La trampa de la Transformación Digital en las empresas.

La trampa de la Transformación Digital en las empresas.

En los últimos años principalmente luego de la pandemia de COVID 19, hemos observado cómo las empresas se han concientizado sobre la importancia de promover un proceso de "Transformación Digital" para garantizar su desarrollo y supervivencia en los mercados, se asocia inmediatamente la iniciativa a la "incorporación de Tecnología", sin mayores consideraciones, la iniciativa es asignada y gestionada por el área responsable de la tecnología empresarial. Este enfoque, aunque común, no necesariamente es correcto.

La tecnología es un medio importante pero no un fin en sí mismo. La transformación digital es un proceso holístico que va mucho más allá de la implementación de nuevas herramientas tecnológicas. Se trata, en esencia, de estrategia y adaptación. Una idea errónea clave es que la transformación digital es simplemente la adopción y uso de tecnología. En realidad, se trata de cómo la tecnología cambia las condiciones en las que se realizan los negocios, modificando las expectativas de clientes, socios y empleados.

Por ejemplo, la irrupción de empresas como Netflix y Amazon en sus respectivos mercados no se debió únicamente a la tecnología que desarrollaron, sino a su capacidad para adaptarse a los cambios en las expectativas de los consumidores. Netflix no inventó el streaming, pero entendió que la creciente adopción de internet de alta velocidad ofrecía una nueva forma de consumir entretenimiento. Amazon, por su parte, no inventó el comercio electrónico, pero supo capitalizar la creciente confianza de los consumidores en las compras en línea y la mejora en las redes logísticas para ofrecer un servicio que redefinió el comercio minorista. Estos ejemplos destacan cómo la observación de las tendencias tecnológicas y la capacidad de adaptación estratégica son cruciales en la transformación digital.

Buscar una definición de "transformación" sugiere un proceso que ocurre y luego se completa. Sin embargo, la transformación digital no es un evento único, sino una adaptación continua a un entorno en constante cambio. Nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, blockchain y la realidad aumentada seguirán emergiendo, cambiando las expectativas una vez más. Por lo tanto, la transformación digital debe considerarse como una adaptación continua. La necesidad de transformación no disminuirá, incluso si se logra una transformación inicial exitosa. Implica una exploración continua del entorno, la experimentación para determinar respuestas efectivas a las tendencias emergentes y la propagación de los éxitos a lo largo de la empresa.

En su nivel más fundamental, la transformación digital se trata de la capacidad de las organizaciones, sus líderes y colaboradores, para adaptarse a los rápidos cambios provocados por la evolución de las tecnologías digitales. Es una buena noticia porque todas las empresas pueden desarrollar los rasgos necesarios para ser más maduras digitalmente, como la organización en equipos multifuncionales y características culturales distintivas. Sin embargo, también es un desafío, ya que cambiar la cultura, el talento y la estructura organizacional es difícil y lleva tiempo. No estamos cerca del final de la disrupción tecnológica. Es crucial que las empresas revisen constantemente el panorama digital para identificar cambios potenciales que puedan amenazar su negocio. No basta con transformar la empresa una vez. Es necesario construir una organización que pueda adaptarse continuamente a los cambios. Esto incluye estructuras modulares y procesos sistemáticos que permitan a los colaboradores desarrollar y actualizar sus habilidades. Muchas empresas hablan de ser digitales o de volverse más ágiles sin hacer mucho al respecto, no basta contratar una licencia o incorporar una plataforma. Las empresas exitosas invierten tiempo, energía y recursos significativos en su transformación digital.

Podemos afirmar que la transformación digital no se trata solo ni principalmente de tecnología, sino de estrategia y nuevas formas de pensar el negocio. El rol de liderazgo ha evolucionado para optimizar procesos y hacer que el negocio existente funcione mejor. Sin embargo, ese liderazgo debe centrarse en usar la tecnología para re imaginar y reinventar el núcleo del negocio. En última instancia, la transformación digital implica un cambio cultural, integrando tecnologías digitales en todas las áreas del negocio, centrando al consumidor en el proceso, y creando nuevas oportunidades.

Es crucial que las empresas abracen la transformación digital no solo como una implementación tecnológica, sino como una estrategia integral para mantenerse competitivas y relevantes en el mercado actual. La transformación digital es, y seguirá siendo, un proceso continuo de adaptación y mejora.

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