La “R” de relacional no viene de tener “buen rollete” con los clientes: adiós a las visitas superfluas

La “R” de relacional no viene de tener “buen rollete” con los clientes: adiós a las visitas superfluas

Como si se tratase de los tiempos de una economía de demanda, todavía hay empresas que creen que -ahora- con más visitas se vende más.

Todos los mercados y tipos de clientes tienen una cantidad ideal de visitas, hacer menos o más es una es ineficaz y/o ineficiente, pero en lugar de determinar cuantas visitas hay que hacer a cada cliente es mucho más fácil acudir al “más madera” sin atender al resto de factores que nos ayudan a llegar al óptimo.

Que cada vez los clientes están mejor informados y requieren menos soporte comercial es un hecho claro desde hace veinte años, pero algunos siguen sin enterarse y cuando quieren aumentar las ventas piden más visitas a sus profesionales. Hay otros dos factores más importantes que no son foco de la mejora y me pregunto por qué. Estos dos factores son la calidad de las visitas y la adecuación del cliente visitado. Estas son las dos área a mejorar y -en todo caso, añadir criterios de asignación de visitas para determinar cuántas hacer a cada cliente de la empresa.

La calidad de las visitas refiere a los contenidos que se tratan y cómo eres capaz de desarrollar una cierta consultoría light que ayude a los clientes a vender más, también estructurar el desarrollo de una cuenta a través del Up/cross selling. Para una buena calidad de visita hay que hacer una buena analítica de la base de clientes para crear clusters, tendencias, analizar gamas utilizadas y una larga lista de variables. La adecuación de los clientes es otro factor fundamental, puesto que parte del fracaso comercial viene de sentarse frente a un cliente no adecuado. Lógicamente, lo anterior se acrecenta cuando visitas más veces a un cliente inadecuado.

Los tres mercado clásicos: el de los consumidores, el de las pymes y el de las grandes empresas; están utilizando herramientas online para abreviar y abaratar el proceso comercial aunque también utilicen a profesionales para la última fase en los dos últimos casos, sin embargo hay quien se empreña en lanzar a la infantería a cargar alocadamente contra todo lo que se mueve: caballería frente a drones. No saben más y no ven la evolución de las estrategias y tácticas comerciales. ¡Qué le vamos a hacer!

Parte de la confusión viene por la “R” de relación, que algunos confunden con “el buen rollete” y el llevarse bien. La “R” del acrónimo CRM representa a un proceso de información y conocimiento mutuo que incrementa la sincronización del ofertante y el demandante y no de un falso amiguismo.

No deberíamos estar hablando de esto en estos momentos, pero seguimos viendo que muchas empresas siguen creyendo en la ecuación más visitas más ventas y eso sólo demuestra que en esas empresas falta actualización comercial, incluso teniendo el ejemplo de otras áreas donde sí que han crecido en conocimiento y capacidad.

La tendencia es a asegurar el margen y para conseguir este objetivo hay que establecer una estrategia del logro del beneficio, enfocándose a las operaciones rentables con todos sus componentes.


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