"Tal vez fuiste despedido y aún no lo sabes"
Hace algunos meses se puso de moda el “quiet quitting” o “renuncia silenciosa”, y aunque mucho se habló de ello, hay otro concepto del que poco se habla, pero que es aún más antiguo. Hablamos del “quiet firing” o “despido silencioso”, esto es la finalización de la relación laboral con un trabajador sin que el mismo se dé por enterado.
El despido silencioso tiene una increíble contradicción, ya que legalmente la relación laboral sigue existiendo, pero emocionalmente ya hay una desconexión. Detectar un despido silencioso es muy difícil, sin embargo, existen algunas señales que nos pueden ayudar a detectarlo, tales como disminución de las tareas asignadas, falta de retroalimentación, falta de herramientas para la ejecución de las labores, falta de oportunidades de crecimiento, exclusión de reuniones o proyectos, no programación de turnos, comentarios negativos sobre su desempeño y críticas injustificadas.
Aunque no existen estadísticas muy claras, ya que es difícil de medir y no se reporta de manera oficial, el “quiet firing” es real y está latente en muchos lugares de trabajo. Probablemente en este momento estaremos reflexionando sobre las veces en que hemos sentido haber sido despedidos de manera silenciosa, o recordando las veces que hemos despedido de manera silenciosa a algunos miembros del equipo o simplemente estaremos cuestionándonos si en este momento ya fuimos despedidos y no nos hemos dado cuenta.
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Algunas de las razones más comunes para el despido silencioso, están asociadas a evitar costos por indemnizaciones, conflictos interpersonales con los líderes, bajo desempeño por parte del colaborador o cambios en las estructurales en las organizacionales. Ahora bien, este continuo “quiet firing” genera efectos negativos para la organización, tales como fuga de talento, disminución de la productividad, mal ambiente laboral, riesgos de demandas y fuga del conocimiento en los procesos internos.
El despido silencioso puede tener un impacto negativo en la autoestima y la salud mental del colaborador. Lo anterior se debe a que el colaborador que es expuesto a esta situación puede pasar por momentos de estrés, ansiedad, depresión, baja autoestima y hasta problemas de sueño. Por ello, es importante estar vigilante. Ahora bien, si ya lo identificaste, es clave tener presente que se hace necesario enfrentarlo y para ello, lo primero que debemos hacer es comunicárselo a nuestro empleador, realizar un juicio justo (no podemos dejarnos llevar de pálpitos), buscar asesoramiento psicológico, entender los motivos detrás de dicho despido, tener una actitud positiva frente a la situación y, en última instancia, reconstruir nuestra red de contactos e iniciar con la búsqueda de un nuevo empleo.
En caso de que se haya materializado nuestro retiro, es importante revisar con calma lo que sucedió, regalarnos tiempo para sanar, reflexionar sobre las lecciones aprendidas y, aunque el despido silencioso puede ser una experiencia dolorosa, tener presente que no tiene por qué ser el fin del mundo.
Gestora de atracción del talento humano
1 añoMe entere el mismo día que debía dejar mi puesto, me fui con mis cosas en una bolsa porque me toco dejar hasta la maleta ya que era de Eficacia, aún así agradecida de esa gran escuela a la que volveré más adelante para ocupar un cargo mejor del que tenía, feliz jueves.
JEFE MERCADEO en EFICACIA
1 añoTotalmente de acuerdo, esto me sucede actualmente, muy buen artículo me identifico.
Analista de seleccion en Eficacia S.A.
1 añoRobert, excelente aporte, en el mercado laboral efectivamente suceden estos casos, lo importante es saberlo identificar y que no en todos los casos es por falta de gestion del colaborador sino por temas internos de la compañía, como ejemplo, lo que mencionas de reestructuracion. Evaluarnos y saber los motivos del despido silencioso ayudara a bajar el estrés y elevar la autoestima.
Analista de recursos humanos
1 añoexcelente articulo 🤝
Talent Acquisition Leader | Talent Acquisition Strategy | Project Management
1 añoMe encantó. Comparto, mi querido Robert!