La montaña rusa del Bitcoin: lecciones para un nuevo tipo de cripto-economía

Esta semana hemos visto cómo la valoración del Bitcoin caía en picado y puede que una vez que leas esto hasta haya comenzado a remontar. Sin embargo, más que el fenómeno de la posibilidad de una burbuja que se pincha, el crecimiento y bajada exponencial de la criptodivisa más popular formula nuevas ideas para los usuarios de Blockchain y quienes favorecen la economía digital como nueva base para el futuro. 

En enero, el retroceso del Bitcoin fue de más de 50%, la caída más pronunciada desde su creación en 2009 luego de que se iniciaran una investigación contra la plataforma Bitfinex por dudosos procesos sobre una inflación artificial a este activo. Además, la prohibición de varias instituciones bancarias que (responsablemente) decidieron frenar la compra de Bitcoin con tarjeta de crédito, algo que podemos estar de acuerdo o no porque uno es libre de comprar lo que quiera, también probablemente ayudaron al ajuste en su valor. 

El uso poco sofisticado de las criptodivisas, pone un precedente no solo para las autoridades regulatorias y los bancos centrales del mundo, sino para las empresas que buscan crear un entorno en que la economía digital los beneficie. 

Kodak ha dado un importante paso en ese sentido: el anuncio de su moneda digital para mejorar el proceso de registro de los fotógrafos y que también funciona como títulos de deuda para inversionistas. No obstante, de una primera aceptación considerable en donde triplicó el valor de su acción, puede que los retrasos en el proyecto, así como entender la liquidez de la idea, hayan derivado en una caída en sus títulos. 

Las empresas pueden tomar el Blockchain en sus manos de manera inteligente para crear entornos de intercambio en un ambiente controlado. El Bitcoin, en ese sentido, nos da una buena lección de cómo es necesario cierto ambiente de control y el FOMO (miedo de estar fuera de moda) de personas no familiarizadas con el ambiente bursátil o de inversiones pueden deteriorar significativamente el patrimonio de muchas personas que son más que nada inversores promedio como tú o yo.