No hay líderes, hay liderazgo.

Tendemos a tener la tentación de transmitir tradicionalmente una imagen estereotipada de un líder. Lo imaginamos como una persona que da instrucciones, ante una audiencia, hablando (no escuchando), rodeado de asistentes que le acompañan. Sentando en una mesa. Disparando órdenes.

Esa imagen del líder "macho" asociada a Perot, Iacocca o Trump.

Creo que sería bueno revisar mi post sobre liderazgo El pato a la cabeza para tener visión en perspectiva.

Esa imagen, una, del líder dominate, nos puede hacer olvidar que la fortaleza de un líder es su capacidad de obtener la fuerza de un grupo. Tal como perfectamente explica Richard Farson en su Management of the Absurd, la fuerza de un grupo se consigue distribuyendo el liderazgo entre sus miembros. La paradoja del liderazgo unipersonal es que al centrar todo en una persona, esa sobredependencia roba el poder al grupo. La respuesta de ese líder omniscente, omnipresente y omnipotente es la microdirección y la dedicación a áreas de control y responsabilidad que en la práctica se traducen en un equivocado uso del tiempo y en un cansancio que realimenta el efecto negativo de ese estilo de liderazgo.

La fuerza de un grupo se consigue distribuyendo el liderazgo entre los miembros de un grupo. La paradoja del liderazgo unipersonal es que al centrar todo en una persona, esa sobredependencia roba el poder al grupo

En realidad un líder no siempre ejerce de líder. En circunstancias de su vida ejerce el liderazgo, en otras es un seguidor. El liderazgo es más algo situacional que una cualidad personal.

Un auténtico líder viene definido por el grupo al que sirve en función de cómo gestiona su interdependencia. Aun me sorprende ver cómo en muchas ocasiones el trabajo de selección de personal en puestos de dirección general busca las p's de las aptitudes en lugar de las c's de las actitudes. Un líder puede cambiar con éxito entre negocios que no conoce porque su misión es sacar con enfoque mayéutico lo mejor del interior de sus equipos, que sí conocen el negocio. De ellos, de sus ideas, participación y compromiso, proviene el éxito y la misión del líder, en mi opinión, es dotar de autonomía, ceder los triunfos y mostrar un propósito.

Recuerdo una entrevista de selección donde al describirme la empresa y las habilidades requeridas para el puesto de Dirección General pregunté "¿y cómo son los propietarios? ¿qué es que para ellos vale y no y qué empresa quieren tener? ¿qué papel juega en ella su gente?" y la respuesta fue "pues no lo sé". Y no hablo de una empresa de selección menor.

En un grupo que trabaja bien no resulta fácil identificar al líder si no es por las charreteras, galones, título, tarjetas y despachos que nos imponemos, símbolos de poder, de jefatura, pero no de autoridad, liderazgo.

En un grupo que trabaja bien no resulta fácil identificar al líder si no es por las charreteras, galones, título, tarjetas y despachos que nos imponemos, símbolos de poder, de jefatura, pero no de autoridad, liderazgo.

El líder sirve, hace la vida más fácil, escucha, facilita, piensa en necesidades. Su trabajo es sacar lo mejor, y es una lástima que no haya más mujeres en esa posición porque la tradición ha asociado esas funciones a su rol tradicional. Si no fuese por el estereotipo de líder dominante, seguramente más mujeres ocuparían posiciones de liderazgo.

Una pregunta, una reflexión. ¿Jacinda Andern es arrogante? ¿Es un modelo de liderazgo?. Entonces...