Apuntes de Estrategia. ¿Cómo llevar a la práctica herramientas de planeación? Entrega # 1: Aprendiendo a escanear el entorno.
¿Qué es la Planeación Estratégica? ¿Para qué sirve? ¿Cómo llevarla a la práctica? Muchos directivos consideran que los ejercicios de planeación son iniciativas carentes de sentido. Y cómo no serlos si vivimos inmersos en una realidad compleja, dinámica y de cambio acelerado. Desde esta perspectiva - que considero es ampliamente divulgada-, pareciera una contradicción apostarle tiempo y recursos a una iniciativa que en teoría, promueve el diseño de planes que muchas veces nacen condenados a la obsolescencia sin nisiquiera haberse ejecutado en su totalidad.
Por fortuna, la Planeación Estratégica no es un concepto monolítico. Su evolución ha sido tal que hoy en día lo único que conserva del pasado es su nombre. Su esencia y su propósito han cambiado por completo. Quienes hemos tenido la oportunidad de abordar el estudio de esta disciplina en el siglo XXI, nos hemos percatado de que esta "nueva" Planeación Estratégica es flexible y altamente contexto-dependiente. Precisamente, lo que busca es ayudar a las organizaciones a gestionar la incertidumbre del cambio acelerado que estamos viviendo.
Dicho lo anterior, podríamos afirmar que la nueva planeación nos da un marco y unas herramientas que permiten, entre muchas otras cosas, sistematizar y facilitar el análisis de aquella información que consideramos relevante para el futuro de nuestras organizaciones, pero que se encuentra inmersa en el infinito mar de información que se produce a diario. Y es justo dentro de este contexto en el que surge la herramienta de "Escaneo del Entorno" como veremos a continuación.
¿Qué es el Escaneo del Entorno? El término viene del inglés "environmental scanning", su traducción más adecuada debería ser "monitoreo del contexto" y se refiere al ejercicio permanente de analizar información para detectar evidencia (datos, noticias, promulgación de leyes, etc.) que apunta y sugiere de manera inequívoca a la configuración de tendencias, patrones y señales de ruptura que pudieran alterar significativamente el entorno en el que se desenvuelve una organización.
Así las cosas, expresiones tales como "¿Por qué no lo vimos venir?" deberían ser poco frecuentes ya que a diferencia de lo que muchos piensan, el futuro nos da señales de alarma (débiles) que detectadas a tiempo, pueden marcar la diferencia entre anticiparnos a los cambios, ser sus propiciadores, o incluso sus víctimas indefensas.
Para no fracasar en el intento por llevar a cabo labores de Monitoreo del Entorno, lo primero que se debe tener claro es lo siguiente: ¿Qué información es exactamente la que queremos buscar? Y más importante aún ¿Para qué la queremos buscar? En esta etapa previa de definiciones se juega el éxito o fracaso de la iniciativa, así que no debe ser tomada a la ligera.
Habiendo establecido el propósito, resultará más preciso acotar las temáticas puntuales que vamos a investigar, los indicadores y variables clave que debemos monitorear, su frecuencia de monitoreo, así como los medios de información que vamos a estudiar. Desde luego, nadie ha dicho que estos esfuerzos sean sencillos o económicos pero tampoco están reservados para las grandes empresas.