EL DEPORTE, ENTRE LA PASIÓN Y LOS SENTIMIENTOS
Cuando compré mi primera raqueta de marca Rossignol y mis primeros volantes de plástico, estaba lejos de imaginar que jugando en una cancha improvisada en el patio interior del presbiterio abandonado donde vivía a principios de los 90, esta disciplina se convertiría en una pasión más en mi vida. Más tarde, en el 2007, conocí a Philippe, Francis, Gilles y Laurent y decidimos fundar una asociación para fomentar un deporte poco conocido en la ciudad donde me había establecido. Tuvimos una acogida exitosa con la inscripción en menos de 24 meses de unos 80 jugadores lo que nos obligó a obtener para todos un carné oficial de la Federación Francesa de Bádminton (FFBad). Cuando muy contento recibí el mío me apuré a leer los detalles y me di cuenta de que estaba clasificado como veterano 2. Intrigado y descontento, inmediatamente llamé a la secretaría de la Federación para reportar un probable error. -"Pero no hay ningún error señor. Si tiene más de 35 años, se le considera un veterano...” Aunque el anuncio fue brutal no me quedo otra alternativa que resignarme, pero confieso que me tomó algunos días digerir mi nuevo estadio cronobiológico. Por precaución puse mi carné lejos de miradas indiscretas. Así comenzábamos una aventura en la que nos divertimos sin parar mientras corríamos detrás de volantes y sus elipses inciertas. ¡El juego es increíblemente apasionante!
Fuera del terreno de juego descubrimos un mundo simpático y exigente al mismo tiempo: el del voluntariado y su constelación: la del medio asociativo en todas sus dimensiones. Según el sitio web www.associations.gouv.fr, hay 13 millones de voluntarios en Francia, es decir, 1 de cada 4 franceses. ¡formidable! Los jóvenes representan solo el 31% y el numero en el grupo de edad de 50 a 64 años, el más activo, está disminuyendo. El Estado debe tomar medidas rápidamente para evitar que esta tendencia ponga en peligro una red social de primera importancia.
La actividad de nuestra asociación continuo a una cadencia constante; en el 2015, mi tiempo, como responsable de la asociación, había llegado a su término y sin ninguna pretensión diré que cumplí esta misión honorablemente. Elegimos a un nuevo presidente, Laurent, que con todo un equipo de voluntarios -no puedo mencionarlos a todos aquí- ha consolidado la sección juvenil y ha establecido un sistema más exigente con un profesor que refuerza e intensifica el rendimiento de los jugadores. La imagen de nuestra pequeña asociación ha cambiado mucho. En el 2017, Laurent nos presentó a un nuevo personaje, Daniel, discapacitado tras una amputación de ambas piernas. Ambos propusieron un nuevo proyecto: Discapacidad y Deporte Inclusivo, un proyecto se definía como lúdico y solidario a la vez. La idea era muy original, ya que se trataba de hacer jugar simultáneamente a personas válidas y minusválidas bajo el signo del voluntariado, esto lo llaman: la inclusión. El objetivo: evitar cualquier forma de marginación. ¿Por qué no?
En Francia, en el 2019, se contaban 12 millones de personas con discapacidad incluidas en la lista graves y menos graves, según el grado de discapacidad, de estos el 18% se encuentra desempleados, es decir, el doble de la población actualmente sin trabajo. Es difícil imaginar la tragedia que viven las personas con discapacidad, cuando uno no está directa o indirectamente vinculado al problema. La empatía no es suficiente. El Estado lleva años intentando ayudar a estas personas en grandes aprietos a través de organismos especializados, sin conseguir resolver por completo todo, porque la tarea es sencillamente inmensa. Los discapacitados de nacimiento tienen que enfrentarse más aun al oprobio y a veces al olvido a lo largo de sus vidas. Los otros, aquellos que, como consecuencia de un accidente o enfermedad, han tenido secuelas que han cambiado para siempre sus vidas, también se enfrentan a la exclusión en una sociedad que tiene a las apariencias como sinónimo de éxito. El trabajo de los voluntarios puede complementar esta misión tan compleja y evitar que la crueldad se muestre en el espejo de nuestra mala conciencia,
Ahora nuestra asociación lleva un doble emblema y objetivo con brío. La prueba fue oficial la dio cuando, organizó el primer foro Deporte y Discapacidad con la participación de para deportistas de renombre nacional e internacional. Durante una mesa redonda en la que participaron diferentes protagonistas entre: para deportistas, fisioterapeutas, protecistas, psicólogos, voluntarios cuando escuché los conmovedores testimonios de hombres y mujeres excepcionales, sentí invadirme una honda emoción, mientras me repetía a mí mismo, que el coraje es inconmensurable. El logro de esta asociación de voluntarios prueba sin ambigüedades que es posible conciliar la pasión por el deporte con la rehabilitación física y mental de minusválidos. Querer es poder.
Hugo González Carrión