Lo ACEPTO. No soy un líder ágil. ¿Qué debo hacer para transformarme?

En las ultimas semanas he escrito sobre el líder ágil, por la simple razón de que hoy hay pocos líderes ágiles. Sin embargo, cada vez hay mayor conciencia de convertirse en un líder ágil, pero no es un camino fácil ni rápido.

Seguramente, ¿Alguna vez te has sentido atrapado en tus propios procesos? Es lago muy común.

Hace unos días, un Director General me comentó en una reunión: "No sé cómo manejar el cambio rápido, siempre siento que voy detrás de lo que pasa. Me frustra mucho saber que no ejecutamos y que la competencia va más rápido que nosotros".

Ese es el reflejo de muchos líderes tradicionales que, aunque exitosos, no logran adaptarse a la velocidad que exige el entorno actual. Si te identificas con esto, debes continuar leyendo.

¿Cómo saber si eres un líder tradicional y no ágil?

Hay ciertas señales que pueden indicar que te estás quedando atrás en cuanto a agilidad se refiere. Aquí van algunos comportamientos típicos de un líder muy tradicional:

1. Decisiones lentas: Si tardas mucho en analizar la información antes de tomar una decisión, puede que estés sacrificando velocidad por una falsa sensación de seguridad.
2. Micromanagement: Crees que la mejor forma de garantizar resultados es controlar cada detalle.
3. Evasión del riesgo: Prefieres las estrategias probadas y evitas experimentar con nuevos enfoques.
4. Resistencia al cambio: Te cuesta adaptarte a nuevas tecnologías o formas de trabajo.
5. Poca flexibilidad: Te mantienes rígido en procesos y estructuras, sin margen para cambios rápidos.
6. Exceso de reuniones: Te sientes más cómodo en largas discusiones que en la acción rápida.
7. Falta de delegación: No confías en tu equipo lo suficiente como para empoderarlos y permitirles tomar decisiones importantes.
8. Enfoque en jerarquías: Prefieres una estructura muy vertical en lugar de equipos colaborativos y autónomos.

"La lentitud mata a las empresas, especialmente cuando no tomas riesgos calculados y no te mueves rápido". Elon Musk

Situaciones comunes donde la agilidad es clave:

Te encontrarás en apuros cuando:

• El mercado cambia rápidamente y no puedes ajustar tu estrategia a tiempo.
• Tu equipo está esperando instrucciones claras, pero los procesos internos te retrasan.
• Los competidores lanzan productos o soluciones antes que tú, dejando a tu empresa fuera de juego.

¿Te suena familiar? Entonces, es momento de evolucionar en tu estilo de liderazgo.

¿Qué puedes hacer para volverte un líder ágil?

Aquí te dejo siete habilidades y comportamientos que puedes trabajar:

1. Adaptabilidad: Aprende a moverte rápido ante los cambios, sin perder el foco en el objetivo.
2. Empoderar al equipo: Deja de lado el micromanagement y confía en tu equipo. Dale autonomía.
3. Tomar decisiones rápidas: No se trata de decidir sin pensar, sino de hacerlo con la mejor información disponible en ese momento.
4. Aprender del fracaso: Falla rápido y aprende más rápido. La innovación no sucede sin errores.
5. Comunicación clara y constante: Mantén siempre a tu equipo alineado con los objetivos, y comunícate sin ambigüedades.
6. Cultura del feedback: Escucha lo que tu equipo tiene que decir y ajústalo. No esperes a la reunión trimestral.
7. Inversión en tecnología: Aprovecha las herramientas tecnológicas para facilitar procesos y mejorar la eficiencia.

"Si decides que solo harás las cosas que sabes que van a funcionar, estás dejando muchas oportunidades fuera." – Jeff Bezos, fundador de Amazon.

No te desesperes, todo es un proceso.

Transformarte en un líder ágil no sucede de la noche a la mañana. Lo importante es empezar a moverte en esa dirección y ser consistente en tu desarrollo. No esperes a que el cambio te pase por encima, ¡empieza ahora!

Como dijo alguna vez Peter Drucker: “La mejor manera de predecir el futuro es crearlo”. No tienes que ser perfecto, solo estar dispuesto a aprender y adaptarte.

Para terminar

Ser un líder ágil es un viaje de transformación que requiere tiempo y dedicación, pero es uno de los pasos más importantes que puedes dar para mantener a tu equipo y a tu empresa competitivos en un mundo tan cambiante.