El 8M y El Feminismo: Una lucha Saludable

Nadie puede estar en contra del feminismo. A continuación, describiré, desde la teoría, porque es imposible no ser feminista. Luego, explicaré cuál es el falso feminismo. Finalmente, explicaré como los gobiernos progresistas Latinoamericanos, han decidido resolver los problemas de las mujeres sin en realidad resolverlos.

El feminismo es simplemente una gran herramienta para el mejoramiento de las sociedades. El feminismo, desde la teoría, simplemente implica la igualdad entre hombres y mujeres. La teoría feminista ha sido capaz de acelerar un proceso de evolución hacia una sociedad más tolerante y respetuosa. Pero: ¿qué representa el feminismo desde la teoría? Para determinar este punto hay que hacer un breve y corto análisis de algunos de los conceptos utilizados dentro de la academia. Según Laura Sjoberg y Ann Tickner: “la igualdad de género debe ser una prioridad política no solo porque es un fin importante en sí mismo, sino también porque mejorará las oportunidades de alcanzar otros objetivos políticos y económicos.” (p.170, 2013). Asimismo, Spike Petterson reafirma que el feminismo se trata de permitir alcanzar un mundo con relaciones sexo/género más equitativas (p.36, 2004). Incluso Sarah Smith, en el libro International Relations Theory, explica que el feminismo nace con el objetivo de exponer la violencia de género a la cual la mujer estuvo y está expuesta (p.62 2017). Nadie puede estar en contra del feminismo. El feminismo es una herramienta útil, que ha logrado un avance importante. Sin embargo, hay una instrumentalización del feminismo que irrita. A continuación, describiré cuál es el falso feminismo que irrita.

El falso feminismo es la instrumentalización de la teoría para justificar actos de violencia. Atacar una entidad estatal, o un monumento histórico, no genera ningún cambio estructural en la sociedad para impulsar una transición hacia un sistema en el cual la mujer posea las mismas oportunidades que los hombres. La violencia bajo ningún criterio es justificada por las académicas feministas que simplemente luchan desde la teoría crítica para lograr el objetivo de la igualdad. Ahora bien, cada vez podemos detectar más proliferaciones de este falso feminismo, que simplemente coloca a la mujer lejos del objetivo que realmente importa: la igualdad. Falta mucho trabajo en materia de educación desde el Estado para no solo impulsar los conceptos que realmente importan, sino también para lograr instrumentos útiles para el objetivo primario del feminismo. Un instrumento útil, por ejemplo, son las movilizaciones que se hacen cada día de la mujer, de las cuales nadie se puede oponer porque son un pilar fundamental para el mantenimiento de una democracia saludable. Pero, hablando de los Estados, ¿qué realmente están haciendo en Latinoamérica para asegurar la igualdad de oportunidades y para proteger a las mujeres de la violencia?

Los gobiernos latinoamericanos, en un intento de vestirse de feministas y de aparentar un progreso hacia una sociedad mejor, adoptan la estrategia de la implementación de los ministerios de la mujer. Ya lo hicieron países como: Mexico, Argentina, Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, Guatemala, etc. De los 33 países latinoamericanos y del caribe que forman parte de la CEPAL, 18 tiene un ministerio de la mujer o algún organismo similar que se dedica a velar por los derechos de las mujeres. Analicemos, en algunos casos, si los ministerios han sido capaces de frenar la violencia contra la mujer (objetivo principal del feminismo, de acuerdo a Sarah Smith). Para determinar la efectividad de los ministerios de las mujeres en Latinoamérica se adoptarán aquellos ministerios que se originaron desde el 2010. Los últimos 4 ministerios de la mujer creados han sido en Chile, Ecuador, Argentina y Paraguay. En 3 de los 4 casos ha existido un aumento de los femicidios desde la creación de los ministerios: En Chile aumentó de 34 en 2016 a 43 en 2022, en Ecuador de 197 en 2021 a 332 en 2022 y en Paraguay de 25 en 2012 a 32 en 2022. En Argentina los casos han bajado de 252 en 2019 a 242 en 2022. En otros casos como México, en el cual el instituto nacional de la mujer nació en 2001, el número de mujeres asesinadas (no hay recuento de los femicidios en México en 2001) escaló de 1305 en 2001 a 3754 en 2022.

Podemos observar que los ministerios de las mujeres no deben ser propuestas como la única solución para defender al feminismo y conseguir los objetivos primarios. El Estado debe promover el debate y la concientización. El 8 de marzo es un día histórico, porque continúa una lucha necesaria y obligatoria hacia la igualdad, pero no debemos dejar de pensar en mejores herramientas e instrumentos para que el feminismo logre alcanzar sus objetivos. 

Fuentes:

Sjoberg, L., & Tickner, J. A. (2013). Feminist perspectives on international relations. Handbook of international relations, 170-194.

Peterson, V. S. (2004). Feminist theories within, invisible to, and beyond IR. The Brown Journal of World Affairs, 10(2), 35-46.

McGlinchey, S., Walters, R., & Scheinpflug, C. (2017). International relations theory. (Feminism).