JUEGAN LAS BLANCAS... #PuroCuento1
56. JUEGAN LAS BLANCAS O LAS NEGRAS?
Llueve a cántaros en Caracas, solo puedo ver un metro más adelante, no alcanzo a distinguir el Ávila. Todo el día el cielo ha permanecido completamente gris. Quizás en cierta forma es como si demostrara su tristeza por no poder verte esta semana. Debe ser algo muy intenso porque la lluvia se ha prolongado durante todo el día embargándome de nostalgia. De todos modos, la esperanza de que esto suceda, dentro de poco hará brillar de nuevo el sol y borrará todo huella de desesperanza. Dyango pareciera que te cantara a ti, mientras Di Bari rasga la guitarra y lo acompaña en su imaginación “días de arco iris”. Pavarotti llega por su desayuno de alpiste y el baño en la minúscula alberca de la jardinera. Su última novia parece más joven que la anterior y los girasoles de la jardinera están llenos de nuevos brotes ocres y amarillos. Los cantantes del trasfondo musical dicen cosas muy hermosas, sin embargo, se me ocurren al mismo tiempo otros pensamientos que iluminan esta pantalla de una forma más intensa que la misma luz, más rápida que ella, capaz de atravesar el espacio a la velocidad del pensamiento, llegar a ti, besarte, tomarte, poseerte y volver en un pestañeo, en el lapso que dura el relámpago de tu mirada. Me tienes en vilo, no puedo imaginar mi vida sin tu presencia. Me encuentro atrapado en un dilema: ¡no sé si gané o perdí la partida o las dos cosas al mismo tiempo! No sé si juegan las blancas o las negras. Todas las teorías estudiadas en años de lento aprendizaje, en un instante se hacen polvo y hay que reconsiderar todo de nuevo. Me recreo en cada pensamiento, me vuelvo a crear y empiezo de nuevo. He descubierto que a lo mejor he inventado la máquina del continuo movimiento…
Lima, 22 de Abril 2018.