La ilusión del tiempo y la búsqueda del equilibrio

Muchas veces (=siempre), la imagen que proyectamos en las redes sociales no solo es extremadamente curada y filtrada a través de todas nuestras creencias, miedos y seguridades - incluso cuando la intención es la más profunda autenticidad - sino también es un diminuto fragmento de la totalidad que somos en nuestra humanidad.

Hoy, quiero responder dos preguntas que me hacen a menudo:

1. ¿Cómo te alcanza el tiempo para todo?
2. ¿Cómo haces para equilibrarlo todo?

Le adelanto las respuestas a esas personas que no les gusta leer mucho:

1. No me alcanza el tiempo para todo, porque no lo hago todo.
2. No equilibro nada, mi vida es bastante desequilibrada.

Estas respuestas equivalen a la versión que daría el pedacito que muestro de mi en las redes sociales, y ahora les doy las respuestas más extensas y matizadas:

1. ¿Cómo me alcanza el tiempo para todo?

El tiempo no me alcanza para todo, porque sencillamente no lo hago todo y definitivamente no hago todo al tiempo. No solamente tengo ayuda (humana y tecnológica), sino que sencillamente le digo que no a muchas cosas.

Primero, lo obvio: paso muy poco las redes sociales (dos mantras aquí: creación > consumo y dar > tomar ), generalmente no veo televisión ni Netflix y mi día está organizado con tal precisión que a muchas personas les daría náuseas ver mi calendario. Lo programo con anticipación para no tener que pensar “y hoy qué hago” y minimizar las negociaciones conmigo misma cuando no quiero hacer algo - que es más común de lo que se imaginan - y porque mis clientes se programan solos para sus sesiones. Si quiero respetar mis tiempos y mis límites, el calendario tiene que estar organizado.

Segundo, lo menos obvio: la vida se vive por temporadas, y en esta temporada de mi vida, las áreas profesionales (contribución, impacto, ingresos, servicio) son mi prioridad, porque estoy plantando las semillas de las temporadas de vida que se vienen. Esto quiere decir que “trabajo” todos los días, pero si veo mi vida como el proyecto más importante, el trabajo adquiere otra dimensión y otro significado. La vida de una mujer no es linear, es circular - como el tiempo.

Mi percepción del tiempo ha cambiado a lo largo de los años, influenciada por la física y mecánica cuánticas, las leyes del universo, la teoría de la relatividad. Creo que todas hemos experimentado la relatividad del tiempo - como un minuto puede ser eterno o inmediato según nuestro nivel de presencia y lo que estamos viviendo.

Por estos días, me siento como un colibrí, yendo de flor en flor, fluyendo con mi atención, mi energía, mis necesidades. Los límites son firmes pero fluidos. Juego, concentración, placer, disciplina, alegría, algo de estrés: todo es un solo balde. Más integración, menos separación. Es un flujo de trabajo con infusión femenina, por así decirlo, y mi masculino que es muy saludable y muy activo está al servicio de su reina.

Se me viene a la mente una frase: “Que no veamos la jaula no significa que seamos libres”.

Nunca me sentí "prisionera" en mis “vidas”/trabajos anteriores, siempre tuve jefes que respetaban mi tiempo y en mi último trabajo lo manejaba como quería. Y, sin embargo, siempre tuve ese toque de culpa. ¿Debería hacer más? ¿Debería quedarme en la oficina? Debería, debería, debería.

Desde hace casi una década, me despierto una hora (o tres) antes del amanecer (ayuda que tengo un cronotipo 🦁), porque me gusta comenzar mi día LENTO, en mis términos.

Cuido mi ritmo circadiano, tengo la fortuna de que no necesito una alarma (una mezcla de suerte y de intención) y estoy naturalmente despierta entre las 4:30 y las 5:00, excepto cuando estoy sangrando o unos días antes, por esos días a mi cuerpo le gusta dormir hasta las 6:30 más o menos.

Al abrir los ojos, no dejo que mi mente se apodere de mi sistema nervioso diciéndome “no hay tiempo”.

Respiro, me estiro, sonrío y me digo “Hay tiempo suficiente para hacer todo lo que quiero hacer”. Esa decisión “sencilla” cambia el tono de mi día. El celular se queda en modo avión por lo menos 2 horas, yo voy primero. Los pocos días que no hago esto y me gana el sentido de urgencia (auto-impuesto), recuerdo por qué es absolutamente necesario.

Cuando cambiamos la forma der ver las cosas, las cosas que vemos cambian.

Por supuesto, ayuda que vivo sola, que en este momento no tengo pareja ni hijos humanos, solo una perrita que funciona en mismo reloj. Precisamente por eso es tan importante valorar y disfrutar estos momentos: todo en la vida es temporal.

Te invito a que empieces tu día como tú quieras, y no como el mundo espera que lo hagas. A no dejar tu paz interior y tu libre albedrío en manos de las noticias, las redes sociales o el correo electrónico, y notar cómo cambia tu percepción del tiempo.

Elige responder, no reaccionar. El tiempo es como el aire que respiramos. Abundante, infinito y circular.

Entrégate profundamente a tu bebé si tienes uno, pasa más tiempo en cama con tu pareja, comparte el primer vaso de agua (que tenga sal😉) con tus papás si tienes la fortuna de tenerlos cerca. O haz lo que sea que realmente quieres hacer en esta temporada de tu vida y si tienes que luchar contra algo, que sea contra las expectativas que crees que la sociedad tiene de ti.

1. ¿Cómo hago para equilibrarlo todo?

No equilibro nada, mi vida es bastante desequilibrada. Creo que el equilibrio como nos lo imaginamos, es un mito mientras estamos vivos. Un sistema en perfecto equilibrio es un sistema muerto.

El equilibrio no existe, pero estamos constantemente equilibrando. Es un acto, una intención. El equilibrio es verbo no sustantivo. Es dinámico, por definición es imposible que sea estático.

Otra frase: “Cualquier cosa que valga la pena va a desequilibrar tu vida”. La vida en pareja. La maternidad. Una pérdida dolorosa, o una pérdida, punto. Mudarte a un nuevo país, o regresar a casa. Probar algo nuevo. Elegir vivir tu propósito, día trás día. Mostrar tu versión más verdadera una y otra vez. Arriesgarte a hacer las cosas de otra manera. Desafiar el sistema familiar. ¿Sigo?

Cuando está viviendo una vida con significado, la balanza siempre está moviéndose peligrosamente hacia un lado, o hacia el otro, o hacia el otro.

Si estás creando algo que quieres que perdure (hoy aprendí en mi formación de Tantra que eso se llama “el cuerpo de continuación”, eso que dejamos para que las personas interactúen con nosotros después de la muerte del cuerpo físico - piensa en las sinfonías de Mozart, las pinturas de Monet, los poemas de Neruda, la sonrisa de tu hijo, las palabras que le dijiste a algún amigo), sea una familia, un negocio, la versión más verdadera de ti… no hay otra opción sino entregarte TODA y dejar que te consuma… por un tiempo.

En ciclos. Por temporadas. Con subidas y bajadas. Hay macro, meso y micro-ciclos. Tú decides.

Saber que es temporal e intencional te permite enfocarte, sumergirte y estar completamente presente en el área que elegiste.

Esa es la clave. La ELECCIÓN. ¿Qué área(s) vas a permitir que te jalen, qué te consuman? ¿Cómo te sientes cuando sientes que has dido demasiado profundo? ¿Quién está contigo en las profundidades de tu creación

Una vida equilibrada es una mentira. Resultados extraordinarios requieren tiempo y atención y PRESENCIA. Tiempo invertido en algo significa tiempo lejos de otra cosa. Un SÍ equivale a otro NO. Esto hace que el equilibrio sea imposible.

¿Cuánto tiempo ganarías si dejaras de buscarlo?

Con amor,

Nati

PD: Si resonaste con estas palabras y la energía detrás, te va a encantar CREATRIX, mi próxima experiencia grupal sólo para mujeres donde vamos a explorar los superpoderes de la ciclicidad de todos nuestros cuerpos al servicio de nuestras vidas, enfocado específicamente en nuestra productividad y nuestra creatividad. !Te espero puertas adentro, empezamos en 2 semanas!