MINDFULNESS PASO A PASO: LA ACTITUD DE ACEPTAR
La semana pasada apunté que la práctica de Mindfulness requiere no sólo poner la atención de forma deliberada en la experiencia, momento a momento, sino incorporar una serie de actitudes como la curiosidad. Esta semana hablaré de la ACEPTACIÓN, que si bien suele generar bastante debate en los talleres y cursos es una de las actitudes que más ayudan a practicar Mindfulness y a superar muchos obstáculos en la vida.
A primera vista, parece que no tiene mucho sentido que una práctica como el Mindfulness, que contribuye a nuestro bienestar, nos invite a ACEPTAR las experiencias difíciles y desagradables. ¿No debería librarnos del sufrimiento y del dolor?
Vamos a aclarar este aparente contrasentido. La aceptación de la que hablamos significa reconocer lo que estás experimentando, tal cual es. Aceptar implica ponerse de frente a la situación y darse cuenta de que, realmente, objetivamente, es tal y como se presenta, nos guste o no. Admitir con honestidad que “no me gusta”, “me duele” o “así es como son las cosas ahora”, nos ahorrará tensiones, estrés y sufrimiento.
Aceptar no es resignarse: No quiere decir que debas bajar la cabeza y conformarte con lo que hay sin tratar de cambiarlo; más bien al contrario: al reconocer tu situación actual sabrás exactamente dónde estás y lo que está pasando en realidad, sin auto-engaños. De este modo podrás re-orientarte y actuar a partir de esa visión más clara de las cosas.
Aceptar no es más que percibir lo que estás viviendo sin juzgarlo como positivo o negativo, sin luchar con lo que experimentas en el momento presente.
Por ejemplo: si sientes malestar físico (dolor de cabeza) o malestar anímico (un estado de ansiedad o depresión) la reacción natural sería intentar deshacerse del malestar en una especie de batalla para vencerlo. Pero, en realidad, esta forma de afrontar el el sufrimiento genera un sufrimiento adicional, provocado porque quizás pensamos “¿por qué me está pasando esto a mí?”, “soy incapaz de afrontar este tipo de situaciones; no saldré adelante”.
Sufrimiento = Dolor x Rechazo A mayor rechazo ante el dolor, habrá más sufrimiento porque el dolor ya está ahí y resistirse a él sólo va agravar las dificultades e incrementar el malestar.
Durante la meditación es un momento muy oportuno para poner en práctica la aceptación cuando, por ejemplo, el flujo de pensamientos sea muy intenso. En lugar de criticarnos al no poder centrar nuestra atención y estar demasiado liado con pensamientos conviene simplemente reconocer la presencia de los pensamientos y aceptar que forman parte de la práctica. Puedes decirte “estoy teniendo pensamientos” o “pensar es normal, no pasa nada por tener pensamientos”.
Ten en cuenta que no se aceptan los pensamientos para librarte de ellos. Es necesario reconocer los pensamientos, sensaciones, emociones, sentimientos, sin intentar cambiarlos en absoluto. Sólo hay que aceptarlos, porque están ahí, sin más.
ARTISTA ABSTRACTO
5 añosIncreíble, y gran concepto... Es recomendable 100%