Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en el marco de las nuevas sociedades del conocimiento y la información
Los antecedentes del termino sociedad de la información datan de 1973 cuando el sociólogo estadounidense Daniel Bell introdujo la noción en su obra “El advenimiento de la sociedad postindustrial”, en la cual se maneja como eje principal el conocimiento y se afirma que los servicios basados en el habrían de convertirse en la estructura central de una nueva economía.
La sociedad de la información se basa principalmente en el conocimiento y en los esfuerzos por compartir la información, está se centra en la velocidad en la que se genera, transmite y procesa la información a la que se puede acceder. Las sociedades de la información cobran mayor fuerza en los años 90, durante el contexto del crecimiento y desarrollo de las TIC que fueron posibles con el advenimiento de los microprocesadores; este hecho fue reconocido por diferentes organismos multilaterales como el Banco Mundial (BM), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y Cultura (UNESCO).
La sociedad de la información se identificó y situó cuando algunos especialistas percibieron los primeros indicios de que la sociedad industrial comenzaba a transformarse en un tipo de sociedad distinta, donde el control y la optimización de los procesos industriales se sustituían por el control y manejo de la información.
Al respecto, el sociólogo Manuel Castells (1998:83) se refirió a la sociedad de la información como un:
Nuevo sistema tecnológico, económico y social. Una economía en la que el incremento de productividad no depende del incremento cuantitativo de los factores de producción (capital, trabajo, recursos naturales), sino de la aplicación del conocimiento e información a la gestión, producción y distribución, tanto en los procesos como en los productos.
En ese sentido, Castells propuso que las sociedades de la información fueran un nuevo paradigma, que modificaría las estructuras industriales y las relaciones sociales; y que su característica principal sería la necesidad de transformar la información en conocimiento.
De esa manera, las TIC marcaron en la sociedad de la información un cambio en las actividades económicas, la educación, la formación, la investigación, el tiempo libre y en realidad en todos los ámbitos de la vida de las personas, ámbitos en los cuales se hizo sentir de manera paulatina la influencia de estas y que representaron oportunidades y desafíos al mismo tiempo.
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Tal como afirma García (2011:4) quien refiere que la sociedad de la información:
Designa un modelo de desarrollo en el cual los procesos productivos son reestructurados de acuerdo con el papel central que pasaron a tener la informática y las telecomunicaciones en la generación de bienes y servicios. Implica un aumento exponencial en la capacidad de producir, procesar, almacenar y enviar información disminuir los costos de producción, incrementar la competencia internacional y liberar y desregular su circulación.
En este sentido, la sociedad de la información se centró su atención en las personas y a su vez orientaba a su desarrollo, en donde todos podían crear, acceder, consultar, utilizar y compartir la información y el conocimiento, para que de esa manera se pudiera emplear plenamente en la promoción de su desarrollo y en la mejora de su calidad de vida.
Es así como ante el reconocimiento de la nueva dinámica que exigía una discusión a escala mundial y ante la importancia de las TIC como instrumento para mejorar el futuro de la sociedad y cumplir en ese momento con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) celebró la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI).
La CMSI se llevó a cabo en dos fases: la primera del 10 al 12 de diciembre de 2003 en Ginebra y la segunda en Túnez, del 16 al 18 de noviembre de 2005. El objetivo de la primera fase fue redactado y proporcionar una clara declaración de voluntad política, y tomar medidas concretas para preparar los fundamentos de la Sociedad de la Información para todos; es decir, comprender la nueva revolución tecnológica, su importancia y las repercusiones.
Mientras que la segunda fase tuvo objetivo “poner en marcha el Plan de Acción de Ginebra, así como hallar soluciones y alcanzar acuerdos en los campos de gobierno de Internet, mecanismos de financiación y el seguimiento y la aplicación de los documentos de Ginebra y Túnez”. (UIT,2003)