¿Innovación o Agilidad Estratégica?
La agilidad estratégica es una habilidad altamente demandada para llevar a cabo la gestión del cambio hoy en día, algunos denominan la adaptación como sinónimo agilidad estratégica, bajo el fundamento de que una empresa debe ser ágil para poder adaptarse. Sin embargo, la adaptación necesita de tres factores para existir:
1. La agilidad aparece en el plano estratégico como la forma de capturar oportunidades que se presenten en el mercado en forma rápida. La agilidad es la clave del proceso adaptativo y su inicio, sin embargo se habilita utilizando la flexibilidad y la resiliencia.
2. La flexibilidad es propia del plano operativo y está referida a la adaptación de los sistemas de la empresa a las condiciones cambiantes. Un ejemplo claro es el cambio de los niveles de escala sin afectar calidad y costo.
3. La resiliencia se da a nivel de personas y cultura. Es la habilidad de una organización para progresar y sobrevivir frente a las turbulencias de medio. Es lo que permite que una organización funcione mientras la estrategia hace su trabajo.
Por otra parte, la innovación es una herramienta estratégica la cual es utilizada como la “gestión de moda”, que en realidad forma parte inherente de los procesos estratégicos desde hace mucho tiempo.
La innovación es parte del equipamiento que la estrategia utiliza, debiese estar implícita como un elemento de alta importancia ya que permite la adaptación, reajuste y calibración de las organizaciones a nuevos estados de equilibrio y eficiencia.
Cualquier persona en posición de liderazgo que deba tomar decisiones y gestionar se enfrenta a ambientes complejos, retos e incertidumbre, es allí en donde la agilidad estratégica se convierte una competencia que busca eficientizar recursos para poder alcanzar objetivos, minimizar riesgos y focalizar esfuerzos en tareas correctas, estructuración de procesos simples y en la eliminación de fases que no añadan valor a la cadena o producto final.
La estrategia ágil surge de la necesidad de acelerar y dinamizar el proceso de toma de decisiones, para poder tomar acciones más fundamentadas y en menor tiempo, dada la dinámica que exigen de los entornos globales.
¿Por qué debemos ser ágiles?
Porque estamos en un ambiente complejo en donde nuestro entorno social, tecnológico, legal y cultural cambia de la noche a la mañana, por lo tanto, nuestra estrategia no puede ser un proceso lento y extendido.
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La agilidad en la empresa atiende hoy en día a cambios exponenciales y a tecnologías disruptivas, lo que requiere un “nuevo management”.
Componentes clave para el desarrollo de la agilidad estratégica
1. Los procesos, deben ser comprensibles, accesibles y flexibles con el fin último en dinamizar el performance organizacional.
2. Jerarquía organizacional, debe poseer connotaciones auto gestionables, y con capacidad de empoderar a las personas con un funcionamiento similar a los startups.
3. Gestión de conocimiento, cómo se ajustan y se comportan las personas que conviven y colaboran en una organización, así como la forma en que la misma organización aprende y gestiona el conocimiento.
El resultado de utilizar agilidad estratégica desencadenará en la construcción de una organización activa y ajustable, en donde los procesos, políticas y formas de comunicación evolucionen a estados de adaptación constante generando propuestas de valor en los productos o servicios desarrollados.
Ejemplo de lo anterior son empresas como Apple y Amazon, su agilidad estratégica para capturar rápidamente las oportunidades destaca y de esta forma satisface la demanda producto de esa oportunidad detectada.
Amazon lo hace a través de la compra de diferentes empresas realizando ajustes dentro de su modelo de negocio, y Apple hasta ahora lo ha hecho a través de la creación de industrias en forma disruptiva, pero dando respuesta a las oportunidades latentes en los mercados.