientras te acompaño." Este proceso fomenta la autonomía y la confianza del niño.

 

  1. Con niños mayores (8 a 12 años): A esta edad, los niños empiezan a expresar sus pensamientos. La soberbia aparece cuando los padres desestiman sus opiniones diciendo: "Eres muy pequeño para entender." La humildad se refleja al responder: "Entiendo cómo te sientes; ¿qué piensas que podemos hacer para resolver esto juntos?"

 

3.       Con preadolescentes y adolescentes: Aunque pueden ser percibidos como tercos, no siempre es así. Cuando los padres hablan con respeto y sabiduría, pueden influir positivamente en sus decisiones. Por ejemplo: "Sé que tienes un sueño; déjame explicarte por qué puede ser riesgoso y cómo podrías alcanzarlo de otra manera." Este enfoque les enseña a reflexionar y tomar decisiones responsables. En otras situaciones, el padre podría decirle al adolescente: "Sé que tienes tus razones, hablemos para entendernos mejor y llegar a un acuerdo."

 

4. Con jóvenes adultos antes de que vuelen del nido: La soberbia aparece cuando los padres imponen decisiones sobre la vida de sus hijos mayores, como estudios o carrera, sin escuchar sus deseos. La humildad se refleja al preguntar: "¿Qué es lo que realmente te apasiona? ¿Cómo puedo apoyarte en tus decisiones?"


A toda edad, en tus interacciones con tus subordinados, colegas, equipo o hijos, la clave principal es la humildad. Escuchar, valorar las ideas de otros y guiar con respeto no solo fortalece las relaciones, sino que también inspira confianza y crecimiento mutuo.


Hoy, reflexionemos: ¿en qué áreas podemos dejar de imponer y empezar a servir más? 


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I COMMAND VERSUS I SERVE YOU:

THE VALUE OF HUMILITY

 

Have you ever felt ignored, undervalued, or voiceless in a group? These experiences remind us of the importance of humility in leadership. Humility is not a weakness; it is the strength to recognize that we do not know everything, to value others, and to seek their well-being above our own. As C. S. Lewis said, “Humility is not thinking less of yourself; it is thinking of yourself less.”

 

In the workplace, arrogance can be displayed when a leader assigns tasks without explaining their purpose or without including their team in the planning. Humility, on the other hand, is demonstrated when a leader says, “Your input is important; how can we integrate your ideas into this project?” This approach fosters an environment of collaboration and mutual respect.

 

At work, arrogance can also appear when someone belittles a coworker's effort by saying, “If I don't do it, it won't turn out right.” Humility, on the other hand, is reflected in a leader who says, "Thank you for your contribution; it makes a big difference."

 

At home, the value of humility also transforms relationships:

 

1. With young children (under 5 years old):

Arrogance can manifest when a parent only gives orders without teaching. Humility, on the other hand, guides with patience: "Let me show you how to do it first, then we'll do it together, and then you do it alone while I accompany you." This process fosters the child's autonomy and confidence.

 

2. With older children (8 to 12 years old):

At this age, children begin to express their thoughts. Arrogance appears when parents dismiss their opinions by saying, "You're too young to understand." Humility is reflected by responding, "I understand how you feel; what do you think we can do to solve this together?"

 

3. With pre-teens and teens:

Although they may be perceived as stubborn, this is not always true. Parents who speak with respect and wisdom can positively influence their decisions. For example: “I know you have a dream; let me explain why it may be risky and how you could achieve it in another way.” This approach teaches them to reflect and make responsible decisions. In other situations, the parent might say to the teen: “I know you have your reasons, let’s talk to understand each other better and come to an agreement.”

 

4. With young adults before flying off the nest:

Arrogance occurs when parents impose decisions on their older children’s lives, such as studies or careers, without listening to their wishes. Humility is reflected by asking, “What are you really passionate about? How can I support you in your decisions?”

 

At any age, in your interactions with your subordinates, colleagues, team or children, the main key is humility. Listening, valuing the ideas of others, and leading with respect not only strengthens relationships, but also inspires trust and mutual growth.

 

Today, let’s reflect: in what areas can we stop imposing and start serving more?

 

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AMARCEQO ALICIA

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