Autoconocimiento: la competencia olvidada
¿Puedes encontrar la diferencia entre lo que buscas en la vida y lo que quieres de la vida?
Esta diferencia, sutil y a veces imperceptible, se puede observar entre los conceptos de metas y propósito. Mientras buscamos alcanzar metas de forma regular, pues año con año nos hacemos promesas sobre conseguir determinados hitos, el propósito tiende a ser más a largo plazo. Un lapso de tiempo que roza con lo ideal y muestra del mundo una perspectiva personal.
Identificar una meta puede ser más sencillo que reconocer un propósito. Aún si logras reconocer dicho propósito no implica que sea el adecuado. Esto tiene una razón importante: un propósito que para ser alcanzado necesita que factores externos y fuera de tu alcance actúen, es probable que sea errado. Dicho en otras palabras, un propósito adecuado es aquel que puede ser alcanzado por tus esfuerzos si te mantienes fiel a ti mismo.
Si observas esta idea puedes notar que propósitos como "ser exitoso" resulta ser erróneo, ya que alcanzar el éxito depende de diversos factores más allá de tus propias acciones. Un deportista de alto rendimiento puede proponerse ser exitoso, pero eso no asegura que ganará todas las competencias en las que participa, ya que existen factores, como sus oponentes o el mismo clima, que afectaran su éxito y así ganar las competencias. Puede proponerse en cambio, concentrarse en sus entrenamientos, cuidar su alimentación y ofrecer conscientemente su máximo esfuerzo. Todas estas cosas se encuentran en su control.
Es importante hacer notar que un propósito no es un elemento ajeno a los resultados. Las empresas y las organizaciones se trazan metas que les permiten vivir en un mundo de utilidades financieras donde, el bottom line, existe y se busca. Solo que el propósito reconoce que existen elementos fuera de su control, y más aún, permite mostrar cuanto cada uno de nosotros puede marcar una diferencia.
Esta visión de ser protagonista en tu vida tiene implicaciones que permite generar estrategias y criterios alcanzables pues son diseñados desde la perspectiva donde el actuar consiente se hace presente. Reconocer y decidir cómo responder al mundo externo, es un ejercicio consciente que permite tomar decisiones sobre tus acciones.
cuando logras reconocer que puedes responder al mundo, decidir cómo reaccionar y actuar en consecuencia con tus virtudes, entonces puedes vivir con mayor tranquilidad.
La consciencia te permite observar tu vida actual, reconocer tus conocimientos, habilidades y motivadores.
Una pregunta a la cual me enfrento en mis labores diarias es: siendo un recién egresado, ¿Cómo demuestro respondo a la típica pregunta de fortalezas y debilidades? En general, cuando una persona recién termina sus estudios universitarios posee un grado de madurez de competencias técnicas y humanas. Y estar consciente de este nivel es maravilloso. Aquí justamente se encuentra el autoconocimiento: lograr observar tus habilidades, experiencias y motivadores que te permiten trazar un plan de desarrollo. Mostrar este nivel de competencia permite al reclutador reconocer como podrás incorporarte de mejor forma en la organización.
Para reconocer tu autoconocimiento puedes responder las siguientes preguntas:
- ¿Reconoces la diferencia entre tu yo ideal y tu yo real?
- ¿Logras analizar tus fortalezas y debilidades?
- ¿Cuestionas tu auto-concepto y los prejuicios sobre ti mismo?
¿Es realmente importante para una organización que sus colaboradores desarrollen la competencia de autoconocimiento?
Una persona que reconoce sus fortalezas y que vive de manera coherente con sus valores, puede tener mayor influencia en su comunidad. Cuando reconoce que estas acciones dependen de sí mismo y que puede trazar líneas de acción para vivir el mundo, aunque no logre todas sus metas, podrá encontrar conocimiento, innovación y un propósito que reconoce a los demás como a si mismo. Mike Lucio comparte también algunos elementos sobre la importancia de conocerse, ya que es un ejercicio que más allá de la individualidad, logra impactar organizaciones y comunidades.
Para los estoicos una buena vida era una vida virtuosa. Una persona virtuosa es una persona excelente como ser humano mostrando cuan bien desempeña su función para lo cual los humanos fuimos diseñados. Conocerte te permitirá verte a ti mismo como un ser humano, capaz de ser feliz realizando acciones que están en tus propias manos, aprendiendo del mundo y encontrando en el otro, a un ser humano que también se encuentra buscando su propio propósito.
--Inspirado por la lectura "Estoicismo" de Fred Kofman.
International Business and Foreign Trade Strategist | International Expansion in Mexico | Export and Import Projects | Regulatory Compliance | Marketing and Business Consultant | Entry to Online and Offline Channels
4 añosTotalmente de acuerdo Marco Del Angel, cuando partimos del autoconocimiento podemos maximizar las fortalezas que nos caracterizan como ser humano.