El Laberinto de la Deuda Pública: Reflexiones sobre Sostenibilidad en Tiempos Convulsionados
Transcurridos los días del pre-informe de las finanzas públicas de Chile, en el marco del Capítulo IV del FMI (ver newsletter previo), debemos darnos un espacio para reflexionar respecto del nivel y sostenibilidad de la deuda.
Queramos o no, debemos plantearnos que tan sostenible es el nivel de deuda pública que tenemos, así como la tasa de crecimiento que se ha observado en al menos los últimos tres lustros. Entonces, ¿en qué debemos fijarnos para hacer frente a los compromisos adquiridos?.
Bueno, podemos identificar ciertas variables claves que se entrecruzan, para evaluar la sostenibilidad de la deuda:
1. Crecimiento económico.
Causa y síntoma de la enfermedad. Una baja tasa de crecimiento obliga a destinar parte significativa de los ingresos fiscales al servicio de la deuda; además, a mayor Presión de Gasto, genera una presión para ampliar la cobertura y/o la tasa tributaria.
2. Balance Fiscal.
Cómo en la economía doméstica, familiar y personal, es necesario mantener idealmente superávit, ingresos mayores a los gastos, y en caso de existir déficit, que éste sea moderado y esporádico. Déficits significativos y/o permanentes indican que la capacidad de generar ingresos fiscales cedió a la presión de gastos, lo que complicará el servicio de la deuda.
3. Costo del Financiamiento.
Para acceder a fuentes de financiamientos más baratas, es necesario tener una buena calificación de riesgo. A mayor riesgo mayor será el costo del financiamiento, y a mayor costo de financiamiento mayores dificultades para servir la deuda, lo que incrementa el riesgo; se indexan así las dos variables generando un círculo virtuoso difícil de desvincular.
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4. Relación deuda/producto interno bruto.
El nivel de endeudamiento condiciona toda la economía; se reduce el espacio para gestionar riesgos y aumenta el riesgo país incrementando el costo del financiamiento.
5. Diversificación de la deuda.
Un equilibrio adecuado entre deuda interna y externa minimiza la exposición a riesgos externo y/o internos, según corresponda. Además, acreedores diversificados permiten disponer de un mayor poder de negociación en caso de dificultades en el servicio.
6. Estabilidad política y jurídica.
Un país estable, con gobernanza e institucionalidad fuerte y consolidada facilita la inversión directa e indirecta en la economía, al otorgar un ambiente estable que permite evaluar y decidir con mayor certeza a los agentes económicos.
7. Gestión de riesgos.
Disponer de seguros de precios a commodities permite, así como a los inversionistas, garantizar cierto nivel de ingresos para servir la deuda. Además, contar con una política fiscal contracíclica aumenta brechas en las alternativas de financiamiento al hacer frente a crisis y/o contingencias.
Cada vez que se adquiere deuda, se están comprometiendo ingresos futuros; ahí radica la importancia de garantizar que dicha deuda sea sostenible en el tiempo sin comprometer el bienestar de las futuras generaciones, que pueden ser herederos de oportunidades o de deudas.
¿Qué opinas sobre el equilibrio entre deuda y crecimiento en nuestro país?. ¿Cómo abordarías este desafío?. ¿Crees que es posible implementar políticas que reduzcan el nivel de deuda sin comprometer el crecimiento?. Compárteme tu opinión.
Gerente de Negocios (Sr)
1 semanaSi, claro. Empezando por solucionar situación del número 6. Y, no es necesario sacrificar crecimiento. Saludos, Andrés!