Abrazar la incómoda verdad o la dichosa ignorancia
Llevo un tiempo dándole vueltas al tema de la toma de decisiones bajo situaciones de incertidumbre y debido a lo convulso de este último par de años, creo que no he sido el único.
Evito usar el término VUCA porque ya se usa en exceso y se ha convertido en otra palabra de moda, aunque entiendo por qué se ha vuelto tan popular en el mundo que está dejando la pandemia. Mucha gente no sabe que el término no es nuevo para nada. Se originó en el entorno militar para definir el mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo que quedó tras la guerra fría. El término volvió a la luz tras los horribles atentados del 11 de Septiembre del 2001. Ahora se ha quedado como definición de la “nueva normalidad” que, efectivamente, ni es nueva ni es normal.
Por si alguien tiene todavía dudas llevamos una temporada de sequías extremas, contrastada con inundaciones, La tormenta Filomena, enormes incendios en Australia, la plaga de langostas en África, las nubes de polvo del desierto que llegaron hasta México, los constantes huracanes y la pandemia con la consecuente hecatombe sanitaria, social y económica. Esos son los naturales aunque sin duda el hombre tiene algo que ver, pero también los que provocamos los hombre directamente como guerras inacabables, campos de refugiados, la explosión de Beirut, el colapso del canal de Suez o las burbujas que generan crisis económicas. Todo ello es un caldo de cultivo excelente para nacionalismos, populismos, racismo y todo tipo de “ismos”. Y en medio de este espectáculo se les pide a las personas tomar decisiones con implicaciones a largo plazo para su futuro y el de sus familias.
Los economistas del comportamiento y psicólogos evolucionistas han demostrado que la mayoría de decisiones humanas se basan en reacciones emocionales y atajos heurísticos más que en el puro análisis racional y si bien esas reacciones emocionales nos sirvieron en las planicies de la sabana africana, no parecen que sean apropiadas para acertar en la jungla de la era del silicio.
Aceptémoslo, a nivel individual un bosquimano está mejor preparado para sobrevivir en las planicies africanas que un profesor del MIT. Sabe cómo producir su propia ropa, encender fuego desde cero, encontrar agua, cazar animales y escapar de los leones. Si alguna vez han visto el programa de televisión de Discovery Max “Naked and afraid” traducida al español con el contundente título de “Aventura en pelotas”, habrán comprobado lo inútiles que somos en condiciones silvestres.
Individualmente sabemos poco pero como grupo nos hemos convertido en los dueños del mundo y ya no necesitamos saberlo todo de forma individual.
El problema es que las decisiones personales si las tomamos a nivel individual pero hay quien piensa que ni tan siquiera tenemos pensamientos auténticos y personales. . Los profesores S. Sloman y P. Fernbach lo llamaron “La Ilusión de Conocimiento” en su famoso libro. Tal como se le atribuye a Stephen Hawking la frase “ El mayor enemigo del conocimiento no es la ignorancia, es la ilusión de conocimiento".
Así puedes encontrarte discutiendo sobre cambio climático o plantas modificadas genéticamente en feroces debates sin tener realmente idea de lo que estamos hablando, o lo que pasa en Nagorno Karabaj sin saberlo ubicar en un mapa
Los científicos creemos que los datos y los hechos pueden cambiar la opinión pública pero, según estos autores, la mayoría de nuestros puntos de vista están moldeados por el pensamiento grupal comunitario al que pertenecemos más que a la racionalidad individual. A la mayoría de la gente le sobran los hechos ni les gusta que los convenzan. No quieren sentirse estúpidos aceptando su ignorancia. Si lo duda haga el siguiente experimento: pruebe a convencer a su cuñado sobre algo en lo que esté equivocado presentándole informes de expertos. Las reuniones familiares no volverán a ser las mismas.
Por mi parte me empeño en ser realista sobre mi propia ignorancia y reconocer que en la mayoría de aspectos navego sobre la difusa y aterradora frontera entre competencia y torpeza, la mayoría de las veces. Para evitar caer en la incompetencia la recomendación sería tener la humildad de reconocer nuestra gran ignorancia, estar abiertos al aprendizaje y dedicar tiempo a la reflexión. En resumen, tratar de mantener la competencia mientras trabajamos sobre nuestra ineptitud, convirtiendo la ansiedad en energía creativa y la incertidumbre en oportunidad.
Scrum Master, Mentor & Community Lead at ERNI | Clarity Catalyst certified facilitator.
3 añosGran artículo, como siempre nos dejas con ese punto de reflexión. Convertir la ansiedad en energía creativa y la incertidumbre en oportunidad. Gran frase!
🧪🧬 Te ayudo a conocer las pruebas del laboratorio clínico. Soy Patologo Clínico y fundador de Medicina de Laboratorio
3 añosCerrar nuestras brechas del conocimiento, fortalecen nuestras incertidumbres, pero siempre serán eternas ....
Gerente Comercial Wiener Lab Chile
3 añosComo siempre un lujo leer "te", amigo; ensayo y error hasta que duela