¿A qué se debe que una persona se niegue a sí misma la posibilidad de arrojar un poco de luz a su propia existencia?

Hace algún tiempo escribí en esta misma sección un artículo acerca de la influencia que tienen los días lunes en muchas personas. En aquél momento centré el foco en la aceptación no positiva del primer día de esta jornada entre una parte de la población. Hoy dirijo la atención hacia el lenguaje, comportamiento, hábitos y actitud, de un colectivo que se influencia constantemente con mensajes y acciones que le impiden ver luz a final de cualquier túnel. Esas personas son las que están incapacitadas para percibir lo bueno, o, simplemente, algo bueno, en sus jornadas, compañías, entornos, o vida en general.

Es inquietante ver cómo una misma persona que se queja de la lluvia en invierno, lo hace del sol en verano. O, cómo una parte tan importante de la población sufre los lunes, o escuchar al locutor de radio de los domingos en una famosa emisora hablar de lo terrible que es lo poco que dura el fin de semana, cuando la semana dura más del triple de tiempo. Entonces, surgen un sinnúmero de interrogantes que para quienes vemos el mundo desde el prisma contrario, resultan obvias. Y, como no se trata de juzgar sino de comprender esos comportamientos, es importante mirar qué le sucede a las personas negativas.

En primer lugar, hay que reconocer que es una fortuna que sean las que menos, por lo menos, en España, puesto que el 61% de la población se considera positiva, frente a un 10% que reconoce afrontar la vida con actitud negativa.

Ahora bien, ¿qué hace a una persona ser negativa?.

Existen al menos 20 tipos de actitudes, y las más destacadas son la positiva y la negativa. Esta última se manifiesta cuando la persona no ve opciones ante sus retos y centra todo su foco en la escasez y la victimización, generando reacciones y/o comportamientos no positivos.

La forma en la que una persona llega a ésta realidad es la insatisfacción producida por pensamientos y emociones, que ella misma puede regular. Y éstos pensamientos y emociones son el resultado de estrés, obstáculos de índole variada, y, un aspecto importante, la falta de determinación y toma de decisiones.

Las personas negativas suelen estar enfadadas y con cuadros de depresión. Por eso al manifestarse el principio de esta situación de negatividad, es propio tomar acción al respecto.

Finalmente, lo que hay detrás de una persona negativa es su propia resolución a no buscar ayuda y reconocerse en conflicto interno, frustración e incapacidad para hacerse dueña de su propia vida y redirigir hacia donde le gustaría estar.

Todo empieza y termina en ti.

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