Responsabilidad Corporativa auténtica

Responsabilidad Corporativa auténtica

Mañana termina el COP26 y un recordatorio más, tras la crisis covid tan presente, de los enormes retos no sólo ambientales y de salud -también mental- sino sociales y económicos en los que estamos inmersos. ¿Qué hacer? La demanda de propuestas encuentra hoy por hoy el camino más ágil y eficiente en el mercado, cobrando aquí relevancia una verdadera RSC estratégica. Y, ¿qué puede hacerla posible?

El otro día, me preguntaron por qué este nuevo proyecto paralelo a NeeLabs, la consultoría de RSC e innovación social colaborativa, www.bienser.es de formación mindfulness y liderazgo consciente.

“Bienser” llegó de forma natural, pues es el camino que recorro desde mi práctica y que quería compartir. Pero enseguida me di cuenta que no hay RSC auténtica, ni estratégica (“la cultura se desayuna cada día a la estrategia”, como decía Peter Drucker) si estamos en “piloto automático”, como individuos y como organizaciones, si nuestras interacciones internas y externas, y nuestras decisiones y proyectos, se realizan desde profundos bucles emocionales-mentales a los que el mundo actual, rápido, complejo y que ofrece escasas oportunidades de gimnasia mental-emocional, nos aboca. Nada maligno, simple humanidad.

Trabajar como cultura organizacional desde la presencia con uno mismo (¿qué es esto? ¿estoy dispuesto a dar la bienvenida a esta situación sin luchar contra lo que ya ha sucedido y aplicar mi energía a una respuesta consciente?) y hacia los demás, que sea compasiva y generosa, es el único modo desde el que la Responsabilidad Social emergerá de modo natural en una organización. El mundo de la empresa sabe que todo lo que es forzado, artificioso, no funciona, es gasto. Sólo lo que está alineado a la estrategia y objetivos reales y es coherente con la cultura, con las personas que la configuran, funciona, es inversión, crea sinergia y resultados exponenciales. Y en este momento, organizaciones relevantes.

Así que el primer paso de un plan de RSC para mí es cultivar la cultura de consciencia, de generosidad, confianza y de compasión, empezando desde arriba, desde el liderazgo, y siguiendo con todo tipo de procesos y artefactos organizativos: reuniones, feedback, wellbeing integral…. Otra gran oportunidad para trabajar esta cultura de consciencia es la innovación, ya que en cierto modo, es la oportunidad de abrirnos a lo emergente, a lo que está pidiendo ser escuchado. Aquí una herramienta maravillosa es el proceso U desarrollado por Presencing Institute (MIT) y testado en multitud de proyectos complejos a lo largo de los años. No es tan rápido como un documento de valores, políticas, e indicadores, pero es real. Vivimos un momento en el que lo artificioso se está desmoronando por irrelevante para una amplia mayoría. Adoptar una cultura de autenticidad, humanidad sabia, y desde ahí acción poderosa, sincronizada con el anhelo general, debiera ser el camino.


Imagen: de la portada del libro de Ria Baeck "Collective Presencing"

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