¿Liderazgo con o sin mala leche?
Recupero esta semana una entrada de mi primer blog que comenzaba con una anécdota en la que un directivo le decía a un responsable de su equipo que en realidad lo que necesitaba era un curso de mala leche. Toda una declaración de intenciones por parte del directivo de la vieja guardia sobre como se gestiona un equipo, frente a la -quizá- excesiva amabilidad de la que hacía gala su interlocutor.
¿Mala leche?
A ninguno nos gusta tomar un café con leche en mal estado. Entonces ¿por que en el mundo del liderazgo y de la gestión de equipos, muchas veces no queda clara la línea en la que firmeza se confunde con agresividad? Las razones son múltiples, pero seguro que el aprendizaje, los modelos tempranos -y malvados- de liderazgo, las creencias y/o la imitación tienen mucho que ver.
Este pensamiento, común en la sociedad y muy implantado en algunas organizaciones te puede llevar a concluir que lo que estás haciendo es imponer tu autoridad. En realidad estás generando un ambiente tóxico de quiebra de confianza y bajada de productividad.
La agresividad puede hacer que los equipos trabajen desde el miedo, pero, ¿a qué coste? Estrés, desmotivación y una alta rotación de personal son solo algunas de las consecuencias.
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El jefe agresivo se retroalimenta una y otra vez, "por que el equipo no funciona adecuadamente y no consigue los resultados. Hace falta mano dura y gritar más fuerte para que espabilen". Estás generando que el equipo se paralice más todavía.
Asertividad
En la comunicación con tu equipo existe una opción frente a la mala leche: la asertividad.
Por otro lado, la asertividad es la habilidad de comunicar de manera clara, directa y respetuosa, buscando un equilibrio entre firmeza y empatía. Un líder asertivo sabe poner límites sin dañar, promover la colaboración sin dejar de lado la responsabilidad. El resultado es un equipo que no solo trabaja mejor, sino que lo hace con ganas, confianza y compromiso.
Liderar con asertividad no significa ser blando o permisivo, sino ser capaz de construir un clima donde todos se sientan valorados y escuchados. La confianza que surge de este tipo de comunicación fortalece las relaciones y aumenta la creatividad, lo que, al final del día, se traduce en mejores resultados.
Entonces, la pregunta es: ¿Cómo estás liderando? ¿Con asertividad o con "mala leche"? No subestimes el impacto que tu estilo de comunicación tiene en tu equipo y los resultados a largo plazo.
Si quieres profundizar sobre las 10 dimensiones en las que impacta tu estilo de comunicación te invito a que te leas la entrada de mi blog lideresyequipos. Puedes encontrar el link en los comentarios.
Presidenta de EIM
2 meses¿Que te tengan miedo o que te tengan respeto? Hay quien lo confunde y cree que sólo te respetan si te temen. La gestión y el liderazgo a través del miedo es, bajo mi punto de vista, un modelo trasnochado. Asertividad y confianza, verdadero trabajo en equipo, sólo así se consiguen los mejores resultados.
Speaker transformadora, Creadora de #MerecesLoMejor y #Reinvéntate. Master LHEP™. Directora, Quídam Global, S.A. Coach, facilitadora, autora, enfocada en el futuro del trabajo y la edificación humana
3 mesesLa asertividad, como bien indicas, no es sinónimo de agresividad. Incluso diría que hay que revisar como líder si asocio ambas porque tampoco la falsa amabilidad plena de juicios y agresiones subyacentes no llega bien. En realidad, monitorear cómo se recibe lo que decimos como jefes es importantísimo. Finalmente, el objetivo es que la comunicación genere reacciones productivas y útiles para los logros y para el desarrollo de la gente que convive con nosotros. Gracias por tocar el punto, Javier.
Account Executive en GoodHabitz
3 mesesY esto en todos los ámbitos de la vida. Solemos confundir mucho esto y pasar a ser agresivos. Hay que respirar dos veces y ponerte en los zapatos de los demás. Empatía 💜
Consultoría de formación y e-learning | Learning Specialist | Aprendizaje en entornos corporativos
3 mesesSolemos decir que alguien tiene carácter, cuando en realidad lo que tiene es mal carácter... y de algún modo eso nos parece bien. Supongo que hay mucha psicología detrás que lo explica, pero desde luego, a la hora de liderar o trabajar en equipo, no ayuda. Como líder o colaborador debes sumar, y esas actitudes restan bastante.
Responsable de voluntariado en la Asociación Española Contra el Cancer (aecc)
3 mesesSi quieres profundizar sobre este tema puedes leer mi entrada de blog