Por qué todo dentista, carpintero o cocinero está destinado a ser vendedor
La mayoría de nosotros buscamos aprender una profesión que podamos intercambiar por un sueldo fijo. Un trabajo que nos permita ofrecer nuestros conocimientos a cambio de un salario y estabilidad económica, y eso está muy bien.
Hoy queremos contarte de una manera adicional para elevar tus ingresos, además de un salario fijo.
Cocinar, poner frenos… ¿vender?
Existe un término llamado “mover la aguja” que muchos empresarios o líderes de marca utilizan a diestra y siniestra. ¿A qué aguja se refieren? Ciertamente no es a la de las inyecciones de un consultorio o a la que utiliza un costurero para realizar su trabajo.
Probablemente conozcas a alguien dentro de tu misma profesión, o tal vez sea tu caso, que sean dueños de un negocio, sin importar de qué sea. Independientemente del giro, todos necesitan de una misma cosa para ser exitosos: las ventas. Y esa es la aguja a la que todos se refieren; el indicador de cuánto has vendido en determinado periodo de tiempo.
Sin importar que combines ambas actividades, tu trabajo fijo y tu trabajo de emprendedor, es importante que sepas que tanto tu sueldo como empleado como tus ingresos por fuera, dependen de esta aguja de las ventas.
Muchas personas piensan que para ser exitoso debes ser bueno en lo que haces, y en cierta forma, están en lo correcto. Pero vamos a imaginar que preparas las hamburguesas más deliciosas del norte del país… si no puedes vender ni una, no importará que esa hamburguesa sea digna de premios en revistas culinarias.
El 4% de tus actividades dictan el 70% de tus ingresos
Según diversos estudios, existe una serie de actividades dentro de tu día a día que son las que marcarán la diferencia entre un ingreso alto y uno bajo: aquellas que se enfocan en encontrar personas que estén dispuestas a pagar un precio alto por tu producto o servicio.
Llamadas telefónicas, contacto con personas… no importa qué sea, pero deben estar enfocadas en dar a conocer tu marca y las maneras en las que ésta puede ayudar a otros, tanto, que estén dispuestos a darte dinero a cambio.
Conforme pase el tiempo, te darás cuenta de que puedes encontrar personas que realicen el otro 96% de las actividades que tú solías hacer, cocinar, poner empastes, etc… a cambio de un valor limitado para todos: tu tiempo. Ese que se verá mejor invertido en realizar estas pocas actividades para conseguir clientes que paguen constantemente por eso que hacen en tu empresa.
Paso a paso.
Con esto no queremos decirte que debes dejar de hacer lo que haces para dedicarte a las ventas; pero sí que debes comenzar a aprender cómo funciona un negocio y las maneras que existen de anunciarte para llegar a las personas que realmente puedes ayudar.
Cambia tu enfoque y deja de verte como un dentista, cocinero o mecánico y en cambio, ponte el sombrero de emprendedor y deja que tu negocio florezca día con día.