NO JUZGUES A ALGUIEN POR SU CONDICIÓN ACTUAL (El poder de escuchar)
La vida le enseña a cada quien algo distinto. De una misma experiencia dos personas perciben algo diferente.
Como la historia del padre con dos hijos.
Uno de ellos creció viendo a su padre tomar alcohol a diario, este se convirtió en un borracho. El otro terminó siendo un abogado exitoso. Al preguntarles como terminaron así, la respuesta de ambos fue: "Aprendí de mi padre".
Imagínate conociendo a alguno de estos dos hijos.
La mayoría al conocer al primero se apartaría y lo descartaría como un caso perdido. Rechazando cualquier lección de vida que esta persona pudiera ofrecer. "Yo no escucho a un borracho", dirán. Pero la adicción de alguien, su dolor, puede prevenir el tuyo. Algunas veces sanarlo.
Ningún niño crece diciendo las palabras: "Cuando crezca quiero ser drogadicto", hubo un momento clave en su vida que causó este desvío. Esto no significa que esta persona esté perdido por siempre. Mientras un ser humano tenga aire en sus pulmones, puede transformar su vida.
Creo en esto.
Hace muchos años, mientras vivía en Caracas, Venezuela, abordé un autobús donde por igual subió una persona con franela rota cantando con una guitarra. Ambos nos bajamos en la misma parada. Le pregunté por el modelo de su instrumento y luego le invité un café.
Él vivía el día a día, recolectando monedas con su escasa habilidad para afinar, pero aun así lo hacía. No tenía nada que perder, ya le habían quitado todo.
Me enteré que era publicista. Por años había trabajado con la "Pepsi", hasta que su adicción a las drogas, al alcohol y al apostar le habían quitado todo. Vivíamos a una cuadra de distancia. Lo único que le quedaba era un apartamento alquilado del que lo estaban sacando por tener una deuda de 6 meses.
Le quedaban dos semanas para ser evacuado. Su ex esposa le había prohibido ver a sus hijas por sus adicciones. No tenía empleo, familia y estaba a punto de quedarse sin hogar.
Mendigar era su futuro.
No soy ningún ángel, pero en aquel entonces tenía el dinero suficiente para darle una oportunidad. Pagué la deuda del apartamento, le hice un mercado y hablaba con él a diario por casi 2 meses. El tenía un poco más de 50 años, yo tenía 22. Pero ambos eramos buenos escuchando.
No se cerró a mi opinión, yo no me cerré a su condición.
Al darme cuenta de su talento con el diseño, le compré unos equipos para estampar franelas. Creó un logo con una vieja computadora y comenzó el proceso de crear una marca de ropa.
Se subía en los autobuses, se paraba en la calle y hasta colocó su producto en una tienda pequeña. Esto le permitió sostenerse por sí mismo sin mi ayuda económica. Siempre hablábamos, lo traté como a cualquier otra persona ignorando por completo la condición en que lo conocí.
Él terminó mudándose a otro estado para visitar a su madre, pero no sin antes volver a ver a sus hijas al demostrarle a su esposa que estaba trabajando y generando ingresos.
Se llamaba César.
Algo que siempre admiré de él fue su capacidad para mantenerse a flote haciendo lo necesario cuando gran parte de las personas que lo escuchaban cantar en el bus, lo juzgaban. Nunca bajó la cara. De él aprendí que nuestro presente es el resultado de nuestras decisiones pasadas, pero nuestro futuro será el resultado de nuestras decisiones presentes.
Él aprendió de mi que aun hay personas que dan sin esperar nada a cambio. Sé esto porque me lo dijo. No se esperaba que "alguien como yo", invirtiera en alguien sin futuro aparente.
Crecí con padres divorciados, estaba viviendo en esa ciudad donde lo conocí para escapar de mi familia. Estuve a una decisión de distancia de haber terminado mendigando en la calle como él. Mi rencor me gritaba: "Desaparece", casi a diario.
Mi historia de vida me incitó a ayudarlo. Al salvarlo a él, de cierta forma sentí que me estaba extendiendo una mano.
Toda persona tiene una historia que contar. Toda persona tiene algo que enseñarte. Desde el que se sube al bus a cantar hasta el que pareciera no necesitar ayuda.
Una de las lecciones más difíciles de aprender en la vida es el no juzgar a alguien por su condición actual, si tan solo escucháramos su historia, nos diéramos cuenta que bien pudimos haber terminado en el mismo lugar.
Juan Churión
Gracias por leer,
Acompaño a marcas, negocios y profesionales a implementar estrategias innovadoras que transforman la Experiencia del Cliente, el Liderazgo de Servicios y la Gestión del Conocimiento basada en la IA.
2 añosQue hermosa historia🤩🌹🙌🏻 Me ha encantado todo tu contenido y como has logrado tanto siendo tan joven🏃🏾♀️🤩. Sos un verdadero mentor y crack, admirable. Te sigo🙌🏻🙌🏻🙌🏻🏃🏾♀️🏃🏾♀️🏃🏾♀️🏃🏾♀️
Ingeniera Civil
4 añosCuánta verdad!!