¿Esta silla es tuya?
Esta silla no la he puesto yo, aunque me hubiera encantado hacerlo.
Este paisaje, con las montañas encendidas por la última luz del día, está en la casa de la aldea, en la montaña; mi casa desde hace 11 años y donde me retiro una semana cada mes y medio a estudiar inteligencia artificial, diseñar proyectos, subir montañas y escribir poesía.
Este día, a la ida de la ruta, en mitad del monte, en un paraje espectacular, a kilómetros de cualquier casa, vimos un torrente de agua que caía en una pileta y, justo al lado, en la rama de un árbol, había un vaso de cristal para que la gente pudiera beber.
Imagínate aquello en mitad del bosque.
Por supuesto, bebimos y después enjuagamos el vaso para la próxima persona que pasara por allí (que quizás no lo haga en un año).
Al volver a casa, me encontré con esta silla.
Colocada estratégicamente.
¿Para qué?
Para que quien pase por allí se siente y contemple la belleza.
Bendita misión.
En un mundo en el que vamos tan rápido, es un regalo que alguien nos recuerde que nos tomemos tiempo para admirar la belleza que nos rodea.
No se trata solo de ver, sino de apreciar con todos los sentidos.
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Porque la generosidad no es solo dar, también es preparar el terreno para que otras personas disfruten.
Piensa en la generosidad de quien colocó esta silla.
Alguien que entiende que necesitamos pausas, momentos de quietud para reconectar con nuestro interior (que al exterior le damos un tute que no veas).
Porque en esa quietud es donde realmente encontramos la inspiración, donde las ideas fluyen y el alma se nutre (os lo dice una mujer que hace muchos años que salió de la zona oscura y ahora enseña a hacerlo porque te voy a decir algo, esto va de elegir y cuantas más cosas elijas, menos podrás con ellas).
Aquí no hemos venido a dejar que la vida pase, sino a sentarnos a pensar cómo la hacemos nuestra, a nuestra medida, por todos los demonios.
Así que la próxima vez que sientas que el estrés te consume, recuerda: la vida no es una carrera. Es un viaje que se disfruta mejor a un ritmo lento y consciente, porque solo así eres protagonista (que lo de serlo fuera se nos da muy bien).
Y si no, te vienes a uno de mis cursos y nos sentamos en la silla de las herramientas para gestionarlo.
¿Y tú, qué haces para reconectar contigo y con la belleza que te rodea?
Cuéntamelo, ¡me encantaría saberlo!
Dirección Hotelera «HUMANCENTRIC» #WeAreTheWorldHappinessAmbassadors • Mentora de VISIBILIDAD para marca WOMEN in BUSINESS• Creadora del programa LEADERSHIFT • Mediadora de conflictos laborales por UOC
6 mesesAixxxx cuanto me gusta esa silla 🪑!!!! Un abrazo Yolanda Sáenz De Tejada y Vázquez -Visibilidad femenina ♥️
Bodegas Campoameno
6 mesesMi secreto es algo muy socorrido hoy en día, que no por mucho proclamarse deja de asentarse en muchas ocasiones. Tengo la suerte de vivir en un pueblo manchego a las afueras y procuro todos los días o bien caminar a correr por el campo, donde entre sudor y palpitaciones logro reencontrarme y relativizar lo vivido. Pero siempre viene bien q alguien nos ponga además una silla para contemplar y sosegarse. Gracias por la silla de hoy 🖋️❤️👍🏻