La Humanodependencia de la automatización
Cuando pensamos en tecnología aplicada al interior de la industria, llegamos a imaginar que las grandes corporaciones a nivel mundial cuentan con procesos totalmente automatizados, desde la actividad más básica como pudiese ser el apretar un botón, hasta la aplicación de términos tecnológicos tan complejos de decir como de explicar. Blockchain, Artificial Intelligence (IA), Virtual Reality (VR), Metaverse, entre muchas otras siglas que incluso los más asiduos en esta área se pueden llegar a confundir, ¿Pero realmente es un peligro que nos reemplacen las máquinas?
Cómo olvidar a “Andrew” de la película “El Hombre Bicentenario” (Bicentennial Man), con la magnífica interpretación de Robin Williams, donde el protagonista (un robot) logra desarrollar sentimientos. A lo anterior se suma el constante bombardeo de noticias asociadas a avances tecnológicos ocultos por compañías, llegando a despedir a más de algún colaborador por revelar “secretos” relacionados con este tipo de adelantos. Lamentablemente, la realidad de las industrias está aún muy lejana a lo que la ciencia ficción o simplemente proyectos – que sin duda poseen una gran escalabilidad en el tiempo - asombran nuestro interés día a día.
Los acontecimientos asociados a los últimos 3 años han exigido una inversión no menor referente a tecnología, conceptos como digitalización y automatización de procesos llegaron para quedarse. Sin ir más lejos, la implementación de un Ministerio de Ciencias, Tecnología e Innovación es un claro reflejo de lo anterior, pero también se debe tener conciencia que cada automatización es totalmente humano-dependiente.
Esta dependencia genera preocupación en el ámbito laboral, nace la necesidad de formar especialistas, lo relevante será cómo lidiar con las situaciones de transición para que se cumpla.
En línea con lo anterior, los centros educativos tratan de incluir en sus mallas nombres tan pomposos como la tecnología se los pueda permitir, pero la realidad es que continuamos entregando énfasis en la enseñanza del conocimiento “duro” como lo son las asignaturas ligadas a las matemáticas, desarrollo de la lógica y habilidades blandas, haciendo parecer de manera errónea, que estamos enseñando tecnología antigua, y digo errónea, porque efectivamente el gran valor de los profesionales es el desarrollo de este tipo de habilidades, las cuales son elementos bases para poder aplicar en el área de interés que deseen o se les permita desarrollar en su vida laboral.
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Como Asociación de Empresas Región de Valparaíso hacemos un llamado a que la fuerza laboral se forme y aumente su interés por descubrir nuevas áreas de conocimiento, mientras que las empresas deben fomentar la capacitación y la innovación en su interior, de manera que la incorporación de la tecnología no implique pérdida del capital humano.
Lidia Herrera | Presidenta Comisión Tecnología de la Asociación de Empresas Región de Valparaíso.