¿La ética paga? Quiero creer que sí
Fui director general por 15 minutos (figurados). Quince intensísimos minutos en los aprendí demasiado del negocio, de mí y de todo aquello que me integra. En esos tres meses deje de ver a mi familia porque salía de casa a las 6 am y regresaba a las 1am de la mañana del siguiente día. Los fines de semana me juntaba con los demás directores y equipos para trabajar en lo que según yo sería el mejor plan del mundo para equilibrar las jornadas laborales, tener fines libres y un horario más bien decente. Pero también deje de contestarle el teléfono a mi esposa cuando quería decirme que una de mis niñas tenía fibre. Falte en dos ocasiones a las clases que doy y eso que ir a la universidad es de lo más satisfactorio que tengo. Descubrí que no estaba equilibrando mi casa con el trabajo, ni las actividades que llenan el alma con la vida. Un mes más le pedía a mi esposa, solo uno más en lo que todo se regulaba. Sin embargo, ese último mes no llegó.
El presidente aplaudía mi entrega y actitud, "cuando trabajes en una agencia más grande ya estarás entrenado". La verdad es que me divertía muchísimo organizando el caos que había, pero cada paso adelante, eran dos para atrás. El dueño del negocio exigía perfección y para alcanzarla quemaba a los equipos con jornadas de 18 horas diarias y, mientras yo intentaba defenderlos, mi jornada iba creciendo para cubrir las horas que les daba a ellos para descansar. Trabajaba a todos los niveles de la organización y me fascinaba.
Durante mi gestión los equipos crecieron , trabajaban de sol a foco, entregaban resultados no buenos, excelentes. En mi breve administración contraté dos directores que renunciaron a la semana: las jornadas eran demasiado, las exigencias estúpidas y la perfección imposible de alcanzar. El presidente se burlaba de sus pocas competencias y aguante. Mi agotamiento era cada vez más notorio, pero creía en el proyecto. Un mes más. Pero ya llevaba algún tiempo con mis prioridades desenfocadas.
Los que quedaron creían en mí porque en los meses que llevaba dirigiendo sí veían mejoras, cambios positivos tan básicos como tener contratos. A mi salida, los que quedaron fueron yéndose porque no había mediador entre los abusos y sus responsabilidades. La empresa quedo montada en cinco personas.
¿Y por qué me fui? Salí porque me enfrenté a una situación aún más grande que las largas jornadas y el hecho de no ver a mi familia, que de origen debió ser suficiente. Hubo cosas que no iban con mi formación ni con mis valores. Estudié un maestría en una universidad en la que los valores son lo primero, el factor humano es importantísimo y la gente es siempre la razón para hacer bien las cosas. Me repitieron constantemente que la ética paga. Y hoy quiero creerlo. Mi salida implicó un debate interno fortísimo, digno de de Dr. Jenkill y Mr. Hyde, sólo debía hacerme de la vista gorda en algunos temas, pero sabía que a la larga no podría tolerarlo más.
El día que renuncié mi ex jefe cerró la discusión con un "tú y tus tontos valores" luego de una retahíla de insultos. Mi coach me dijo que me lloverían ofertas, pero a dos meses de que mi ética ganara, eso no ha sucedido. Duermo tranquilo, sí, pero ahora estoy ansioso porque los recursos comienzan a mermar y tengo una familia que procurar, entonces pregunto ¿y dónde quedó la ética?
Ingeniero de Software
7 añosBernardo, no te voy a dar un compartir, eso cualquiera lo hace. A diferencia, voy a tomarme el tiempo para escribirte algunas palabras. Voy a comenzar diciendo que lamento profundamente que hayas tenido que vivir la experiencia que describes, y no por ti, al fin y al cabo era tu decisión, lo lamento por tu familia. Si el universo te dio la oportunidad del cargo fue porque te supo listo para el. Ellos no merecían tu fracaso. Y no me refiero a que hayas llegado al borde de renunciar al cargo. No, no me refiero a eso. Hablo del fracaso de haber renunciado a ellos para desempeñar el cargo de la manera como describes. Allí estuvo la falla. Eso mi estimado, fue la ética que te falto. La que realmente paga y en tu caso no te ha dado resultados. Y no te ha dado porque no la tuviste. Lo positivo es que al final te diste cuenta. El universo tuvo que sacarte del juego (a los 15 metafóricos minutos) porque descubrió que no podías, pero a pesar de ello, te leo y me doy cuenta que aprendiste. Ya reconoces el error. Aceptas la responsabilidad. Eso es un gran avance. Prepárate entonces en forma, porque si de algo puedes estar seguro es, que el universo te volverá a poner a prueba cuando piense que estás listo, y está vez no falles.
Internal Communications Manager at adidas Mx
7 añosConsidero que si está pagando, solo que somos ansiosos como lo mencionas y esperamos ver ofertas laborales y remuneraciones económicas. Pero estás con tu familia, viendo crecer a dos niñas increíbles y disfrutando su crecimiento. Tu mente sigue girando, sigues aprendiendo y generando ideas de valor y tu conciencia está tranquila. Desde mi punto de vista, la ética ya empezó a pagar. Lo demás llegará, ya lo verás.