Atención y Emociones: Un encuentro cognitivo

Atención y Emociones: Un encuentro cognitivo

Cada día es más difícil para los docentes mantener la atención de nuestros estudiantes, por eso se hace imperioso conocer de que manera funciona a nivel cognitivo la atención.

Hay una frase que dice “intentar enseñar sin conocer cómo funciona el cerebro, es como intentar colocarte un guante sin haber visto nunca una mano”.

Si definimos atención como la forma de enfocarnos en un estímulo dejando pasar otros, lo que necesitamos saber es ¿Cómo logramos que nuestros estudiantes se focalicen en el contenido que queremos que aprendan?, ya que no aprendemos si no le colocamos atención.

Ahora bien, muchos autores han estudiado la atención, tanto así, que hoy se habla de la atención como una función ejecutiva, esto porque involucra el lóbulo frontal de nuestro cerebro, que es donde se producen las funciones cognitivas más complejas.

¿Y las emociones están involucradas en el proceso de atención y aprendizajes?        

La evidencia que hoy se tiene mediante la neurociencia nos dice que claramente sí. Francisco Mora dice “Solo se aprende aquello que se ama”, esto nos revela la conexión que existe entre las emociones y el aprendizaje, me concentro en aprender si me gusta, si llama mi atención, si es motivador.

Ahora la pregunta que surge es ¿solo debo enseñarle aquello que les motive o les guste para lograr su atención?, estamos de acuerdo que no y que seguimos un curriculum establecido ministerialmente. Lo que si podemos hacer como docentes es llevar el contenido lo más atractivo posible, generando interés, curiosidad, motivación, como también crear un ambiente de tranquilidad y seguridad que permitan al estudiante sentirse confiado de sus capacidades.

 

 ¿Y en la práctica cómo lo hago?        

 

Algunas estrategias pueden ser:

1.     Aprendizajes significativos: Relaciona el contenido con experiencias de vida de los estudiantes. Pregunta sobre sus intereses, pasiones y experiencias, y luego incorpora esos elementos en el curriculum.

 

2.     Desafíalos: Diseña actividades que presenten desafíos adecuados a las habilidades de los estudiantes. Esto fomenta la motivación.

 

3.     Utiliza la creatividad: Introduce variedad en tus métodos de enseñanza y actividades. Usa diferentes formatos, como juegos, debates, proyectos creativos, para mantener la atención y estimular la creatividad.

 

4.     Ambiente positivo: Crea un ambiente positivo en el aula. Celebra los logros, fomenta la colaboración y elogia el esfuerzo. Un entorno positivo contribuye al bienestar emocional de los estudiantes.

 

5.     Historias y narrativas: Las historias son poderosas para involucrar emocionalmente a los estudiantes y hacer que el contenido sea más motivador potenciando la curiosidad.

 

6.     Dales opciones: Ofrece opciones y decisiones en las actividades. Permitir que los estudiantes elijan les da un sentido de autonomía y control sobre su aprendizaje.

 

7.     Trabajo colaborativo: Fomenta la colaboración entre estudiantes. Las actividades grupales y proyectos colaborativos pueden generar un sentido de comunidad y apoyo mutuo.

 

8.     Retroalimentación positiva: Proporciona retroalimentación constructiva y positiva. Resalta los logros y mejora continua, ayudando a construir la confianza y la motivación intrínseca.

 

9.     Juega: Incorpora el juego como parte de tu planificación, independiente del nivel, verás que es un elemento motivador para el desarrollo de tu contenido.

 

10.  Habla de emociones: Diseña actividades que permitan a los estudiantes explorar y expresar sus emociones. Esto puede incluir reflexiones escritas, discusiones grupales o proyectos artísticos.

 

Recuerda que cada grupo de estudiantes es único, así que experimenta con diferentes enfoques y observa lo que funciona mejor para tu clase.

 

 

 

 

 

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