Los desafíos de educar en cuarentena

Imaginémonos la siguiente escena: Una madre de se levanta a las 5:30 AM ya que debe marcar turno en el hospital a las 7:00, tiene una hija, pasó a 1ro medio, están en cuarentena. Viven el día a día.

La niña tiene internet, pero está sola. Los días lunes los profesores del colegio envían 5 guías de distintas materias que deben entregar el día viernes. todas resueltas. La guía trae 2 ejemplos. "Eso debería ser suficiente" me imagino que piensan. La niña se confunde, no entiende, no pide ayuda. se avergüenza, la madre llega cansada después de un turno de 10 horas y sólo le dice que copie, no tiene paciencia. Veo esa situación de lejos, pero muy de cerca. Esa mujer es mi madre y esa niña mi hermana. "Yo seré su profesora", pienso, me la traeré a Santiago para enseñarle, ya ha funcionado antes, tomo el auto y emprendo viaje. Llego a la mitad del camino. "Comenzó la cuarentena total, me avisan" "no es un asunto de urgencia, me dicen unos carabineros", y emprendo regreso a casa, con una mezcla de rabia, pena, y angustia. Ese mismo fin de semana miles de autos salen a sus segundas viviendas a pasar semana santa.

Soy ingeniera comercial, titulada hace alrededor de un año, y no puedo ser indiferente a los nuevos desafíos que la educación trae consigo debido a la pandemia, y en consecuencia, a la cuarentena. Hay un proverbio de Confucio que me viene dando vuelta hace unos días en la cabeza. Háblenme, y lo olvidaré, enséñenme y lo recordaré, involúcrenme, y lo aprenderé... Pienso en mi hermana, ¿qué rol tienen las escuelas en la pandemia? ¿qué rol tienen los profesores? ¿qué enseñanzas nos está dejando esta cuarentena?

"¿Cómo vamos a involucrar a los alumnos en este contexto?" pueden pensar algunos, "es difícil", no se puede... No, siempre se puede.

¿Habrá algo que aprender de este escenario educativo? Yo creo que Sí. Si los colegios pudieran involucrarse más con sus estudiantes y establecer un sistema de aprendizaje en comunidad, distinta sería la cosa. Si los sistemas de calificación cambiaran, distinta sería la cosa. Si el estudiante pudiera elegir qué aprender, cuándo, y a qué ritmo, distinta sería la cosa.

Los colegios tienen el rol de cultivar la iniciativa en sus estudiantes, a expresarse, a validarlos, a ESCUCHARLOS. No sólo a memorizar y copiar guías que no entienden.

Ahora bien, ¿qué pasa cuando el estudiante está solo? Es allí cuando la diferencia de los distintos hogares entra en juego, cada uno tiene su ecosistema. No hay cómo garantizar un espacio de aprendizaje, alguien que supervise, alguien que enseñe a organizar los tiempos. Intento suplir eso a través de una cámara, pero no consigo los resultados que espero, es allí cuando pienso qué rol tiene la escuela en todo esto. Qué tan empoderados están para plantear y replantear nuevas maneras de enseñar, y por supuesto cómo entendemos el concepto de enseñanza en comunidad y aprendizaje, lo que nos lleva al gran desafío de adaptarnos a la educación del futuro...

JSV

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